Entradas etiquetadas como ‘deportes opinión’


Un hombre de honor

febrero 4th, 2009 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Del banquillo del Atlético de Madrid no se sale indemne, dos años en el puesto cotizan como veinte en Guantánamo, (si Aguirre se da prisa todavía le puede sacar una pensión a Obama). Hasta que llegó el mejicano el banquillo del Calderón era lo más parecido a un tobogán de un parque acuático, los hubo que se despidieron sin saber cómo se encendía la luz del vestuario, allá cuando Gil lo consultaba todo con “Imperioso”.
Aguirre vale más por lo que calla que por lo que cuenta, si se pone a largar la rueda de prensa habría sido un desfile de sapos y culebras en camisón, en cambio eligió abrocharse el honor a la altura del nudo de la corbata. Punto y silencio. Ese club es tan insondable que igual te echan como entrenador pero a los seis meses te reclaman como a Fernando VII “El Deseado”.
Otros en su lugar habrían llorado o rabiado con los puños prietos, en cambio Javier Aguirre se fue con las mismas canas que entró. Cuando el gol entra por la puerta la despedida del técnico salta por la ventana. Lástima, era un tipo elegante hasta para decir adiós.

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Ramón Calderón aprueba el examen

diciembre 8th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Sólo un profundo sentido del deber y una probada vocación madridista mantienen a Ramón Calderón al frente de la ?casa blanca?. Silban las balas de una guerrilla perfectamente organizada, (y que mantiene a sus cabecillas ocultos en la maleza y en la ?malicia?), pero a Ramón Calderón no se le ha aflojado el nudo de la corbata. Calderón, a diferencia de otros mandatarios del fútbol español, tiene ?vida inteligente? fuera del palco; podría dejarlo todo y regresar a su despacho y al abono frente a la tribuna presidencial. Podría volver a la categoría de abogado de prestigio y dedicarse a ser un socio común pero esa lealtad por el club le mantiene firme. Otros, con menos, habrían salido huyendo y a la historia del club de Concha Espina me refiero.
A Calderón le ha perdido una fe entusiasta, casi contagiosa, y también decir lo que piensa aunque a veces convenga más guardar silencio. Su proyecto para el Real Madrid ha sido aprobado después de una junta con sabor amargo y guerracivilista. De esa forma enfila el resto de su mandato hasta que lleguen las siguientes elecciones y pueda confrontar su programa con otros rivales. Siempre se ha dicho que el presidente del Real Madrid tenía el poder de un ministro sin cartera, de ahí que le tiren a dar con todo lo que encuentren a su alcance, mentiras incluidas. Hasta ese momento el club presenta cuentas saneadas y tiene un futuro por escribir. Lesiones al margen y fichajes más o menos acertados, el Real Madrid es el primer club del mundo, tanto por historia como por calidad de la plantilla. Y Calderón es su presidente.

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Yo que tú no lo haría, Zapatero

