Entradas en octubre, 2005


«Los vivos somos muertos de permiso»

octubre 31st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Con 77 años y 30.000 cadáveres a sus espaldas, uno de los ‘profesionales’ más veteranos del mayor cementerio de España reflexiona sobre la vida y la muerte, su trabajo y su cruda idea de la eternidad

De haberle conocido Sergio Leone, seguro que le habría ofrecido un buen contrato para algún spaghetti-western: alto, delgado, fuerte, serio y formal. Manos rudas por las que han pasado kilómetros de soga para descender ataúdes. Quizá por eso le gustan las películas de John Wayne y las echa de menos, «ahora lo que ponen en Cine de Barrio da pena verlo». En cambio no le atrae aparecer en los medios, «no, porque una vez estaba en un restaurante de la carretera de Vicálvaro y uno se acercó a la mesa y me dijo: yo te conozco, ¡tú eres el que ha enterrado a Carrero Blanco!, te he visto en la televisión. Y era verdad».

Higinio Ballesteros Hernández tiene 77 años y toda una vida dedicada a la muerte (macabra contradicción). De niño vio el entierro de Calvo Sotelo, en julio del 36, y luego se escondió de las bombas que cayeron en la Guerra en las oficinas modernistas del cementerio de la Almudena. Con 19 años comenzó a trabajar en la limpieza, le llevó su padre que era jardinero en el campo santo, luego fue ebanista, ayudante de marmolista, ayudante de herrero, enterrador y así hasta llegar a jefe de las cuadrillas de enterradores. «En los buenos tiempos, hacíamos hasta 70 enterramientos en un día. Ahora, las cremaciones son la competencia». Las puertas del cementerio de la Almudena las han cruzado desde su puesta en marcha (el 13 de septiembre de 1884) más de un millón de cadáveres, Higinio ha dado sepultura a 30.000, «del primero no me acuerdo del nombre pero sí que está en el cuartel 122». Durante la conversación repite no menos de cuatro veces las condiciones laborales tan duras, «a veces tenías que cavar una fosa en una hora, siempre con la pala. Y había que mover cinco metros cúbicos de tierra, a brazo, sin máquina alguna (hoy lo siguen haciendo igual)».«Lo más triste, para mí, ha sido enterrar a niños pequeños, de dos a cinco años de edad. He procurado siempre ser profesional y no mostrar mis sentimientos pero en esas ocasiones se me caían las lágrimas».

«La otra vida no existe»

Se jubiló hace 12 años pero todavía es una personalidad entre los trabajadores del cementerio, que le saludan con respeto.De sus recuerdos de oficio saca como consecuencia un descreimiento absoluto, «la otra vida no existe, el cielo tampoco, sólo la muerte. Y los curas mienten». Esa afirmación la tiene clara desde que escuchó cómo una mujer le preguntaba a un sacerdote: «¿Mi hijo estará en el cielo, verdad?», el cura afirmó con la cabeza pero luego le dijo a otro cura que estaba al lado: «Éstos se creen todo lo que les cuentan». Admite que igual hay curas que sí creen en el cielo, pero él no los conoce, «total, ni soy amigo de los curas ni de creer». Es una lástima que después de tantos años como compañeros de oficio no hayan entablado una amistad, a fin de cuentas han trabajado juntos, «pero nosotros éramos invisibles, la gente nunca se fija en la cara de un enterrador.Sólo a veces nos daban alguna propina». Higinio, como un buen hijo, lleva flores a la tumba de sus padres: «Como no les puedo llevar un cacho de jamón, claro que si mi padre resucitara cuando me acerco con los claveles me daba de hostias hasta el final porque eso es tirar el dinero». Su base de datos personal le dice que se visitan mucho menos los cementerios, «el día de difuntos apenas viene personal comparado como era hace años cuando no se cabía por las puertas. Lo que no puedo soportar son las flores de plástico, ¡esas flores son una verbena!». Tampoco es mejor su concepto sobre la fiesta de Halloween, «una gilipollez para hacer negocio, nada más». Lo dice quién tiene respeto por la muerte pero miedo ninguno, «es normal que se caiga una rama, o escuchar un ruido, te acostumbras. Tenga en cuenta que he enterrado con lluvia, con rachas fuertes de viento, nevando, entre dos luces, ¡claro que una tormenta en el cementerio acojona!, ¡anda que no!» «Lo de los enterrados vivos es mentira, nunca he visto uno. Al revés, los que pude ver estaban todos listos pero bien listos».

