Entradas en enero, 2008


Mensaje en la Botella

enero 28th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Si el alcalde de Madrid perdiera la vocación, (que es posible), la delegada Ana Botella podría alcanzar la vara de mando porque comparte con Gallardón un sentimiento común: los dos le tienen tirria a los grafitis. No hace mucho que el alcalde mandó derribar una valla en la que salía reflejado, por cierto con una calidad artística indudable, y a continuación la delegada de Medio Ambiente presentó un infalible sistema de lavado de paredes urbanas a presión. Doña Ana, como la Academia: limpia, fija y da esplendor. Porque si mucha es la constancia de los grafiteros, mayor aún la de nuestra concejala, (si por ella hubiera sido el Muro de Berlín habría acabado sus días con el hormigón brillante y sin mancha alguna).
Sucede que acotar el arte es siempre una empresa costosa puesto que no hay nada que anime más a los autores que la prohibición de sus trabajos. Lo clandestino es tremendamente morboso. En las paredes donde luce el cartel de: ?prohibido pegar carteles, responsable la empresa anunciadora?, es dónde más afiches se han puesto de circos de gira y cantantes en promoción. Y nunca que recuerde metieron en la cárcel a los Mecano cuando anunciaban su presencia en Las Ventas. Existe una tendencia sublime que lleva a decorar los espacios prohibidos, que se lo digan a los árboles del Retiro donde florecen corazones de tiza en cuanto amaga la primavera con su luz. En mi colegio la pared más escrita estaba encabezada con el sugerente rótulo de: ?tonto el que lo lea?, algo que nadie podía resistirse a leer, porque más tonto es el que prohíbe.
La portavoz de Las Artes de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Milagros Hernández, sugiere acotar espacios para que puedan desarrollar su capacidad artística los grafiteros madrileños, lugares donde se pueda tirar de bote de spray sin temor a que los municipales cojan al autor de las orejas y lo lleven al despacho de doña Ana. Y, allí, puestos de cara a la pared y con orejas de burro deberán penar su culpa no sin antes sollozar compasión. Lo mejor sería que les obligaran a escribir su nombre mil veces como hacían en ?La Vida de Bryan? con el palestino que se quejaba de los romanos, aunque al día siguiente todos los muros de la ciudad amanecieran con pintadas subversivas.
El grafiti es una forma de expresión y como tal cualquier medida destinada a limitarlos está condenada al fracaso, y mucho más cuando se pretende que sea con argumento moralizante. Confundir a un artista con un crío díscolo tiene sus efectos secundarios. Imaginemos lo que serían cientos de grafiteros en contra del Ayuntamiento colocando en lugar de imágenes, textos incómodos. La guerra entre el jabón y la pintura siempre la pierde el jabón porque lo subversivo tiene una gran capacidad de reproducirse. No mancha el arte, mancha su prohibición.

Compartir:


El invierno del topillo

enero 27th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Para que no se repita el esperpento del pasado verano en los campos de Castilla, y como medida preventiva de males mayores, se ha creado un protocolo de lucha contra el topillo. Como estamos en tiempos de operaciones de nombres ingeniosos, a esta movida preventiva se le podría bautizar como Operación Topi. No es necesario poner a un guardia en cada agujero de la tierra, pues en ese caso harían falta más que los guerreros de Xián, sino que un técnico acuda a los pueblo con bromodiolona en lugar de clorofacinona, ¿sencillo, a que si? Ahora sólo hace falta esperar a que los topillos tengan mínimos conocimientos de Química para que sepan apreciar la diferencia. Más discutible es que el hombre aprenda a distinguirlos; si tenemos en cuenta que hay gente que confunde el nombre de sus hijos, podemos pensar que hay razones para sospechar que se liarán con la química y pondrán polvos talco donde habría que poner bromodiolona. No es fácil acabar con el topillo.
En las entrañas de la tierra hace maniobras un ejército de roedores, se preparan para saltar a superficie cuando el sol de la señal de atacar las plantaciones. Y, de nuevo, veremos escenas tan cómicas como las este verano cuando tras fracasar una apisonadora de topillos? el alcalde de un municipio y sus secuaces, saltaron sobre ellos como el que baila break-dance. Y luego dirán que Ibáñez se inventa las escenas de ?Mortadelo y Filemón? basadas en un mundo irreal. Contra el topillo se han intentado todo tipo de medidas, todas ellas condenadas al fracaso más estrepitoso, sólo falta que se les incluya en la recientemente reformada Ley Vial con el objeto de restarles puntos. Todo un disparate agreste.
Prueba de que el cambio climático existe es que no tenemos respuesta para explicar la modificación de los hábitos de algunos animales. Hay gallos que adelantan y te despiertan de madrugada, toros que salen pacifistas y rehuyen la pelea, topillos despistados e incluso políticos desnortados, (feo está señalar).
El sector agrario es uno de los que más se ha visto perjudicado por el aumento del paro, pero no tanto porque no haya empleo para todos sino porque hemos abandonado el campo. Los niños de ciudad, (los urbanitas), están convencidos de que los cogollitos nacen en unas bolsas de corcho blanco que sus madres venden en el supermercado. De ahí que todo lo que provenga del campo nos parezca un misterio insondable.
Seguro que nuestros abuelos eran capaces de controlar las plagas sin acudir al bote de bromodiolona, pero se ve que los nietos salimos con menos luces. Una cosa son los topillos y otra los torpillos, que también abundan.

Compartir:


El Gobierno puede estar tranquilo

enero 27th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El pasado lunes, cuando se produjo la caída espectacular en las Bolsas, tuve la precaución de caminar por el centro de la calle, no fuera a ser que llovieran brokers de las ventanas envueltas en llamas. Pero no fue así. Tampoco se veía una disminución de coches, todo lo contrario; y en los bares había las mismas colas para comer a mediodía. Era cierto que la Bolsa había tenido una fuerte lipotimia pero los españoles no cumplían el guión de una crisis como la de Wall Street del año 29. Tal vez porque alguien exageraba en las previsiones. Si era cierto que la economía se venía abajo entonces los españoles seríamos unos temerarios que se juegan el chupete y la cuna del niño en el casino. En ese caso debería aparecer el ángel de la zona euro para expulsarnos del paraíso de la moneda única con su espada flamígera, por irresponsables.
La oposición del PP, reunida de urgencia en sínodo extraordinario, predijo unas consecuencias catastróficas según se podía extraer por la forma en la que planeaba la gaviota aquella mañana de enero, (cada uno hace sus augurios como le parece más folklórico). Pero, una vez más, la realidad vino a estropear los cálculos políticos: no hubo españoles haciendo cola para adquirir pan, aceite y sal. No se produjeron atascos en las entradas de las gasolineras. No se vaciaron las calles con gente que gritaba sin rumbo con las manos en la cabeza, tal vez pronunciando palabras en idiomas extraños. Para tratarse de la anunciada batalla del euro aquí nadie cavaba trincheras con las uñas, ni se tapó a La Cibeles con sacos terreros para que no le dieran los cascotes de la inflación y la metralla del Ibex 35. Y eso que nos habían anunciado que no quedaría huella de la prosperidad pasada, volveríamos a la cartilla de racionamiento y a separar piedras de lentejas en una ceremonia propia de los años cincuenta.
Sucede que cuando el pastorcillo agota su voz anunciando que viene el lobo, y no es verdad, el rebaño le coge cierta tirria al joven tenor. Los que pregonan las siete plagas de Egipto sobre la economía nacional se irritan mucho cuando luego sólo muestra síntomas de tener un catarro. Esa percepción de amenaza bíblica no se ha trasladado a la calle donde se compran y venden pisos, donde el dinero circula, donde podemos ver carteles de ?se necesita personal?. A poco más de diecinueve días, y quinientas noches del 9 de marzo, la economía no parece que nos vaya a recortar la calidad de vida. Es verdad que ha caído el consumo de artículos de lujo pero aquí siempre fuimos de natural discretos pero de vivir alegre. Lo único que se vende mal es el discurso del miedo, eso no hay quién lo compre, (será cosa de la inflación sentimental).