junio 28th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuentan que el señor marqués cuando abrió la puerta del dormitorio y vio a la señora marquesa en posición horizontal con el cochero, exclamó: ?¡qué buena oportunidad para haberme quedado un rato más en la cacería!?, ¿Quiere eso decir que el señor marqués fuera gafe?, pues no, sólo que eligió mal su momento. Hay muchos que aparecen cuando no les llama y luego ocurre lo que no esperan, digamos que es la venganza de la realidad contra todos aquellos que intentan cogerla desprevenida. Hay quién le llama mal fario; pudiera ser que le demos a algunas personas la capacidad de cambiar el destino. Es algo nada científico pero muy divertido, y muy español también.
Zapatero no es un futurólogo de prestigio, muy al contrario tiene un largo currículo en meteduras de gamba, sus últimas apuestas en política internacional fueron poco afortunadas: Kerry, Ségolène y Schröeder. Y, ahora que va con Obama, ya veremos. Lo peor fue la noche en la que el balón estuvo dentro del aro pero al final salió y nos quedamos sin la Eurocopa de Basket; alguna fuerza extraña alteró la ley de la gravedad hasta convertir a la puñetera pelota es un objeto incontrolado. ¿Habría entrado el balón en caso no estar ?él??, seguro que tampoco pero ahí comenzó la leyenda.
Su presencia en el palco de Viena es una apuesta arriesgada, si la Selección gana todo el mundo felicitará al Rey, pero si pierde ya sabe en quién se van a fijar las cámaras. No merece la pena un envite de tal categoría que puede tener un alto coste en imagen, y que va a alimentar una leyenda insana. Por su bien lo suyo es montar una merienda el domingo con alguno de la Alianza de Civilizaciones, y pasar la tarde escuchando a Moratinos recitando poemas en lingala hasta caer en el sopor de la suave métrica bantú. O ponerse con las niñas a repasar los cuadernos de verano que siempre exigen la dedicación de un buen padre, o podar los bonsáis que dejó Felipe González como recuerdo de su presencia y que deben tener unas greñas que amenazan a los enanitos del bosque. Cualquier actividad es mejor que meterse en el avión camino de la final.
En caso de producirse el triunfo de la Selección de Luís Aragonés, Zapatero tiene la oportunidad de recibirlos en el aeropuerto de Madrid, pasear en autobús descapotable y hacerse cuantas fotos demanden los compañeros gráficos, pero lo del palco es una locura. El señor marqués nunca debió dejar la cacería antes de tiempo, hay soponcios que se deben evitar porque dejan muecas en la cara que no se quitan con jabón. Yo que tú no lo haría, Zapatero; nunca cruzaría la orilla del río Danubio. Dejar la fama de uno en manos de Ramos, Pujol, Marchena y Capdevila, es mucha temeridad. Que una mala tarde la tiene cualquiera.

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El reverendo Luís Aragonés

junio 22nd, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo primero que tiene que hacer el seleccionador antes de que la cafetera pite y pregone el desayuno, es pasar por debajo de las almohadas de los jugadores, como un sigiloso delegado del ratoncito Pérez y cambiarles el calendario del reloj. El mensaje es claro: hoy no es hoy. Así como hay gente a la que le sienta mal la mantequilla, a la selección le dan alergia los 22 de junio desde que Gregorio XIII inventó el calendario gregoriano. Casi todas nuestras ilusiones de pasar de ronda han palmado en este día. Y, después de transitar por las habitaciones, deberá extraer el calendario de la chica que suele llevar todo conductor de autobús, no vaya a ser que de camino al estadio alguien caiga en la cuenta de qué día es hoy. Lo tiene muy difícil el reverendo Aragonés, ha de proceder como Zapatero: igual que el presidente no reconoce la crisis, él tampoco que vivamos en este día. La hipnosis colectiva hace milagros en fútbol y en política.
Aragonés es reverendo desde que admitió que si Gattuso es una referencia para el equipo italiano, él es cura. No se puede negar el papel de ?fino estilista? de Gattuso, capaz de romperle el contraataque al ?increíble Hulk? después de haber comido un plato de judías pintas. Gattuso en su anterior reencarnación debió ser container de muelle, un elemento difícil de mover si no es con la ayuda de una máquina y la pericia de varios hombres.
El reverendo Luís debería tener en cuenta quién es el Tasoti de esta ocasión para evitar que le rompa las narices a nuestro Luís Enrique de ahora, es decir a Villa o a Torres, porque cuando las cosas se tuercen en la selección española de fútbol también se nos tuercen las narices y los resultados, (una cosa lleva a la otra y al final nos vemos en el aeropuerto, antes de tiempo, con la tarjeta de embarque y mirando la vitrina de los licores). Podemos aprender del ?gafoncio? que nos acompaña y concluir llegado el momento de la debacle tampoco hay que representar una tragedia griega; se puede no ganar pero sin necesidad de acabar en la casa de socorro.
Otro factor que va a pesar esta noche es el emocional-patriótico: Berlusconi no juega, pero casi. Y si se planta en el palco con los Briatore ya tenemos otro elemento más en nuestra contra porque madame Briatore es un debate por sí misma. Su presencia generaría un despiste ocular en Casillas al que se le iría la mirada por el rabillo del ojo, (o quizá el mirar por el rabillo). Llegado el momento de la igualdad en el marcador no descartemos que Berlusconi suba a rematar el último corner con todas sus ganas.
El reverendo Luís Aragonés debería recordar que estamos en el Día del Señor. Por lo tanto no descartemos el milagro.