Su idea de la eternidad es francamente cruda: «Somos una porquería completa: la muerte nos reduce a desfiguraciones, olores, descomposición.En un nicho, en cinco años te has consumido completamente. En cambio, en la tierra te conservas mejor porque hay humedad. De los nichos he visto salir a gente que eran como cartón piedra, los tirabas al suelo y rebotaban. Esos no huelen a nada, ¡qué va!» Recuerda los olores de los traslados, que eran muy fuertes, tanto que le cerraban el estómago, «otra cosa es perder el apetito, eso nunca. Cuando tocaba el hambre sacaba el bocadillo y me lo comía donde podía. Y si había sueño, una siesta en cualquier parte, cuando estás cansado se duerme en el cementerio igual que en casa». Tiene pensando que, cuando llegue el último paseo, le lleven al crematorio para luego arrojar las cenizas al mar, «es que llevo yendo 30 años en vacaciones a Almería, entre Adra y El Ejido, me gusta la zona. Mis sobrinos lo saben, como también que no le dejo herencia porque no tengo nada, ni piso en propiedad.Yo siempre he vivido sin preocupaciones de ninguna especie».Nunca se casó pero se le dieron bien las mujeres, salvo aquellas que salían despavoridas cuando les contaba cuál era su oficio.«Los vivos somos muertos de permiso y el recreo es cuando nos dejan andar por esta vida un ratito, de eso estoy convencido.Para mí no hay otra vida después de ésta. Al juicio final no voy a llegar, me bajo una estación antes».

No conoce a León Felipe pero está de acuerdo con la frase del poeta «cualquiera sirve para enterrar menos un enterrador», puntualiza: «¡Es que hay tantos poetas locos que es posible tenga razón!» Al final del reportaje esboza una tímida sonrisa, su cuerpo alto y enjuto (como si hubiera pertenecido a la cuadrilla de Manolete) esconde una cálida bonhomía. Es la sonrisa tímida de aquel que está acostumbrado a no mostrar sentimientos cuando está de servicio.

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El sufrido público

octubre 29th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lorca hizo una obra con el nombre de El Público donde aparecían caballos y pesadillas. Al público futbolero no tiene por qué gustarle el teatro, ni Lorca, ni los caballos, con sufrir las pesadillas tiene bastante. Ahora que vienen las tardes oscuras y los cielos bajos, ahora que sopla el vientecito racheado, es cuando hay que tener mucha afición para ir a un campo de fútbol.No es por señalar pero hay estadios muchos de la Castilla ulterior donde hace falta tener fe y creencias en valores superiores para soportar 90 minutos con empate a cero y un par de ocasiones de gol. O el Vicente Calderón, esa fábrica de sueños y de lágrimas donde a veces sale el genio pero las más de las noches te las puedes pasar frotando la lámpara. La definición de tristeza es salir del campo del Atlético, después de haber palmado, y meterse en un atasco en la M-30 mientras llueve, es de noche y te acuerdas de que mañana es lunes y hay que madrugar.
El público es siempre ejemplar, y el del fútbol casi celestial.Si los árbitros se quejan porque a sus hijos les dicen procacidades, ¿qué pueden decir al hijo de un espectador que sale de casa con el termo caliente, la manta, y el gorrito de lana? Es muy triste acabar hablando con el vendedor de cervezas de nimiedades mientras en el campo no pasa nada, tanto como comer las pipas que te ha ofrecido otro lobo solitario. Las cáscaras en el suelo son la alfombra que tejen los desesperados. Pagar por un abono el precio de una herencia para disfrutar tanto como un enanito de jardín no es rentable. A vista de presidente y junta directiva: al sufrido espectador que le den dos capas de pomada, es muy bonito contemplar un campo desde el palco con calefacción y bajo techo, pero no todo en esta vida son bailes de azafata y trajes de Armani. Desde el Coliseo romano hasta la fecha ha habido grandes descubrimientos científicos pero todavía a nadie se le ha ocurrido cómo calentar la piedra húmeda en beneficio de las posaderas propias. Los constipados futboleros acaban con más gente que la gripe del pollo, mientras la OMS guarda un sospechoso silencio. Es muy fácil ser aficionado en Brasil, donde la garotada aprieta carnes contra la camiseta y todos los saques de banda son saques de samba, pero hay que echarle narices para cumplir con el abono en los campos españoles cuando llega el tiempo de las castañas.

