Entradas en enero, 2010


Apenas un pueblo

enero 26th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Un negocio floreciente en España sería la instalación de “alcaldes automáticos” en los diferentes municipios, un artilugio dotado de una cámara a la que pudieran dirigirse los ciudadanos y que les respondían desde Ferraz o Génova, en función del partido que se tratara. La estructura de las autonomías ha creado un Estado de regiones no solidarias que sólo dan cuenta ante las directrices de sus partidos. Zapatero no lo vio, por eso fracasó en la cumbre de presidentes a la que fue con ánimo de excursionista y se tuvo que dar la vuelta cuando empezaron los truenos.
El desprecio a la autonomía municipal es tan descarado que apenas los munícipes son noticia cuando los sancionan, (y además sus lideres ni recuerdan su nombre) ¿Puede el alcalde de Ascó, o el de Yebra, invocar los intereses de su pueblo aunque éstos sean contrarios a las directrices de su partido, y salir indemne de la pelea?, pues no. Ahí se les ve en la televisión con cara de compungidos actores invitados a una tragedia que no les corresponde. Más de uno estará pensando ser alcalde para qué, sí te van a regañar desde el partido cuando tomes una decisión que no les guste. En ese caso patentemos con urgencia el “alcalde automático” que en lugar de vara de municipal venga de serie con mando a distancia, (se activa con control remoto y se apagan los focos de rebeldía). Las pilas durarían cuatro años.
La discusión no es sobre el debate de la energía nuclear sino acerca de la independencia que tienen los alcaldes a los que les toca dar la cara por Rajoy, o por Zapatero, o por Montilla, o por Barreda. Los políticos que aparecen en la tele no tienen el problema de convivencia municipal que tienen los alcaldes de poblaciones pequeñas que se tropiezan con el votante en cada acera. Este sistema perverso de reparto de poder ha conseguido que el regidor sea el elemento más frágil sobre el que confluyen todo tipo de presiones. Muchos se preguntan: ¿por qué somos alcaldes?, igual que los socios colchoneros se pregun por qué somos del Atleti. En ocasiones es mejor decir que se trabaja de pianista en un burdel, queda más lucido.
Para los líderes regionales los alcaldes son nada, apenas un pueblo, lo cuál no deja de ser un cataclismo en la democracia interna de un partido y un desprecio al votante. Ataques a las decisiones tomadas en Ascó, o en Yebra, ponen de manifiesto que para Montilla, Barreda, Rajoy y Cospedal, los alcaldes no son más que sus peones repartidos por la geografía. Unos tipos nombrados para vivir entre la espada y la pared, rambos que no sienten ni frío ni dolor. La pregunta es qué harán los líderes nacionales, y regionales, cuando los kamikazes-municipales dejen de sentir placer al arriesgarse por cuenta ajena.

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Puede que mayor pero no maduro

enero 25th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Vivir como niño y delinquir como adulto. La nueva detención de “El Rafita” confirma que no tiene la más mínima intención de insertarse en la sociedad y que los “problemas crecen”. A este sujeto le corresponde el deshonor de haber participado en la violación, atropellamiento y posterior quema de Sandra Palo. Según el informe forense la chiquilla sollozaba mientras ardía. Sólo una Ley del Menor excesiva en su generosidad con las garantías le libró de una condena de larga distancia. Lejos de mostrar algún arrepentimiento “El Rafita” ha protagonizado dos robos con violencia el año pasado.
La madre de Sandra, María del Mar Bermúdez, llegó a pedir protección policial porque le daba miedo ir a la compra y tropezarse con él. Cuando los inocentes tienen que llevar escolta es que la delincuencia ha llegado muy lejos. A “El Rafita” le han echado el guante cuando destripaba un coche con la intención de darse un garbeo el sábado por Madrid, y quién sabe si para cometer nuevas tropelías. Su tendencia a la marginalidad es del todo voluntaria, su acción contra Sandra Palo no fue un juego de niños, detrás del sobrenombre amable de “Rafita” se encierra un ogro sin piedad. Ha vuelto a delinquir porque no conoce otro camino y porque ha ignorado todas las recomendaciones que le dieron en los centros en los que estuvo internado, un poco porque en las cárceles (aunque sean de menores), no se aprende nada bueno y un mucho porque no ha querido cambiar. Los hay que cogen un mal rumbo y se mantienen en la contumacia del error.
Tampoco se le ve muy preocupado porque su nombre aparezca en la galería de peligrosos, a él le da igual. Ya no es un niño, ahora se ha convertido en un hombre sin piedad. “El Rafita” se llama Rafael García Fernández, pero todavía no es un hombre, para serlo en su plenitud tendría que pedir perdón por lo que le hizo a Sandra y reconducir su vida. La repugnancia que provocan sus actuaciones es sólo comparable al miedo que sentirá María del Mar Bermúdez cada vez que vuelve a las noticias el nombre de este tipo.