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Afonías de salón

junio 15th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Por culpa de Villa y Torres el personal tiene una carraspera patriótica que no iba a coger por otra parte que no fuera por el virus del fútbol, (los debates ZP/Rajoy no hacen público, no apetece sentarse a verlos con unas pipas y la bandera). En cambio el fútbol nos ha metido de lleno en el verano y eso favorece a que las voces salgan mejor por las ventanas abiertas. Las TDT, deberían ser una disposición transitoria en caso de reformar la Constitución puesto que gracias a la nitidez de esas imágenes cada salón es un estadio. Y ya que se ve con tal realismo, lo suyo es gritar como si nos oyeran los rivales, (ayer más de un sueco se marchó con pitidos en el tímpano). De ahí la afonía de salón que de toda la vida se ha curado con una copa de anís, pero ahora que nos llaman ?la marea roja? igual nos tenemos que pasar al vodka.
Esta selección es de mucho griterío porque desespera. La estatua del almirante ha dejado de señalar al frente para taparse las orejas con las dos manos, Colón está asustado con el botellón patriótico que se forma a sus pies. Y, las imágenes que nos llegan de Europa nos muestran a jóvenes con la ?rojilla?, son los de la beca Erasmus que ha tomado la dimensión que debía, la de Beca ?Orgasmus?, (ahora sí: a por ellos y a por ellas). Todo lo que se grita va acompañado de una liberación de feromonas, el fútbol favorece el ?hormoneo? adolescente. Pero el equipo de Luís Aragonés es incapaz de estar a la altura de los gritos, hay un desnivel entre lo que se espera de la selección y los resultados que ésta ofrece. Gritamos como campeones pero del empate nos tiene que salvar la caridad, esa señora que ayer trabajó en Suiza a favor de España como si fuera una asistenta por horas que tiene prisa por hacer las camas.
Los expertos en motor dirían que a España no le funciona ?el par?, la relación entre el empuje y el resultado es raquítica. Un flamenco explicaría que la culpa la tenemos nosotros por aceptar como rivales a unos tíos que van de amarillo. No hay emoción: Luís se empana viendo como el reloj marca las horas pero España no consigue romper la red. Nos habíamos acostumbrado a marcar cuatro pero no somos del todo holandeses. Ni con un chupa-chups en la boca nos parecemos a los nietos de Cruiff. Entonces ganamos pero pasándolo mal, como si jugáramos con las botas dos números más pequeñas. Un largo penar que llenará las salas de cardiología, (esto no hay válvula que lo resista). Ganamos, si, pero qué fue de todo lo que habíamos gritado, todo lo que habíamos rabiado; las risas y los cánticos para llegar a una victoria tan agónica como caprichosa. Ganamos con la angustia que nos es propia y la improvisación que nos define. Es decir: era esto.