No es por desanimar pero este fin de semana han dicho que entra otra borrasca, a lo Corcuera: patada en la atmósfera y adelante sin pedir permiso. Son los días que le gustan a la abuela de la fabada y al oso del anuncio que resbala por la nieve. Además, es puente de difuntos, mal presagio. Hay días tan plomizos que incluso invitan a ver Cine de Barrio con esas películas de la edad en la que Sara Montiel ejercía de viagra viviente. Si al menos en los campos se viera un gol, o un pase en condiciones, o una jugada magistral. Cuando los entrenadores aplican la táctica destrozan la épica y uno va al fútbol para ver heroicidades, no jugadas de alto estado mayor. Lo mejor es hacer como Ronaldo: al campo sólo por contrato, según el brasileño donde esté un buen sofá, (para meter goles en casa), que se quite el frío de mausoleo de la grada.

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La abuela en miniatura

octubre 26th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado amigo… Llegado el momento final, cualquier solución es triste, ya sea fosa, nicho, columbario, panteón o urna funeraria. De los egipcios a la fecha se han parido todo tipo de opciones para transitar al más allá de la manera más decente (como todavía no ha regresado nadie no sabemos cuál es la fetén). Ya sea a lo Ramsés, en plan elogio de la venda, o a lo cinematográfico, con banda de música, disparos de salvas y tormenta, al final hay que irse de este mundo de alguna manera. La novedad la aporta una empresa que convierte las cenizas en un diamante con medio kilo de persona reducida; según los expertos, una vez pasados por el horno pesamos entre kilo y medio y dos kilos. A eso en mi colegio le llamaban el mínimo común denominador. Como dice mi amigo Pablo, icono-plasta convencido: «Total, la abuelita se te queda en nada».

Diamante tallado, se le puede dar la forma que se quiera y se consigue convertir una tragedia familiar en un objeto de lucimiento personal (conseguir que la pena brille es un acto poético). Por muy malo que fuera el pariente, al final mejora gracias a esta operación de ingeniería cadavérica en la que interviene la Física. Si en el TBO publican una máquina de deshuesar abuelitas para hacerlas joyas, nadie se lo hubiera creído. La opción es mucho más ecológica que lanzar cenizas al viento. En la última limpieza del lago del Retiro aparecieron varias urnas; se ve que llevado por el fragor del encuentro al portavoz familiar se le escapó el bote de las manos y «¡chof Mariano, que descanses en paz!».

En Estados Unidos hay una empresa que las lleva al espacio, allí están el creador de Star Trek y también el actor canadiense James Doohan, el inolvidable Scotty, dando vueltas por la lejosfera sin problemas de aparcamiento. También hay quienes las sueltan en cohetes que revientan y esparcen las cenizas como si fuera el día de la patrona, dejando a los presentes con una sospechosa «caspa oscura» en la chaqueta.

Nada como ser un diamante. Ni aquel socio del Betis que llevaba las cenizas de su padre al campo metidas en un bote de tetra-brik para que no se perdiera la Liga. Ahora bien, si usted es abuelo y ve cómo se le acerca el nieto con un bonito colgante, pero sin piedra engarzada, vaya mosqueándose porque sólo quiere medio kilo suyo. El resto, hasta los dos kilos chamuscados, igual se marchan por el desagüe, que es la versión posmoderna de Las Coplas de Jorge Manrique; por ese agujerito todos vamos a dar a la mar.

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‘Ahora atraigo como las moscas’

octubre 24th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO

Orígenes. Villar de Cañas, (Cuenca). «Nunca digo mi edad, cuando la digo no se la creen, piensan que tengo más años». Currículo.Cantante, actriz y bailarina. «Hija de músicos, desde siempre he bailado, y también toco la guitarra e incluso la batería».Ha participado en El hombre de la Mancha, Memory, y My fair lady.«Con cuatro años me despertó un frío en los pies y eran unos zapatos de gitana que me traía mi padre, ahí empezó mi camino por el artisteo». Debilidades. «No hacer nada. La horizontalidad es lo más». Aficiones. «La parapsicología y los ovnis». Virtudes.«La vanidad del artista que todos tenemos». Defectos. «A los demás les exijo lo mismo que a mí».