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Material humano en venta

enero 24th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Tengo hace años por verdad la conocida locución latina de que el hombre es un lobo para el hombre. Plauto lo clavó. Y aunque no hayan leído a los clásicos las mafias se han acercado hasta Haití para sacar partido de la miseria, siempre ocurre igual por mucho llamamiento solidario y mucha aportación económica que hagamos, (por cierto qué rentable le sale a un banco una catástrofe de la que saca la habitual comisión).
Denuncia UNICEF que quince niños han “desaparecido” de los hospitales de campaña de Puerto Príncipe. El asunto es terrible, no es que haya entrado Peter Pan volando por la ventana, ni que Campanilla se los haya llevado al “País de Nunca Jamás”; muy al contrario esos niños han volado de sus camas porque las mafias los han raptado. UNICEF se lo temía y su miedo se ha confirmado al hacer recuento. El lobo del hombre es capaz de pagar a una hiena para que le traiga la comida a casa, es decir que los ricos son capaces de dar una comisión para que les traigan un niño de repuesto al que arrancarle los órganos, o para hacer con ellos cualquier barbaridad. Y cuando digo cualquiera es la peor que puedan imaginarse. Las mafias no trabajan gratis por lo tanto el negocio de desguazar niños debe ser muy rentable. Lo peor no son las mafias, (a fin de cuentas hasta creen que tienen sus códigos porque todo mafioso quiere parecerse a Robert de Niro), lo asquerosamente repugnante son esos ricos anónimos que sin pisar Haití son capaces de mandar que se rapten niños para saciar de sangre sus colmillos de serpiente. Se les podría considerar unos hijos de puta en el caso de que tuvieran claro quién era su madre.
Los niños de Haití sólo nos interesan cuando salen de los escombros y se abrazan a los bomberos, son imágenes tiernas que tienen categoría de portada en todos los telediarios. Entonces parece que la ayuda internacional tiene sentido y que somos los más solidarios del planeta; en cambio cuando se acaba el interés de las televisiones el niño pasa a la sala de convalecientes de un hospital, y es allí dónde las mafias hacen su “lista de la compra”. Son hospitales con escasa vigilancia así que ni las moscas les echarán de menos porque irán a la cama de otro.
Si tienen suerte “sólo” les habrán amputado una pierna, o un brazo; “sólo” habrán perdido a sus padres y hermanos; “sólo” se habrán quedado sin casa condenados a criarse en la indigencia. Y, si no tienen esa “suerte”, unos tipos se los llevarán metidos en el maletero del coche hasta República Dominicana donde serán vendidos como comida para depravados, carne de cañón, piezas de recambio para niños de ricos a los que les hace falta un órgano fresco.

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Amigos íntimos

enero 20th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lo recomendable cuando uno es escritor es asegurarse, (antes de tener éxito), de que sobrevivirá a todos sus amigos y conocidos. En otro caso te puede pasar lo que le ha ocurrido a Steve Larsson al que un íntimo le ha escrito un libro a traición, por la espalda, por detrás de la lápida. Larsson murió hace seis años pero eso no es impide que le puedan hacer un “homenaje” a posteriori, sin duda que motivado por ese deseo de venganza que tienen algunos con los que triunfan.
La envidia es un sentimiento que se maneja en cualquier lengua, también en sueco. Así que el amigo se ha dedicado a ponerle a escurrir con la sana intención de descargar su memoria y de ganar unos milloncejos a costa del difunto. La parte positiva para él es que el muerto no podrá siquiera argumentar una coartada porque no tiene capacidad de escribir un alegato. El amigo se apropia del derecho de la última palabra y la última puñalada, y todo por el diez por ciento de los derechos de autor. Una venganza de tal calibre al menos merecería ser recompensada con el cincuenta por ciento de los derechos de autor, Judas cobró mucho más.
Sería de culebrón que apareciera en casa del editor un libro de Larsson poniendo a escurrir a sus amigos, entre ellos al del crimen literario. Sólo por ese soponcio merecería la pena. Vaya panda de cabrones que son los amigos, merecen que se les aparezcan los fantasmas de madrugada cuando sueñan con la fama y el oro.