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El gran circo Aragonés

junio 8th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuando Búfalo Bill llegó a cierta edad, en lugar de buscar un hueco frente a la chimenea, prefirió montar un circo con un viejo enemigo: Toro Sentado. Ambos vinieron a Europa a recrear con salvas y sables de madera sus años de gloria, pero en lugar de transmitir la emoción del oeste lo que lograban era un espectáculo mustio que era el antecedente del ?Chino Cudeiro?. Esa herencia del circo de Búfalo Bill mezclada con la melancolía por la pérdida de Cuba y Filipinas, (el mal del 98), es la selección. Y, Luís Aragonés, el último indio que queda vivo del circo de la decadencia del ?far-west? que estuvo en Europa. Parte de su sordera viene por haber compartido camerino con Toro Sentado, (al que le gustaba calentar la voz con cánticos apaches).
Por encima de la discusión de si debía haber convocado a Raúl, o a otro jugador, el problema se llama ilusión. El deporte sin ilusión es pura gimnasia sueca; una castaña. Y, en esto, aparece José Tomás y pone a una plaza boca abajo y las imágenes corren de mano en mano como si fuera mercancía ilegal. El diestro de Galapagar, sin quererlo, le ha hecho un quite a la selección española de fútbol tan acostumbrada a hacer faenas aseaditas. El público tiene necesidad de emocionarse, hay hambre de espectáculo y de riesgo. Después de los estatuarios de vértigo que realizó José Tomás en Las Ventas, se espera que la selección gane con la heroicidad de las grandes ocasiones. Una selección mecánica, tipo Holanda en los días de Cruiff, aunque gane no transmite al graderío; en cambio queremos ganar como alemanes jugando igual que los brasileños. El público sentado en el palco de su casa, esa zona noble que demarca el espacio de una televisión, demanda magia y pellizco. Luís Aragonés sabe que le van a exigir lo mismo que a José Tomás: que se ate las zapatillas al suelo y que no se mueva aunque a nuestra portería lleguen ?toma-hawks? lanzados con ira. Ese mismo público que rugía en Las Ventas exige genialidad.
El fútbol tiene tanto de deporte como de espectáculo, también se premian las cornadas. Tomás cortó cuatro orejas pero pudo haber salido por la enfermería, a efectos de la masa entregada daba igual, (a él no, claro). En la tarde venteña de los cuatro apéndices, algo que no había pasado en cuarenta años, José Tomás devolvió el hambre de emoción a un público acostumbrado a dormitar en el tendido y a contar moscas.
Luís Aragonés tenía que haber convocado a José Tomás para su gira europea del Circo Aragonés. Después de ver cómo el torero se cruzaba a la muerte de pitón a pitón, le van a exigir que las piernas de sus jugadores no tiemblen ante el pánico del punto de penalti. También algo más de elegancia en el paseíllo, y que no le cuelguen los pantalones del chándal, ¡hombre!

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La garrapata muerde

abril 9th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Los jugadores están hechos para leer defensas, para marcar por áreas, pero no para enfrentarse a una garrapata, un insecto que sería perturbador para el perro de Casillas pero no para Casillas en calidad de dueño del animal. Si las garrapatas pueden con el hombre, entonces es que se acelera el cambio climático; huyamos, el fin está próximo. Si el poeta romántico inglés William Wordsworth hubiera escrito hoy su famoso verso Esplendor en la hierba, le habría tenido que cambiar el título por el de ¡Ojo: esplendor sí, pero peligro con la garrapata que muerde!. Por ahí arriba, en Alemania, se las gastan de a kilo, una simple garrapata veraniega es capaz de acabar con la vida de un lector que se recueste en un prado (de ahí que se haya perdido la afición por la literatura al aire libre).

Por esta parte del mare nostrum estamos hechos a la mosca cojonera que molesta en sangrías y en entierros, pero no teníamos constancia de la existencia de este animalito. Y menos mal que Bush le dijo el otro día a Putin que se había acabado la Guerra Fría, en otro caso tendríamos serios motivos para pensar que las garrapatas eran agentes de la Stasi controlados por el camarada Honecker. El antídoto es una vacuna que jugadores y cuerpo técnico han de ponerse en los próximos días. Y la pregunta es saber si a Raúl le van a vacunar de la garrapata preventiva o quizá Luis Aragonés opte por convocarlo a última hora y que el mordisco del insecto le resuelva el viejo contencioso que tiene con el mejor jugador de España.

También se nos plantea el problema de cómo vacunar a Luis, teniendo en cuenta que él no se quita los pantalones ni en el arco de seguridad de un aeropuerto (¿será necesaria una aguja de titanio que pueda atravesar el pantalón de pana y el gayumbo color carne del seleccionador? Hay que estudiar cómo llegar al glúteo de Aragonés sin acabar con su honra).