«Desde siempre cuando entro en un sitio todo el mundo se me queda mirando y no sé por qué» / ¿Qué le cantaría a Gallardón? «¡Ojos verdes como la albahaca!» / «¿Quién es Pedro Zerolo?» / «Me preocupan tanto las cosas, que prefiero no seguir las noticias para vivir más cómoda» / «La fama no sirve de nada, es tan ligera como comerse un bombón»

Amparo Sáizar se ha puesto de moda. Las críticas hablan de ella muy bien, sus compañeros de oficio la alaban, el público la aplaude.Amparo tiene un físico espectacular, ojos de lobo y nariz de egipcia. Maribel y la extraña familia le da la oportunidad de hacer un gran papel de protagonista. Ya no es la chica que sustituía a Paloma San Basilio o la voz que canta en los anuncios. Ahora tiene nombre, apellidos y camerino propio (con muchas flores).A pesar de todo es una estrella que por las tardes espera el autobús en la marquesina para ir al teatro Nuevo Apolo.
Pregunta.- ¿Agobia que hablen tan bien?

Respuesta.- ¡No, me da miedo que hablen mal! (risas). A lo mejor ha llegado el momento de recoger las mieles.

P.- ¿No siempre fue así?

R.- Hace dos años pasé por un momento laboral muy malo y en lugar de deprimirme hice cursos de sanación, de conocimiento espiritual.Eso me ayudó para saber quién soy y qué hago aquí.

P.- ¿Lo sabe ya?

R.- Hay momentos duros y otros en los que estás subida a la parra.Quiero que no se me nuble la vista. Es bueno que un amigo te diga «te quiero».

P.- ¿La quieren más ahora?

R.- Se me acerca nueva gente porque brillo con la luz especial de la felicidad, atraigo como las moscas.

P.- ¿La felicidad sale gratis?

R.- Cuando uno recibe algo tiene que dar otra cosa a cambio, es una ley kármica.

P.- ¿Es persona de fiar?

R.- Sí, creo que sí. Soy muy sin-ce-ra, si alguien me pregunta cómo le queda la ropa se lo digo, ¡jolín, no haberme preguntado!

P.- ¿A pesar de eso, le quedan amigos?

R.- Me dicen que tengo una boca muy grande. Amigos pocos, pero muy buenos.

P.- ¿Por qué es loba@… su correo electrónico?

R.- Porque es mi apodo familiar. A mi padre en el pueblo le llamaban lobo.

P.- ¿Le preocupa la gripe aviar?

R.- Me preocupan tanto las cosas, que prefiero no seguir las noticias para vivir más cómoda y en la ignorancia.

P.- ¿Paga las deudas a tiempo?

R.- Soy como los paletos, no me puedo meter en la cama pensando que debo 500 pesetas (risas).

P.- ¿Es buena vecina?

R.- Doy pocos problemas, suelo calentar (la voz) en el teatro.No hago fiestas, no llamo la atención, mis vecinos son muy mayores.

P.- ¿Ellos la respetan?

R.- Son muy jodones conmigo pero yo procuro no darme por enterada.

P.- ¿La fama aprieta pero no ahoga?

R.- No lo sé porque nunca he sido famosa. Y me da igual, no sirve para nada, la fama es tan ligera como comerse un bombón.

P.- ¿Le persigue El tomate por la calle?

R.- Todavía no y no me importaría siempre y cuando no me pregunten con quién me acuesto y con quién me levanto.

P.- ¿La parte útil de la fama?

R.- Cobrar más que el resto y poder elegir los trabajos que quieres.

P.- ¿La miran más en los bares?

R.- Le soy sincera: desde siempre, cuando entro en un sitio todo el mundo se me queda mirando y no sé por qué.

P.- Ligará a puñados…

R.- Pues no, mire, me voy a casa sola todas las noches (risas).

P.- ¿Publicará un anuncio?

R.- No, sería lo último, lo digo como coña. No creo que me haga falta.

P.- ¿Es duro ser la segunda?

R.- Lo descubrí cuando era cover: tienes que hacer el papel de la primera actriz con la mitad de ensayos, en un día que no sabes cuál es y con las comparaciones terribles.

P.- Como Maribel ¿tiene una «extraña familia»?

R.- No, la mía es muy normal, pero tiene su parte pintoresca, es más como la película Mi gran boda griega.

P.- ¿Los parientes son bichos conocidos?

R.- (Baja la voz) No, son maravillosos.

P.- Decía en general, no sus parientes

R.- Repítame la pregunta, ¡sigo sin captar la broma! (risas).