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Limusina a la parrilla

enero 18th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

A la centenaria Gran Vía madrileña sólo le faltaba una limusina en llamas, pues ya la tiene en su álbum de estampas insólitas en la que también se cuenta el toro que estoqueó el diestro Fortuna con el sable de un municipal. Aquello ocurrió el 28 de enero de 1928; la limusina se ha quemado casi en el mismo sitio ochenta y dos años después. Por lo tanto la culpa la tiene el mes de enero. Ya le pueden dar el título de vía de los pasmos, todo lo que ha pasado en Madrid de referencia ha ocurrido allí, desde el desfile en descapotable de Franco con el presidente Eisenhower al coche-falla pasando por el toro y por los artistas de cine que han estrenado película. El epicentro del “mapamundi de Madrid” está en La Gran Vía donde igual se organiza un congreso de top manta que se puede disfrutar de una limusina a la parrilla, (“la voiture flambé” diría un turista francés).
La leyenda urbana atribuye a las limusinas la mayor de las lujurias rodantes, buena parte del mito se alimenta por sus cristales tintados tras los que se vislumbra una Sodoma de champán en zapatos de tacón y risas alocadas de cosquillas en la palanca de cambio. Y va a ser verdad que se trata de un vehículo caliente porque ha salido ardiendo como si fuera un anuncio del infierno. El placer nunca fue una materia ignífuga ajena a las chispas, ¡ni mucho menos!
Alegra saber que los coches grandes, los más llamativos y caros se calientan como aquellos seiscientos que otrora atascaron las calles de Madrid. Escaso consuelo para el dueño de la limusina pero una circunstancia que iguala al lujo rodante con los humildes pelotillas del asfalto. Ya lo dice Pere Navarro que hay que vigilar el estado del vehículo antes de salir del garaje, consejo que vale para un motocarro y para el coche de un futbolista que suele tirar a ovni rodante. Nunca fue bueno un calentón, y menos cuando se origina como éste en el asiento de atrás.

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La comilona de Caja Madrid

enero 18th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Por si fuera de interés del próximo presidente de Caja Madrid, y para reparar lo que podemos calificar a todas luces un “agravio histórico”, traigo a estas páginas la circular interna número 12 de Caja Madrid correspondiente al 16 de julio de 1939, (como a nadie escapa emitida a los pocos meses de acabar la contienda y a los pocos días de haber entrado “los nacionales” por la calle Donoso Cortés hasta llegar a la plaza de Quevedo). En esa circular se exhorta a los trabajadores de Caja Madrid a celebrar la fiesta denominada “Exaltación del Trabajo”, que no podría celebrarse en otra fecha que el 18 de julio, y se detalla las dificultades que encontró la dirección para cumplir con la norma.

Para empezar, y cito textual: “todas las gestiones realizadas, que no han sido pocas, resultaron infructuosas por no tener los restaurantes servicio de loza, cristal y cubiertos para los 250 compañeros que, aproximadamente hemos de reunirnos”. Y ahora viene lo mejor del párrafo: “la rapiña roja lo que no robó, lo destruyó”.
Pero si piensa el lector que esa dificultad supuso un óbice para el entonces director gerente, Antonio M. de Mazarrasa, se confundiría. Al revés, el director gerente inventó el picnic muchos antes de que se fabricara el seiscientos y la escapada de domingo a la Casa de Campo puesto que pedía a los empleados que acudieran con viandas suficientes para realizar el encuentro, exaltación y comida patriótica que concluía con discurso del señor Ministro de Organización Sindical.

Trasladada la petición a nuestros días, y actualizado al alza su número de trabajadores, consejeros y directivos de la entidad, no estaría mal que el nuevo presidente, don Rodrigo Rato, tuviera el gesto de reparar aquella comida que nunca fue citando de nuevo a la plantilla incluidos sus jubilados. O, en su defecto, reeditar el picnic en señal de amistad, (total, una tartera la tiene todo el mundo). Tampoco es necesario que se celebre en el mes de julio puesto que no se trata de un homenaje a la nostalgia sino de una reparación histórica.
Ya que hay loza y cubiertos para todos, al menos que haya comilona con la que celebrar la llegada del nuevo presidente. Y, tampoco estaría mal, una corrida de toros extraordinaria como era costumbre en época de Isabel II cuando se toreaban dos corridas a la vez en lo que se llamaba “a plaza partida”.