Compartir:


La mesa camilla

enero 24th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cada vez que veo a Solbes llamar a la calma se me viene a la cabeza Carlos Arias dando el parte de la salud del Caudillo, que Freud me perdone. La crisis de los mercados es como la niebla, aparece cuando no te la esperas y cuando te engulle pierdes el sentido de la orientación. Los políticos han cambiado a la echadora de cartas por su analista financiero, hay cola para que te lean los posos del café en el bar de La Bolsa. Los que saben se refieren a indicadores que presagian un futuro complicado, ahora entiendo por qué eligieron a Solbes: porque nunca se ríe. En un episodio de ?La Familia AdamŽs? le preguntaban a Miércoles, la hija pequeña, por qué iba de negro si nadie había fallecido. Y aquella niña de trenzas ideales pero de sonrisa de hiena, respondió: ?espera y verás?.
En el imaginario popular tenemos interiorizado la caída de La Bolsa del 29, tipos saltando por las ventanas en llamas como en Sodoma y Gomorra. Contaba Joe Kennedy que se dio cuenta de que el mercado estaba sobrevalorado cuando su limpiabotas le recomendó invertir en ferrocarriles y petroleras. La Bolsa, como el amor de verdad, es sólo cosa de profesionales. Por el momento ni Solbes, ni Pizarro, han soltado prenda de lo que les ha dicho su limpiabotas, o igual no tienen para no escucharle. Pero no estaría mal que el gobierno inventara un air-bag financiero porque según parece nos vamos a dar con los dientes en el salpicadero del mercado. Tal vez serían oportunas algunas palabras más técnicas, de mayor calado, que no todo sea decir lo del capitán novato que atraca por primera vez el petrolero y ve como se acerca el muelle: ?¡cuidado, cuidado, cuidado!?.
Tiene razón Zapatero cuando recuerda que el pánico es contagioso y que se debe guardar la calma hasta en los peores momentos, pero tampoco a nadie le extrañaría si el presidente del Gobierno saliera diciendo: ¿hay algún economista en la sala?, como el que pide la presencia un médico porque se le ha desmayado un pariente. Igual que tiran sal en las carreteras que arrojen sales en el parqué de La Bolsa para evitar la muerte súbita del inversor.
Los analistas financieros se fijan en los indicadores para evaluar la crisis, cuando hayan visto la mesa camilla de los Príncipes de Asturias se habrán echado las manos a la cabeza. Una nación que vuelve al brasero y al parchís está en plena recesión moral. Dice Cándido Méndez que la Bolsa es una señora hipocondriaca que se asusta por todo, pero ni en el hogar de Méndez se pueden ver unas sillas de mesón castellano, (estilo remordimiento español), como las de doña Letizia. La crisis se evidencia cuando sobre el paño de Tarrasa que cubre la mesa de camilla de un príncipe se juega al mus donde un simple as vale tanto como un rey.

Compartir:


La salita del Príncipe

enero 23rd, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Se han apuntado un tanto los Príncipes de Asturias al enseñar parte del salón de su casa. Cuando mucha gente pensaba que tenían un hogar de diseño, tal vez decorado con gusto postmoderno, se les ha visto alrededor de una mesa de camilla. Seguro que la caterva monárquica saldrá diciendo que es una herejía a la institución, pero la familia española que juega al parchís y comparte la vida sobre un tapete redondo, es una familia a tener en cuenta. Esperemos que no haya sido puesta ?ad hoc? para la foto, o que forme parte de una campaña de lavado de imagen. Es más, si los Príncipes repartieran fotos suyas en la mesa de camilla, en lugar de las de uniforme con entorchados, su popularidad ganaría bastante. Estamos hartos de ver como personajes de medio pelo presumen con impudicia de unas viviendas de impresión, por lo tanto reconforta que en Zarzuela tenga como preocupación buscar un paño de Tarrasa con el que hacer unas faldas. Y, se supone que también, colocar el estratégico brasero que tantas horas de confort ha dado a la clase media española. En esa imagen entrañable hay un guiño de elogio a la república; no hay otra cosa más igualitaria que la circunferencia de una mesa de camilla. Y, allí, entre acto oficial y recepción al canto, jugarán al mus donde un as vale lo que un rey. Igual al jefe de protocolo le ha dado un pasmo pero, ahora que baja la Bolsa, los Príncipes de Asturias apuestan por el entorno de un tiempo de castañas.