P.- ¿Qué le cantaría a Gallardón?

R.- ¡Ojos verdes como la albahaca!

P.- No los tiene verdes.

R.- ¡Por decir algo! Ya le gustaría tenerlos.

P.- ¿Fue a la boda de Pedro Zerolo?

R.- No me invitó ese señor. Primero dígame: ¿quién es Pedro Zerolo?

P.- ¿Iría a la de Jesús Vázquez?

R.- ¡Ah se va a casar también! Le doy mi enhorabuena, yo quiero que la gente sea feliz, es una tontería ponerle puertas al mar.

P.- ¿Le gustan los karaokes?

R.- Me apasionan, especialmente cantar por Pimpinella.

P.- ¿Canta fuera de servicio?

R.- Sí, menos cuando conozco a alguien que dice ¡como eres cantante, cántanos algo! Entonces respondo: tú eres peluquera pero no te pido que me hagas un bucle.

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Almirante Gallardón

octubre 21st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado alcalde de Madrid: consultados los parientes de Gravina, Churruca y Alcalá Galiano, (todos ellos héroes de la marina española a pesar de Nelson), coinciden en que si te dan una medalla que sea la de la Gran Cruz al Mérito Naval. Más que nada porque es la única que tiene bandera española y bien visible. Desde luego que hay otras mejores en rango pero ninguna tan llamativa como ésta. Y ya si se la entrega el ministro Bono, ¡para qué decirle!, un éxito naval comparable con la acción heroica, y arriesgada, del almirante Cervera cuando dio la orden de partir del puerto de Santiago de Cuba hacia el mismo epicentro del desastre del 98. Perdidos los barcos nos queda la honra, un almirante lo es aún remando en una chalupa por el lago de la Casa de Campo. Almirante de Madrid es un cargo poético: sin mar, sin olas, sin el acompañamiento de las gaviotas. Aquí no hay playa pero ese hecho tan nimio no nos priva de sentir la mar como cosa propia.
Trafalgar doscientos años después, ¿la patria está en peligro?, no parece que el inglés aceche, muy al contrario lo hemos adoptado en nuestro lenguaje de la música pop y rock. El sentimiento español lo describe muy bien Pérez-Reverte en el último libro dedicado a aquella batalla que se libró frente a las costas de Cádiz, entre la niebla, el miedo, la sangre y el salitre. Ni el viento estuvo a favor en una mañana que más tarde elevó a categoría de hecho heroico don Benito Pérez Galdós. Pero con ese viento y con las naves medio cojas hemos ido tirando hasta la fecha sin mayores problemas. Por lo tanto pensemos que le han concedido la condecoración por los méritos de enterrar el río Manzanares bajo la nueva M-30. La súper tuneladora alemana es un navío en tierra seca, una maquinaria prodigiosa que se adentra por las tripas de Madrid.
Almirante es un cargo noble, de lo más vistoso. A partir de ahora se puede sentir compañero de medalla con Paco Vázquez, aunque el alcalde de La Coruña que juega con ventaja ya que tiene la playa dentro de su municipio. Por todos los santos que no se le ponga a usted, entre ceja y ceja, crear una playa en Madrid porque tendría que anegar parte de Valencia, Cuenca y Guadalajara. Créame que esas obras serían terribles.
Bono le premia por el buen rollito personal, e institucional, que hay entre los dos. Por ejemplo la operación Campamento y también el trasvase de soldados a la policía municipal. Bono es un sentimental, un español que no lo niega. Uno de los suyos, señor alcalde, no lo dude.

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Marco Polo de Pozuelo

octubre 20th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado alcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda: bien está lo del hermanamiento y el diálogo de civilizaciones, estupenda la idea de estrechar lazos e inmejorable el punto exótico pero: ¿qué se le ha perdido en Xicheng? (según se entra en Beijing la segunda rotonda a la izquierda -allí hay pocas salidas a la derecha-).Su vecindario anda pasmado con el viaje y con la corte de afines que le acompaña; a su lado Marco Polo era un boy-scout asustado por la oscuridad del campamento. Si hay que ir a la China pues se va, lo que no se entiende bien es qué puntos en común tienen Pozuelo y Xicheng aparte de algún restaurante de comida oriental y de compartir los atascos de toda gran capital. Sin ser un experto en geoestrategia mundial a nadie se le escapa que las costumbres de Pozuelo y las de Xicheng tienen mucho en común, ¡por la punta del Pirulí!, (por ejemplo).
Hermanamientos anteriores tenían más sentido: Issy-les-Moulineaux, en Francia, o Poznan, en Polonia. Si busca el lado exótico del viaje desde luego que se lleva la palma y el premio Marco Polo del Año, y en puntos de vuelo ni le cuento; después de esto le sale un fin de semana en Canarias de lo más apañado. Hay quien piensa que siguieron el método de hacer girar un globo terráqueo y allí dónde se paró la inercia de la esfera pusieron el dedo.Si continúan con ese juego de ruleta de la fraternidad van a terminar hermanados con el atolón de Kwajalein, el mayor del Pacífico. Seguro que ya han preguntado combinaciones de avión para llegar en un periquete.