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El “Lewinsko”

enero 12th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Algo huele a cuerno quemado en el Ulster. El primero ministro, Peter Robinson, ha perdido el norte, (Irlanda), a su mujer y también su trabajo. Al bueno de Peter sólo le falta que le abandone el desodorante. El epicentro de la cuestión es Iris, su mujer, que iba de casta puritana y ha terminado confesando haber sido amante de un chico y, probablemente también de su padre, e incluso de un compañero de militancia del marido. Una auténtica máquina sexual oculta bajo la carrocería de una sexagenaria, (o mejor sexo-genaria), que ha provocado un tumulto político en Irlanda y un soponcio en las charlas del té.
No se puede negar que la señora Robinson no sea generosa puesto que al novio, cuarenta años menor que ella, le puso una cafetería en homenaje al café, a las plantas tropicales y a la letra de “mami, ¿qué será lo que tiene el negro?”. La cafetería es la versión actualizada del piso que se alquilaba a los amantes en otras épocas. Bill Clinton que iba de machote fue incapaz de ponerle siquiera un estanco a su becaria Mónica por los servicios prestados. Sólo desde las lenguas viperinas se puede criticar que Iris fuera generosa con las personas que amaba incluido su marido, el primer ministro, que vivía en la mismísima azotea de la “13 Rue del Percebe” ajeno a toda cuestión que no fuera el gobierno, mientras que por la espalda le estaban dando unos pases que ni Enrique Ponce cuando se viene arriba en la Monumental de Méjico. Iris también complacía a su marido porque en ningún momento sospechó que era un cornudo, ni cuando los clarines de la plaza tocaron el tercer aviso.
Lo que se entiende mal son las consecuencias desiguales de este asunto: mister Robinson abandona el poder de manera provisional pero ella acaba ingresada en un siquiátrico sometida a duchas frías. En realidad Iris no está poseída sino que ha estado enamorada de manera compulsiva de un chico muy joven que le dio aquello que no había encontrado en la llamada erótica del poder. En los capuchinos que le ponía su amante encontró la felicidad que no tuvo en las cenas de etiqueta. Iris se dio cuenta de que mejor que tener un buen peluquero era encontrar a una persona que la despeinara adecuadamente. Ahora el chico, en adelante el “lewinsko” en homenaje a la célebre becaria de la Casa Blanca, se ha quedado con el negocio, con la fama, ¡y también con las propinas! Sin embargo a la pobre Iris le cuestionan como a una mujer adúltera y endemoniada sin que nadie admita que el señor Robinson era un marido muy previsible. Sin duda que los Robinson eran una pareja condenada a aburrirse durante años como Dios manda, sólo la atención mediática ha desmontado un pastel mucho más generalizado de lo que parece. Aquí no sólo a Tiger Woods le gusta el deporte.

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La nieve desinhibe

enero 11th, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Ya están aquí: los que faltaban para el anuncio. Me refiero a ese en el que se cuenta cómo una embarazada rompe aguas y en el vagón hay un equipo médico al completo. Eso es: metro de Madrid, la suma de todos. Y en días como los presentes, en los que se hiela hasta el pensar no es raro encontrarse a un grupo de voluntarios dispuestos a quitarse la ropa sin temor a que se les escarche la buganvilla.
Siempre se cumple la regla de que ninguna buena acción queda sin su “justo” castigo. A ellos también les han criticado, no tanto por la ausencia de tela sino por la ropa interior. Nunca llueven calzoncillos a gusto de todos, de ahí el cotilleo de los andenes para criticar si tal prenda está a la moda o si por el contrario es del ropero de Tarzán. Somos así, no es maldad sino tendencia al despelleje del prójimo como actividad social. Las alegres comadres, y los alegres compadres, no se van a quedar sin hacer la disección de los autores del despelote metropolitano.
El frío es el responsable. Igual que en San Sebastián siempre hay un abuelo dispuesto a meterse en el mar cuando nieva, en Madrid hay gente que hace cosas raras cuando caen copos. Psicoanálisis al margen lo cierto es que el frío nos desinhibe de mala manera. A diferencia de lo que ocurre en la playa de la Concha, en Madrid hemos podido saber que esta “performance” del nudismo urbano terminó bien. Lo que ocurre en la playa de San Sebastián está por demostrar puesto que nos quedamos con la intriga de saber si el abuelo regresó de las aguas, (al menos uno sí, el que sale en el anuncio con Susana Griso).
La nieve que provoca arterosclerosis urbana y ralentiza las comunicaciones también es capaz de inducir a comportamientos extraños. Puede que en las próximas horas haya colectivos que se quiten hasta los pendientes. Los de la foto lo hicieron por un “pásalo” de internet, y no porque la crisis les hubiera desmantelado el armario.
Ante las nevadas intensas se recomienda siempre al menos una pequeña prenda porque en algún lugar hay que llevar las llaves de casa y el móvil. Y aunque estés desnudo hay que usar cadenas, no todos tenemos un cuerpo cuatro por cuatro. Y silbar: “¿Frío, yo?, ¡nunca!”.