Compartir:


Una alegre manera de palmar

enero 21st, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La pena negra, otra vez el equipo que hace felices a los demás; traiga usted su crisis al Manzanares que se la apañamos en treinta segundos. Todavía no se había colocado las espinilleras el ángel de la guarda cuando Raúl metió el primer gol; total, esa película ya la habíamos visto, la última vez la protagonizó Ronaldo en el Bernabéu. Gloria Fuertes, que también era atlética, habría acabado un verso diciendo: ?¡qué leche!?. Tras el gol apenas quedaban noventa minutos para sufrir, (hasta el embarazo de las elefantas dura menos, y eso que son dos años de gestación). Aquello era morir a fuego lento, o cómo pretender que una mariposa mueva el culo de un elefante. Los hay que se encierran en un monasterio para interiorizar sus vidas, y también están los que tienen abono en el Calderón para buscar la salvación de sus almas? puesto que su cuerpo tiene menos alegrías que un sherpa nepalí cuesta arriba.
No fue la noche de Pablo, y sí la de Casillas, más regular que el AVE, (si le meten un gol te devuelven la entrada en una oficina que ha montado Ramón Calderón en Concha Espina). Hubo un equipo que lo dio todo: el Atlético; y otro que se lo encontró todo, feo está señalar por si fuera tomado como revancha en tinta. El balón y el juego eran del Atlético pero los goles los ponía el Real Madrid, ingrato reparto de funciones pero el cielo está lleno de injusticias y de gente que llegó antes de tiempo, (casi todos enfermos de coronarias rojiblancas, un colesterol muy malo). Dicen que la tradición manda palmar ante el empuje merengue, pero al seguidor del Atlético le empieza a cansar lo de poner la otra mejilla. Por desgracia, ni aunque el partido hubiera durado noventa días con sus noventa noches, habría habido una ocasión para la fe en la victoria. Dos tiros al larguero, memorables galopadas del Kun, el ímpetu de Forlán entrando en el área como un poseso, el clamor del estadio, batir de bufandas y el sursum corda en trineo, todo para morir en la orilla. Hay que buscar en los archivos del club si Soren Kierkegard escribió el ?Tratado de la Desesperación? después de una temporada como abonado. En el recientemente inaugurado Museo de la entidad hay un muro de las lamentaciones que, para mayor sorna, no es de ladrillo rojo sino de cal muy blanca. Cal viva de la que escuece en los ojos.
Ellos tienen el gol, nosotros la poesía. No todo es el resultado. Si tanta prisa tienen, ¡pues que ganen y ya está!… (?Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio?, Serrat).

Compartir:


La batalla del euro

enero 20th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuando José Blanco cita a Pericles, malo. Si un político cita a un clásico de Grecia podemos pensar aquello que decían en La Codorniz: ?cuando un pobre come merluza: o está malo el pobre, o está mala la merluza?. Pericles en boca de Blanco es un peligro. El secretario de organización del PSOE saca a relucir al viejo general griego para decir que un español habría necesitado veinte siglos para ganar el dinero que Pizarro obtuvo al frente de Endesa. La cita es ingeniosa si no fuera porque se equivoca en el cálculo; el llamado siglo de Pericles comienza en el sitio de Samos, (439 antes de Cristo).
Sí es verdad que a Solbes se la ha puesto cara de busto ateniense y que espera el duelo con Pizarro con gran entusiasmo, aunque ninguno de los dos sea Gary Cooper en ?Sólo ante el peligro?. Pero no deja de ser triste que en lugar de discutir sobre modelos económicos? se peleen por cómo hizo la fortuna el número 2 del PP. En el fondo el modelo de los dos grandes partidos es tan parecido que o Blanco dice una chorrada o no tenemos titulares. Puestos a mirar modelos de gente que se forró en un abrir y cerrar de Bolsa, en el PSOE tienen una buena cuadra, la afamada ?beautiful people?. Algo de lo que tampoco están exonerados en el PP, caso de Villalonga en Telefónica, a la que accedió teniendo como todo mérito la amistad de pupitre con el entonces presidente del Gobierno.
De repente se han olvidado de las recetas del conejo y de las amenazas del barril de petróleo. Cambio de giro en la escuadra, ahora los cañones apuntan a otros objetivos, la batalla del euro está en todo su esplendor. Aquí vale todo, hasta si a uno de los candidatos le cogieron copiando en el examen del carnet de conducir, o colándose en un autobús de Londres en los lejanos tiempos del ?all you need is love?. Olvidan los combatientes que se discute de otra cosa con mayor enjundia: el futuro de nación, las relaciones entre las comunidades autónomas, la forma de Estado y el bienestar de los ciudadanos.
Mientras discutan sobre la fortuna personal de Pizarro andarán por los cerros de Úbeda, allá por los campos donde impartió clase Antonio Machado cuando desasnaba bachilleres en tiempos de la República. A don Antonio le consolaba la tristeza el paseo entre Úbeda y Baeza, por la sierra Mágina, entre olivares monocordes. Quizá deba crearse una ruta nacional para aliviar la tristeza pre-electoral que ofrecen estos candidatos que confunden siglos con años, generales con filósofos, fortunas con eficacias, aullidos con debate. Clinton le dijo a Bush padre aquello de ?es la economía, estúpido?. ¡Qué gran frase!

Compartir:


El despeñado

enero 17th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En el Teatro Real de Madrid ponen ?Tristán e Isolda?, pero la Ópera de verdad, la que tiene tensión narrativa, argumento cantado, monólogos de poner los pelos de punta y la carne de gallina de Guinea es la del alcalde de Madrid. Atentos a la narración pero silencio porque peligra la vida del artista. Gallardón contraprograma a Wagner en un último intento por hacerse notar, y como en el drama de Tristán las circunstancias le arrastran a cometer un acto que no quería, (porque en realidad siempre se mostró proclive a apoyar a su partido y dispuesto a lo que dijera el jefe; salvo que el jefe dijera lo contrario a lo que él pensaba. Entonces no). Lo que le falla a Gallardón es que no ha sabido calcular el final de su puesta en escena, de ahí el enfado en Génova y de ahí que luego reconsiderara su dimisión en otra noche amarga. Pero es que cuando una tragedia dura más de un año pierde intensidad y se convierte en triste gotera, porque todo cansa y a todo se habitúa uno.
La Ópera de Gallardón consiste en un personaje que amaba tanto a su ciudad que fue capaz de jugársela a las cartas con Rajoy, Aguirre y Acebes. Y perdió el envite que él mismo planteó; Aguirre dijo veo y dos más. Pero en lugar de replegar velas lo que hizo es poner por delante su orgullo e interpretar un llanto seco de falsa lágrima de cocodrilo de tienda de todo a un euro. Y, en lugar de apoyar la causa de su jefe, se reserva la facultad de marcharse cuando los niños de San Ildefonso hayan cantado los resultados de la noche del 9 de marzo. En caso de perder Rajoy, Gallardón además de marcharse le pediría el libro de reclamaciones y una pensión compensatoria por abandono del hogar político. Éste era el alcalde que tanto amaba Madrid y cuya vara le hacía sentirse el más feliz entre los dichosos, pero que con la rabieta demuestra que la ciudad era un trampolín, pero cuando uno tiene vocación de torero popular es normal que tienda al salto de la rana.
De repente se ha asomado a la legislatura y le ha dado un vértigo atroz pensar que le quedan tres años de alcalde de Madrid y que Pizarro le ha robado el protagonismo para el que tanto había ensayado. Gallardón recuerda a ese personaje de ?La Colmena? que repetía su discurso para cuando fuera elegido académico de la Academia de Jurisprudencia, y que invitaba a café con leche a cuantos quisieran escucharle en el Gijón. Ha calculado que le quedan tres años más de darle la mano a los Reyes Magos en la cabalgata y de perseguir ratones por el despacho, de ahí la pena. No es justo. A ver quién le paga ahora el traje, el convite, los anillos y el salón de bodas que tenía alquilado para el caso de ser la novia elegida. Su buena voluntad le llevó a no firmar un contrato de arras y Rajoy le ha dejado sólo ante el altar. Tanto asomarse a la ambición hasta que se ha despeñado. La publicidad de la DGT decía: ?él nunca lo haría?.