Viaje a la antigua usanza: sin saber la fecha de regreso. Más que viaje parece un exilio a voluntad, un quitarse de en medio, un gesto de fuguilla al amanecer. Si piensan hacer el regreso en moto d’agua (como Alvaro de Marichalar) tengan en cuenta las corrientes que les sean favorables; las embarcaciones de Kitín Muñoz son muy costosas de ensamblar y la madera está muy cara.En todo caso den la voz al enfilar la última recta del Manzanares a bordo de la nao Mata Rangi IV, para que vecinos, curiosos y chinos sin graduación podamos salir a recibirles como se merecen.Dicho sea sin la menor acritud hacia Xicheng y los chichenos que deben ser muy buena gente. Buscando afinidad fonética con aquella ciudad lo único que se me ocurre es el Teatro Chino de Manolita Chén. Todo un despropósito que se engloba dentro de la categoría de lo espeso y municipal. Un asunto pasmoso, un rollito de otoño con sabor agridulce y salsa de castañas pilongas.

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Doña Letizia y las aguas de octubre

octubre 19th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estaba claro que existía una interconexión galáctica entre la sequía y el tiempo de espera de la Princesa de Asturias. Ha sido dilatar Letizia Ortiz y por primera vez se ha recuperado el nivel de los pantanos después de cinco meses en los que los sapos han cantado flamenco.
No descartemos también que Maragall haya contribuido, con su exótica manera de ver la política, a que Letizia Ortiz haya roto aguas. Maragall es un personaje de entender salvo que seas un experto en los libros de Konrad Lorenz.

Los médicos recomiendan para estos casos grandes dosis de calma, (la calma se encuentra más fácil que una vacuna contra la gripe aviar). Por lo tanto lo que tiene que hacer la princesa es no ver la tele, aunque le cueste, no leer un periódico, no sintonizar una radio y no mirar internet. Y darse de baja unos cuantos días del oficio de español que es un asunto muy cainita, vecinal, provinciano, cansino, previsible, roñoso? que devora a las personas. Cincuenta años después de la muerte de Ortega, España sigue invertebrada, dolorida y parturienta.

Un ejército con micrófonos y cámaras en ristre no están dispuestos a dejarle en paz. Si por ellos fuera se meterían en el paritorio y alguno narraría la escena como si fuera un partido de fútbol.

Hay excesos de atenciones que si no matan, al menos joroban.

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Letras agrias

octubre 18th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Lara (padre) inventó un premio literario que era el Gordo de Navidad adelantado. En aquellos tiempos del hambre todos los escritores soñaban con un pollo asado, como Carpanta cuando se ponía a filosofar. Luego el premio cayó en la decadencia del famoso y últimamente ni eso; este año han galardonado a una chica monísima que va a quedar divina en los platós de la tele.
Se quejaba Juan Marsé porque una cosa es la literatura, la capacidad de dar vida a la inventiva, y otra la vida literaria que sería pensar que uno vive en una buhardilla que da a Monmatre. Ese tipo de vida literaria es tan insustancial como escribir con pluma de arcángel, la letra que no viene del desgarro y la penuria no tiene valor alguno. Puestos así podían premiar también al del manual de instrucciones de los videos SONY, a fin de cuentas debe ser de los autores más leídos después del negro que inventó la frase del metro: ?antes de entrar dejen salir?.
El Planeta es un pastón pero ahora no saca a nadie de las lentejas, todos los finalistas tienen sastre propio y residencia de verano. La incertidumbre de cada año está en saber si le van a dar el premio al padre Apeles o a Terelu, a Koto Matamoros o a un novio de Karina. Luego, viene la parte menos importante: el libro, pero eso a la gente le interesa menos porque Planeta encuaderna ilusiones no textos de futuro. Y por eso la voz de Marsé ha quedado como la de un extraterrestre en una conferencia sobre el gótico flamígero. En plan orteguiano: ?no es eso, no es eso?.

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‘Mi libro es para comentar tras el jadeo’

octubre 18th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«Soy una joya con medio siglo de vida» / «La primera impresión se forma en tres minutos y cuarenta segundos.Está medido» / «Mi libro anterior es de inteligencia y no funcionó porque la gente se cree suficientemente inteligente pero no suficientemente amada» / «Una pareja funciona siempre que haya sintonía erótica y afectiva, y afinidad intelectual»

Orígenes. Madrid, 1958. Currículo. «Ahora soy escritora. Licenciada en Psicología, pero hace muuuchos años que no me dedico a ella, mi rama era la publicitaria, la de ayudar a las empresas a ganar mucho más dinero. Escribo para disfrutar, pero sufro haciéndolo.Soy escritora lenta y sufrida igual es que el cerebro no me da para ir más rápido. Llego a la literatura por casualidad». Aficiones.«No recuerdo haberme aburrido ¡nunca!». Debilidades. «Impaciente, me gusta tener las cosas ¡ya!». Virtudes. «Tranquila, colaboradora y de buen humor». Defectos. «Descuidada, no recuerdo la última vez que me miré al espejo».

La autora es alta, lúcida y mordaz, y ha escrito sobre algo que es caprichoso, pandémico y en ocasiones proporciona momentos de felicidad transitoria: el amor. El amor no es ciego (Ediciones Temas de Hoy), un libro que podría ser presentado como el refresco: para los gordos, para los flacos, para los altos, para los bajos, para los fuertes, para los que ríen Alejandra Vallejo-Nájera se encamina hacia el medio siglo de vida (asunto que repite varias veces), «lo que me da supremacía sobre el resto de las personas».
Pregunta.- ¿La edad es un privilegio?

Respuesta.- Tener más edad y buena salud le da a uno una categoría especial. Soy una joya con medio siglo de vida.

P.- ¿La primera impresión se forma en tres minutos y cuarenta segundos?

R.- ¡Já!, está medido y es así. Esa impresión luego tarda meses en ser revisada.

P.- ¿Su libro liquida al sindicato de don juanes?

R.- No me han gustado nunca. La misoginia me repele, la detecto de lejos porque me especialicé en lenguaje no verbal.

P.- ¿Hay instalados en el fracaso pasional?

R.- Hay gente adicta al juego de víctima porque así llaman la atención para que venga otro a resolverle la vida.

P.- ¿Hay amor que 100 años dure y cuerpo que lo aguante?

R.- Hay que trabajarse esos 100 años. El amor no es llegar y echarse a dormir. Al revés: tiene un periodo de caducidad bastante breve.

P.- ¿Cómo se atrevió a escribir el libro?

R.- Porque tengo mucha cara (risas). Es un tema que me interesa especialmente.

P.- ¿Por encima de otros?

R.- Mi libro anterior es de inteligencia y no funcionó porque la gente se cree suficientemente inteligente pero en cambio no se cree suficientemente amada.

P.- ¿El amor puro es patología?

R.- No creo en el amor puro, ¿qué pureza hay en la intervención de dos personas cuando cada uno llega con su equipaje psicológico?

P.- ¿Un efecto secundario es ver la vida en rosa?

R.- ¡Eso dura diez minutos nada más! Un defecto sería pensar que porque ha llegado se puede quedar tranquilo y quieto.

P.- ¿Qué culpa tienen los boleros de Armando Manzanero?

R.- La música es un maravilloso activador de pasiones. Nos enamoramos con una melodía que asociaremos a una persona.

P.- ¿Así de cursi?

R.- ¡Así es! Hay dos tipos de melodías, unas que incitan a la parte erótica (salsas) y música para enamorarse.

P.- ¿Y si no sabes bailar?

R.- No hace falta que sepas bailar con que sepas escuchar es suficiente. No hay que moverse, hay que estar «ahí» (risas).

P.- ¿Por qué en el cine todo es perfecto?

R.- Porque el cine es una gran mentira maravillosa que invita a soñar.

P.- ¿Casablanca es mentira?

R.- Es una bonita mentira.

P.- ¿Por qué no hay anuncios de desamor?

R.- Subyace en los otros: como no eres suficientemente amado te doy eso que buscas.

P.- ¿Se puede consultar en pleno acto?

R.- En ese momento es mejor que disfruten de lo que hacen, mi libro es para comentar después del jadeo.

P.- ¿A falta de sexo: chocolate?

R.- La feniletilamina del chocolate da la sensación de que uno se está enamorando, te pone bien.

P.- ¿Pido feniletilamina con almendras?

R.- (Risas) la ventaja es que no engorda, el chocolate sí pero no se puede tener todo.

P.- ¿Sería divertido publicar el cómo se hizo su libro?

R.- (Risas) Sí, pero no se lo voy a contar porque va y lo escribe.

P.- ¿Hay seducción en un atasco?

R.- Ligar en los atascos sería bueno para evaporar el mal humor y los insultos al alcalde.

P.- ¿Madrid capital del rollete?

R.- No tengo la menor idea, estoy fuera de mercado, no patrulleo desde hace mucho tiempo. Madrid invita a la prisa y para ligar hay que tomarse un tiempo de observación.

P.- Sabina: ellos mienten más, ellas mejor.

R.- ¿Eso dice? Si mentimos mejor eso que tenemos ganado.

P.- ¿Deberían vender pastillas para el desamor?

R.- No, no creo. La falta de amor es consecuencia de otras cosas.

P.- ¿A ellos les pierde la vanidad?

R.- No, la usan a su favor.

P.- ¿A ellas les pierde lo mismo?

R.- No, lo que les pierde es estar a disposición del hombre.

P.- ¿Va a responder a todo que no?

R.- Haga una pregunta para que pueda decir sí

P.- ¿Puede funcionar una pareja?

R.- ¡Sí!, siempre que haya sintonía erótica, sintonía afectiva y afinidad intelectual.

P.- ¿Cuánta gente conoce así?

R.- Espere, espere… (risas), busco en la memoria y no encuentro.

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Prada, el ‘vicemóvil’

octubre 18th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado Alfredo Prada, vicepresidente segundo de la CAM: está usted que lo tira, a toda velocidad y por los pueblos. Se ha tomado en serio lo de formar policías municipales dentro del proyecto de seguridad ciudadana y por ahí anda imponiendo placas y repartiendo ayuda material. Siempre sería mejor que hubiera menos delincuentes que más policías, pero desgraciadamente para reducir el primer factor hay que invertir en el segundo. Además, los vecinos de muchos municipios se consideran poco menos que sitiados tras los muros de Fort Apache, por lo tanto toda seguridad es una alegría para ellos. No es que la porra haga al policía como el hábito al monje, pero desde luego que impone autoridad (viejo concepto en desuso que algunos necios piensan que sólo corresponde a la derecha). La autoridad está para poner coherencia en disputas vecinales, en controlar piratillas del top manta, come céspedes y otros tipos de parásitos urbanos.
No se trata de formar agentes Bond, (señor Fredo, Al-Fredo).

Conocida es su afición a salir del despacho y recorrer los distintos pueblos, siendo elogiosa la disposición y admirable el sentido ético del ejercicio del poder: la calle para el que se la trabaja.Tantos kilómetros le llevan a ganarse el premio vicemóvil del año, otorgado al político más despachado, tomado el término como escaso cariño al cuero oficial del sillón que sale en la foto.Un político por una acera es siempre un mitin, un eslogan, una revolución si me apura. En cambio, en los despachos existe cierta tendencia a doblar el cuello en posición de ficus somnoliento.Y en la calle además de mojarte si llueve te puedes encontrar con tipos respondones como le ocurrió ayer, (riesgos del directo), o dicho en lenguaje colegial: si no quieres que te den patadas no bajes al patio a jugar al fútbol. Pero hay que decir que supo salir airoso de las quejas; el político que piensa que todo es un camino de rosas es porque nunca se ha pinchado con una espina.

Inversión mucha, tanto en formación de policías como en medios materiales. Los coches patrulla que ha entregado cuestan un ojo del presupuesto cada uno. Cuentan que el todoterreno que dio en San Fernando está dotado de faro buscador, ¡un adelanto, una modernidad! Dicen que con ese ojo en llamas el vehículo es capaz de encontrar la aguja en el pajar. Hagamos lo posible para que el año que viene desfile en La Castellana junto al Leopard y el avión de combate europeo. No todos los aplausos y elogios van a ser para la cabra de la Legión.

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