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El espejo de la Puerta del Sol

enero 2nd, 2010 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La Puerta del Sol además del “topicazo” del kilómetro cero, sede del Gobierno regional y recuerdo histórico de balcón republicano es “plaza”, y en semejante lugar se ha desarrollado siempre la democracia desde los griegos hasta la fecha, y no íbamos a ser nosotros menos. La fuerza de un público en una plaza tiene mucho de empuje de riada, es ese público el que otorga orejas en los toros, o el que manda callar a su presidente, o el que inicia las revoluciones bien contra el francés invasor o contra la monarquía de Alfonso XIII. Y el mecanismo es siempre el mismo: uno se concentra en el ágora con ánimo festivo pero nunca se sabe como puede acabar la tarde, (o noche). Otro año más, y como es costumbre, miles de “valientes” se ponen el frío por montera y se “incomodan” para seguir la versión castiza del Big-Ben, el reloj que nunca falla ni en tiempos de crisis ni en época de bonanzas. Y lo hace con tal rigor y puntualidad que ese dicho que afirma que a cada uno nos llegará nuestra hora debe ser cosa del relojero de Sol.
El encuentro no deja de tener su punto reivindicativo, ya que uno acude a tomar las uvas al menos que le hagan caso y pueda dejar constancia de su sentir. En ese magma social hay de todo, desde borrachos sin taberna a parejas recién “deshechas”, pasando por guiris, paisanos, transeúntes y reivindicantes. De tal manera que si Noé tuviera necesidad de hacer una segunda reedición de su famosa Arca le bastaría con rescatar a los que toman las uvas en la Puerta del Sol para poner a salvo a la especie humana. No hay otro catálogo más vivo y más interesante. Y, al margen de los “barridos” rápidos que ofrecen las imágenes de las cámaras de televisión, merece la pena detenerse en el paisanaje atrapado en el objetivo de una cámara digital. Una imagen es una verdad mil veces presenciada.
Este año se utilizó la fachada del edificio para proyectar deseos europeos y para jugar con las luces, y el resultado no pudo ser más espectacular; las estrellas amarillas de la Unión Europea plasmadas en la fachada del edificio, (epicentro durante un semestre del sentir europeo). La causa europea encaja tan bien en Madrid que no se entiende cómo estuvimos más de cuarenta años fuera de las instituciones comunitarias; es más, parece que el edificio fuera construido para la ocasión sin recordar, (para nada), su pasado como Dirección General de Seguridad en época franquista, un reducto del pensamiento único y de su brazo armado tanto en lo ideológico como en lo que tuvo de cachiporra. Ahora los madrileños saben que en sus balcones igual asoma un ciclista que un tenista o un equipo vencedor. Balcones que tienen el valor simbólico de los adoquines del foro de Roma.
Uno acude a la Puerta del Sol para reivindicar lo que tiene a bien: la amistad, el ensalzamiento del alcohol, la soledad o el cabreo por no tener trabajo, de ahí la enorme pancarta con “Paro No”, para que en Europa se den cuenta de las necesidades que tenemos por aquí, y para que aparezcan esos brotes verdes que tanto les cuesta aflorar. O esa otra que pedía la supresión de la tauromaquia, y se entiende que el envío inmediato al exilio de Enrique Ponce, José Tomás y también de los ganaderos de reses bravas, (no todas las plazas tienen que ser taurinas, ni mucho menos). Y ese otro que se curró una pancarta-collage en verso para decir que era catalán, español y que se tomaba las uvas en la Puerta del Sol, sin esperar a que el Tribunal Constitucional le estropeara un buen momento. Todo eso se puede hacer mientras uno espera a que den las uvas, en legítima unidad de pluralidad y diversidad de opiniones. Luego vendrá el futuro en forma de nueva década y pondrá las cosas en su sitio. De momento la idea es que el 2010 sea “feliz”, lo decía el tradicional luminoso sobre el reloj. Doce uvas para doce meses, y un deseo de bienestar para el resto del año que ha empezado.

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