Compartir:


?Le diría a Güemes que menos peluquería?

enero 16th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

FICHA: Orígenes: 27 de marzo, 1968, (Enschede, Holanda).

Currículo: alcalde de Parla con el 74.43 por ciento de los votos. Licenciado en Económicas y Empresariales, militante en el PSOE desde hace más de veinte años, ?vengo de una familia donde se vivía la política con intensidad. Como nací en Holanda mi padre decía que yo había sido europeo antes que ellos?. Para la anécdota tiene un abuelo de apellido Franco, ?en las primeras municipales le hicieron una encuesta y respondió: he votado a Franco?, (claro, me había votado a mí)?.

Aficiones: ?estudiar, ahora estoy con el doctorado?.

Debilidades: ?obsesivo de la perfección?.

Virtudes: ?que las digan los demás?.

Defectos: ?el trabajo en exceso y un carácter fuerte?.

————————————————————————-

El tópico recuerda que es el alcalde más votado de España, el presente dice que ha reformado el PSM desde los cimientos hasta algunos nombres que eran intocables. Tomás Gómez, el mismo al que Esperanza Aguirre confundió con un agente forestal, ?ese tal Gómez? (le llamó), tiene un elevado sentimiento práctico de la vida. ?Mi padre era taxista y de pequeño le acompañaba los sábados por la mañana. Y yo me quedaba con las propinas?. Tomás Gómez tiene la sonrisa prudente, la palabra medida y la mirada larga. PREGUNTA.- Pizarro, ¡qué gran nombre de conquistador!

RESPUESTA.- Manuel Pizarro ha hecho público un trabajo que venía realizando de una forma soterrada: hacer política para el PP.

P.- ¿Ha salido del armario económico? R.- Pizarro ha salido del armario político.

P.- ¿El PP ficha en ?el mercado de invierno?? R.- No lo sé, pero el PP tendrá que vender muchos muebles a partir de marzo.

P.- Gallardón, como Raúl, no ha sido convocado R.- Si Gallardón hubiera sido convocado el club se habría quedado sin presidente, pero ahora se tendrá que dedicar al hockey.

P.- ? ¿Raúl no le interesa? R.- Raúl debería ser un fijo en la selección.

P.- ¿Estamos en política de fichajes? R.- Todo partido en la oposición tiene dificultades para hacer sus listas. Rajoy no ha sabido hacerlas bien.

P.- Siendo el alcalde más votado: ¿No quiere ir al Congreso, como Gallardón? R.- En absoluto. Ser alcalde de tu ciudad es la responsabilidad más bonita que existe.

P.- ¿Está seguro? R.- El alcalde de Burgos, (Juan Carlos Aparicio), me dijo una vez: ?dices eso porque no has sido otra cosa, majico?.

P.- ¿La inflación por qué lista va? R.- Los últimos cuatro años de Zapatero han tenido la misma inflación que tuvieron los gobiernos de Aznar. La inflación no va en ninguna lista.

P.- ¿Solbes es el salvador de Zapatero? R.- Solbes es el mejor ministro de Economía que haya tenido la democracia.

P.- ¿Se votará con la mano en la cartera? R.- Los ciudadanos votan cada vez con más criterio; cuenta mucho la cabeza y la economía también.

P.- Con la mano en la cartera: ¿cuánto lleva? R.- Sesenta euros? antes de subir he pasado por un cajero.

P.- ¿Le mola a Aguirre que usted elimine impuestos? R.- A ella no le gustó nada. Me dijo: ?¡un socialista que me hace oposición en Expansión!?.

P.- ¿Aguirre es imbatible? R.- Esperanza Aguirre tiene flancos débiles: no es una buena gestora y su gobierno es bastante provinciano.

P.- ¿Entonces por qué no le ganan? R.- Aguirre tiene algunos méritos y nosotros hemos tenido deméritos que se reflejaron en las urnas.