A los equipos les hace falta un hechicero que salga media hora antes al campo y desinfecte. O abrir un concurso nacional de domadores de garrapatas que tendría un mayor poder de convocatoria que Operación Triunfo. La imagen de Luis acompañado de Angel Cristo en el banquillo nos daría un caché complementario. Y así como en la NBA tienen a unas chicas muy apañadas que decoran los tiempos muertos, en los descansos podría salir Angel Cristo con unos aros en llamas y hacer que las garrapatas saltasen. Ese numerito nos daría fama y el cariño del público en los estadios. Y, quién sabe, si montar un espectáculo fuera de la Eurocopa: «Las garrapatas de Villar».

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Una mano ?amiga?

febrero 29th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Nada es casual, hasta en la improvisación más liviana hay un gesto premeditado, (esto lo sabe cualquiera que haya visto un ballet ruso o jugar últimamente al Barça). Pensemos que hay grandes cocineros de los acontecimientos casuales, esa gente que actúa sin ser vista, los señores de las sombras. Por eso, cuando más se habla de política, de encuestas, mítines y debates, Samuel Etoo metió su mano para que Dios le ayudara como hizo con Maradona, (y el milagro obró). Si no fuera por la recta final de la campaña electoral, la recuperación del Barça sería objeto de muchos comentarios. Podemos pensar que es una aparición mariana en un corner y llamar a unos pastorcillos para que testifiquen, o volver la vista sobre Angel María Villar que ha decidido animar la Liga. ¿Será Villar el que administra al Barcelona dosis de gerovital?, ¿Ejerce el presidente de la Federación Española de Fútbol de doctora Aslan y por eso un club que estaba a once puntos del Real Madrid ha rejuvenecido en plena cuaresma? La doctora rumana confirmó que con la procaína se podían hacer maravillas, igual Ángel María le ha copiado la fórmula. Ya lo decían los Beatles que con la ayuda de la amistad se puede llegar muy lejos.
Es cierto que el Real Madrid se ha cogido una pájara en el momento más inoportuno, (más que pájara es una avutarda debido a su gran tamaño), pero no menos llamativo es el estirón que ha pegado el Barcelona, una recuperación no exenta de paradojas circunstanciales. Es posible que todo se deba a una jugada de ?villar? a tres bandas: Real Madrid, FC Barcelona y presidente de la Federación. Ese movimiento táctico aprovecharía el ruido de la campaña electoral y pondría a Zapatero y a Rajoy como escudos. Mientras la gente se pregunta quién fue el cursi que sugirió el ejemplo de la niña a Rajoy, los temas del fútbol quedan en una retaguardia misteriosa. No están los mítines para hablar de la Liga porque hay demasiada tensión entre los candidatos, pero no estaría mal que Olga Viza le preguntara el lunes a Zapatero: ?¿oiga, señor presidente, lo de Samuel Etoo fue mano, o no??.
Un país que tiene pantallas de plasma en todos los salones es una nación con una conciencia crítica para analizar las jugadas de fútbol, (vale? también para seguir los debates en televisión). Pero, claro, si uno está en los bailes de Bermejo, en el bonobús, pendiente de las mangas de Zapatero que le quedan extra largas y de los gráficos de Rajoy que se le caen cuando menos conviene, por lógica no puede prestar atención a las repetición de la jugada.
Villar nos debe una explicación. Quizá su mala conciencia le llevó a ponerse la camiseta del Real Madrid, aunque en la foto se aprecia la indiferencia del converso que se ve obligado a abrazar la fe en la que no cree. Memorable instantánea en la que Cerezo también pica y se calza la elástica merengona. El presidente del Atlético de Madrid experimentó, durante un momento, la misma sensación de Raúl cuando dejó el Manzanares. Pero no nos volvamos locos: Cerezo es más colchonero que los patos del Manzanares, y ambos, (patos y Cerezo), están algo descolocados tras las obras de la M-30. Están que no se encuentran. Será que todo presidente y todo pato necesita un buen charco.
Dicen que Etoo metió la mano sin querer, por el mismo motivo Villar se puso la camiseta del Real Madrid en un acto improvisado. Son cosas que ocurren y que nadie se explica.

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Una alegre manera de palmar

enero 21st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La pena negra, otra vez el equipo que hace felices a los demás; traiga usted su crisis al Manzanares que se la apañamos en treinta segundos. Todavía no se había colocado las espinilleras el ángel de la guarda cuando Raúl metió el primer gol; total, esa película ya la habíamos visto, la última vez la protagonizó Ronaldo en el Bernabéu. Gloria Fuertes, que también era atlética, habría acabado un verso diciendo: ?¡qué leche!?. Tras el gol apenas quedaban noventa minutos para sufrir, (hasta el embarazo de las elefantas dura menos, y eso que son dos años de gestación). Aquello era morir a fuego lento, o cómo pretender que una mariposa mueva el culo de un elefante. Los hay que se encierran en un monasterio para interiorizar sus vidas, y también están los que tienen abono en el Calderón para buscar la salvación de sus almas? puesto que su cuerpo tiene menos alegrías que un sherpa nepalí cuesta arriba.
No fue la noche de Pablo, y sí la de Casillas, más regular que el AVE, (si le meten un gol te devuelven la entrada en una oficina que ha montado Ramón Calderón en Concha Espina). Hubo un equipo que lo dio todo: el Atlético; y otro que se lo encontró todo, feo está señalar por si fuera tomado como revancha en tinta. El balón y el juego eran del Atlético pero los goles los ponía el Real Madrid, ingrato reparto de funciones pero el cielo está lleno de injusticias y de gente que llegó antes de tiempo, (casi todos enfermos de coronarias rojiblancas, un colesterol muy malo). Dicen que la tradición manda palmar ante el empuje merengue, pero al seguidor del Atlético le empieza a cansar lo de poner la otra mejilla. Por desgracia, ni aunque el partido hubiera durado noventa días con sus noventa noches, habría habido una ocasión para la fe en la victoria. Dos tiros al larguero, memorables galopadas del Kun, el ímpetu de Forlán entrando en el área como un poseso, el clamor del estadio, batir de bufandas y el sursum corda en trineo, todo para morir en la orilla. Hay que buscar en los archivos del club si Soren Kierkegard escribió el ?Tratado de la Desesperación? después de una temporada como abonado. En el recientemente inaugurado Museo de la entidad hay un muro de las lamentaciones que, para mayor sorna, no es de ladrillo rojo sino de cal muy blanca. Cal viva de la que escuece en los ojos.
Ellos tienen el gol, nosotros la poesía. No todo es el resultado. Si tanta prisa tienen, ¡pues que ganen y ya está!… (?Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio?, Serrat).

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Es el espíritu, no las piernas

enero 15th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En la vieja Grecia, donde se forjó el espíritu de los Juegos, se valoraba más el esfuerzo que el resultado. De ahí que surgiera el llamado ?espíritu olímpico? que no es otra cosa que el afán de superación cuando las cosas se ponen difíciles. Y de eso el atleta sudafricano Oscar Pistorius va sobrado. Es verdad que le faltan las dos piernas de rodilla para abajo, ¿y qué?, un espíritu no se recorta ni se amputa. A Pistorius nadie le gana en superación y en moral, pero en el camino le han aplicado la regla 144.2 que es como un dogma de fe insuperable. Es una regla casi monástica, un talud por el que se despeñan ilusiones.
Pistorius puede correr los 100, los 200 y los 400, pero no puede saltarse la burocracia olímpica que le considera poco más que un motocarro con patines. Y no es justo. Otros corren hasta arriba de sustancias extrañas pero nadie sospecha de ellos hasta que no les pinchan en la vena acusica; y en cambio a este gran atleta se le niega el billete a Pekín.
Pistorius corre como lo hacía Forrest Gump, con unas plataformas que le sostienen, pero en realidad se desplaza con el coraje de un soldado griego por el valle de las Termópilas. Corre y es invencible, pero se para y le descalifican. Un atleta en la pista es mucho más que un anuncio de zapatillas. Le pudieron amputar las piernas pero no las ganas de soñar y el sueño va con alas, lo que reptan es la envidia y la mala leche. Al que hizo la regla 144.2 se le podría preguntar si leyó a Saint-Exupery para saber que lo esencial es invisible a los ojos. Pistorius es un atleta completo, no le falta nada, es a otros a los que les falta vergüenza.

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