Material narrativo

Echarse a la calle es una expresión muy andaluza para reflejar que uno se marcha a ver lo que encuentra, y en ocasiones descubre tesoros entre la multitud como el que tropieza con una lámpara de la que sale un genio.

No sé cómo se llama, no sé a qué se dedica. Sé que era monaguillo en la Virgen de Crucifixión el lunes santo.

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Llevaba un cirio alto, era una de las cuatro monaguillos que pregonaban la presencia del trono de la Virgen.

El candelabro debe pesar bastante porque a la chica se le vencía el peso.

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Sentí la curiosidad de preguntarle su nombre pero una vez más pudo el escritor al cronista, aunque me gusta la crónica de la calle porque es ahí dónde se encuentra lo mejor de la vida.

Le hice otra foto.

Se dio cuenta de mi insistencia y giró la cara con enfado.

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Le tenía que haber dicho: “no te enfades, soy escritor, no eres más que material narrativo”. Pero se fue, calle adelante. Porrom, porrrom, porrron pon pon.

En otra calle vi a otra monaguillo pero no era ella.

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Hacía una tarde de bachiller, primavera de los sentidos.

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6 Respuestas en “Material narrativo”

  1. Echarse al blog de RM-S puede llegar a ser, en breve, una expresión muy acertada para reflejar que uno entra a ver lo que encuentra, y en ocasiones descubre tesoros de su ingenio o genio.

    En esta ocasión, me quedo con esta frase: “Hacía una tarde de bachiller, primavera de los sentidos”.

  2. laavutarda dice:

    Muyseñoresmios: es una teoría muy particular y se refiere a aquellas semanas santas en las que descubrimos los sentidos y también coincidía con la recta final de curso. Solía pasar que tenías un parcial a la vuelta de las vacaciones y, en lugar de quedarte en casa, los sonidos de la primavera te reclamaban desde la calle. Ya lo decía Mafalda: a veces lo urgente puede a lo importante, pero en este caso no sabia qué era lo importante.

    Si alguna vez suspendí también es cierto que muchas otras aprobé, en el sentido más humano de la vida. Le podemos echar la culpa al incienso, o al olor del almidón, o a esas monaguillas que nos llevaron por calvarios y calles de la “amargura”.

    Esa es la primavera de los sentidos, la fuerza que abre ventanas y cierra páginas de libros para enseñar experiencias milenarias.

  3. Carlos García dice:

    Jo, qué ‘monaguillas’ -versión Aído- tiene la Malagueta.
    Me voy a montar un cirio… pascual.

  4. laavutarda dice:

    Carlos: lo de “jó qué monaguillas” me ha servido para crear un grupo “el monaguilleo” que es término umbraliano. Se lo voy a decir al más dandy de mis amigos, a Ángel Antonio Herrera para que escriba del “monaguilleo” que se vé por aquí.
    Prometo otra serie de fotos de la cuestión del “monaguilleo” no monegasco sino del incienso y del mirra-mirra quién viene.

  5. Qué me vas a decir, Laavutarda, si tuve que entremezclar esas -otras en realidad- monaguillas con los libros, pues las había a millares -¡qué digo, a millones- en el instituto de chicas de la vuelta de la esquina… No me preguntes dos y dos, con las manos atadas… que no.

  6. laavutarda dice:

    Muyseñoresmíos: entonces veo que conoces el pecado porque tuviste que hacer su penitencia.
    Las monaguillas que nos han costado este infierno, es verdad.

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