P.- ¿Ha encargado ya su biografía? R.- ¡En absoluto!, no tengo ni cuarenta años. Tengo tarjeta de visita, no biografía.

P.- ¿La Sanidad de Aguirre ?le pone enfermo?? R.- La Sanidad es de las peores cosas que hace el Gobierno regional.

P.- Como hijo de taxista: ¿es mejor andar por la vida ocupado o libre? R.- Mejor estar ocupado, eso desarrolla al ser humano.

P.- ¿El PSM es un oasis de paz? R.- Hoy si, con la mano en el corazón, (de verdad de la buena).

P.- ¿Los oasis tienen sus tsunamis? R.- En los últimos meses no he conocido movimiento extraño del oleaje.

P.- ¿Leguina está en sus pesadillas? R.- Leguina es un buen amigo, me gusta hablar con él.

P.- El PSC tiene colonia: ¿oiga, a qué huele el PSM? R.- El PSM huele a frescura, a futuro, a primavera.

P.- ¿Toda fragancia tiene algo de arrogancia? R.- No, las hay de todo tipo, incluso muy agradables. Damos poca importancia al sentido del olfato.

P.- ¿Tan poca como al sexo? R.- Los alcaldes y los ángeles no tenemos sexo.

P.- ¿Es de los Gómez con zeta de ZP? R.- Lo soy. Madrid a partir de marzo se va a escribir con zeta también. P.- ¿Le emociona Miss Nació Cataluña? R.- No tengo mucha cultura de misses, (pero Mister España es vecino de Parla).

P.- ¿Qué tiene Parla que no tenga Venecia? R.- Un tranvía? ¡claro, no vamos a comparar!

P.- ¿Mejor Parla contigo que Venecia sin ti? R.- Parla es una gran ciudad del sur que se ha hecho un liftin, invita a vivir.

P.- A Güemes le han elegido ?consejero sexy?. R.- Le diría a Güemes que menos peluquería y más trabajar para la sanidad madrileña.

P.- ¿Si el PSOE gana? manda a Rajoy a Parla? R.- Si el PSOE gana manda a Rajoy a cobrar la pensión de jubilación.

P.- ¿Le emocionó la letra del himno? R.- ¡Paso palabra!, en Parla no tenemos verdes valles.

P.- ¿Y si la canta Carla Bruni? R.- Sin duda que le gustaría a Sarkozy.

Compartir:


Es el espíritu, no las piernas

enero 15th, 2008 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En la vieja Grecia, donde se forjó el espíritu de los Juegos, se valoraba más el esfuerzo que el resultado. De ahí que surgiera el llamado ?espíritu olímpico? que no es otra cosa que el afán de superación cuando las cosas se ponen difíciles. Y de eso el atleta sudafricano Oscar Pistorius va sobrado. Es verdad que le faltan las dos piernas de rodilla para abajo, ¿y qué?, un espíritu no se recorta ni se amputa. A Pistorius nadie le gana en superación y en moral, pero en el camino le han aplicado la regla 144.2 que es como un dogma de fe insuperable. Es una regla casi monástica, un talud por el que se despeñan ilusiones.
Pistorius puede correr los 100, los 200 y los 400, pero no puede saltarse la burocracia olímpica que le considera poco más que un motocarro con patines. Y no es justo. Otros corren hasta arriba de sustancias extrañas pero nadie sospecha de ellos hasta que no les pinchan en la vena acusica; y en cambio a este gran atleta se le niega el billete a Pekín.
Pistorius corre como lo hacía Forrest Gump, con unas plataformas que le sostienen, pero en realidad se desplaza con el coraje de un soldado griego por el valle de las Termópilas. Corre y es invencible, pero se para y le descalifican. Un atleta en la pista es mucho más que un anuncio de zapatillas. Le pudieron amputar las piernas pero no las ganas de soñar y el sueño va con alas, lo que reptan es la envidia y la mala leche. Al que hizo la regla 144.2 se le podría preguntar si leyó a Saint-Exupery para saber que lo esencial es invisible a los ojos. Pistorius es un atleta completo, no le falta nada, es a otros a los que les falta vergüenza.

Compartir: