Entradas en septiembre, 2005


Tiempos de escoba

septiembre 28th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estamos en Fase 1. No sé cuántos grados mide la escala, ni en qué momento pasarán por casa a requisar el botijo. Se ve que la situación hídrica está complicada, pero no hay más tu-tía que llueva. Todas las medidas que se tomen para el despilfarro son buenas, incluso hay que fomentar la ducha compartida porque así se conoce gente.

La Fase 2 igual consiste en pedir al personal un aseo de gato y un comportamiento menos generoso con el agua. La Fase 3 me han contado que se trata de reunirnos a todos en la explanada de La Almudena y hacer rogativas. Aplicar fe donde hay agnosticismo. Esto antes no pasaba, (con Franco los pantanos se llenaban en la fiesta de los sapos).

Antes, a estas alturas de calendario ya estábamos con la rebequita y las tormentas. Habrá que convenir que si le damos tan mala vida a la tierra no es extraño que ella nos devuelva sequía, ozono irritado y dolor de corteza de árbol.

Los servicios de limpieza municipal tienen orden de no baldear las calles, por lo tanto volveremos a los tiempos del escobón de rama y el soniquete de barrer aceras como el que planta en campo seco. El agua ni se crea, ni se inventa. No hay otro bien sustitutivo.

Tanto sol en lo alto es mosqueante, tendremos que llamar al pianista para que vuelva a “Cine de Barrio”, o pedir que Sara Montiel nos cante el fumando “desespero”. Cualquier medida estaría bien. Propongo poner a un vecino en la azotea con unos prismáticos? y si ve pasar una nube que le haga señales para que venga y descargue. Noé se pregunta qué hacer con el Arca.

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El zapatófono

septiembre 28th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

El agente más despistado del mundo, el que se le cerraban las puertas en la ternilla de la nariz, el abuelo de Mister Bean, pero el tipo más singular que dieron las series americanas de televisión en los años sesenta. Mezcla del profesor Chiflado y de Rompetechos, el agente 86 era a James Bond lo mismo que Curro Romero al código legionario, una contradicción del espionaje.
Le recordaremos siempre porque demostró que siendo un tipo vulgar, algo torpe y con goteras en la cabeza, se podía llegar muy lejos. Cuando nadie tenía un teléfono móvil, ¡ni siquiera se habían inventado!, Maxwell llevaba un zapatófono, un artilugio que permitía hablar con la base de operaciones. Era memorable cuando estaba con el jefe en el despacho, y caían dos campanas de cristal para aislar la conversación.
El agente 86 era el primo americano de Mortadelo y Filemón, un tipo tan torpe que podría ser de la familia de cualquiera. No era personal altamente cualificado, en cualquier regulación de empleo habría caído el primero, sin duda.
Con su muerte la agencia CONTROL pierde mucho. No será lo mismo, ahora CAOS tiene todo el campo libre para cometer tropelías. Claro que de aquellos espías de gabardina no queda nada, ahora la gabardina la usan los Albertos cuando no cazan con el rey. Maxwell Smart será un recuerdo en blanco y negro para quienes nos reímos con sus jaimitadas. Ahora los zapatos pijos son de Manolo Blahnik y los teléfonos más discretos

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Que se besen

septiembre 27th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Presidenta y alcalde, excelentísima pareja de hecho oficial: con tremenda emoción adelantan ustedes el retorno de las oscuras golondrinas, el canto de los cisnes y los conciertos de arpa.Se nota el buen rollito, ya los miembros de la Corporación municipal pueden pasar por Sol sin temor a que les caiga una maceta (y los de la Comunidad cruzar la Plaza de la Villa sin que se los coma un tigre). Y ha sido de repente, como son los flechazos; en menos de cuatro días han bajado al Metro juntos y se han puesto de acuerdo en la gestión del agua. ¿No es hermoso? ¿Para cuándo la tarta? Podría decirse que gobierno y oposición han llegado a un acuerdo, si entendemos por oposición la pascua mutua que se han estado haciendo durante meses, festín de desplantes al que la verdadera oposición asistía comiendo bolsas de palomitas.El acuerdo lo resumiría perfectamente aquella anciana repintada que vendía chistes de amor en la puerta de los cines en la calle Fuencarral, chistes de amor a un duro.
Ilógico y sin sentido sería hacer recuento de los feos desencuentros, plantones, medias palabras y palabras de grueso calibre que se han lanzado. Tirar de hemeroteca no parece muy elegante: las patadas deben quedarse en el campo de juego. Esta copla de ciego o romance urbano tiene música de Karina y estribillos de grupos yeyés: «Olvidemos el pasado y volvamos al amor, ¡oh yeah!». Incluso podrían darse a la imagen flower power de los trajes de lino y las camisas estampadas. Tampoco es prudente recordar quién ha puesto más y quién menos en este acercamiento (¿definitivo?, ¿eh que sí?), pero se ha producido cuando la presidenta ha querido.A su reclamo ha acudido el alcalde con la firme voluntad de no restregar nada que pudiera resultar ofensivo. En toda pareja de baile siempre hay uno que marca el compás y otro que hace esfuerzos por seguirlo; sin ese requisito no hay vals posible.No le llamen imposición sino inercia.

El amor institucional en los tiempos del Estatut es así, anida en las ventanas como si fuera una sorpresa otoñal, un calambre en la tripa, Cupido nunca tira a dar. Puestos de acuerdo en que el enemigo no vive en casa, queda la duda de saber por qué no pactaron antes el final de la tensión. Me temo que esa respuesta nos la vamos a tener que inventar. Una vez leído el final en el que se dice que comieron perdices, los personajes del cuento se disponen al arrumaco sin testigos. Tendremos que esperar a que los enanitos nos pasen la información.

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Altos y absurdos

septiembre 27th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La derrota de la Armada Invencible y el sentimiento nostálgico por la pérdida de las colonias, tiene su prolongación en la selección española de baloncesto. Somos el equipo que hace felices a los demás, los que más expectativas levantamos y los que más mojones vamos sembrando por las canchas del mundo. Ayer fue Francia la que nos vapuleó por treinta puntos, igual que antes fueron Angola o Estados Unidos. En Barcelona le dimos la antorcha a Epi y los suyos no pasaron de dos desayunos y una merienda en la ?Vidilla? Olímpica.
El nombre del rival da lo mismo, también nos habría ganado una selección de bedeles casados del Parlamento Europeo con juanetes y las botas cambiadas de pie. Y encima dicen que ha sido por la presión de perder el día antes frente a Alemania, el factor sicológico, el cansancio acumulado de la competición. Factores que sólo parece que nos afectan a nosotros, Francia parece que no tiene tanta presión y que incluso es capaz de ganar de forma holgada y de coger la medalla de bronce que se nos escapó.
Las justificaciones dan igual; jugamos como nunca, perdimos como siempre. Y luego querrán tener audiencia, espectadores, seguimiento y devoción. El baloncesto español es una coña marinera en pantalón corto, una contradicción in terminis, un trotar con el sol de cara; eso sí los jugadores se dan un pote de campeones del mundo. Y ahora a esperar la siguiente que será en Japón el próximo verano. Ya verán como nos gana hasta el señor nikkei.

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?Siempre pierdo porque voy con los indios?

septiembre 26th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Asume cierto complejo de Peter Pan, mantiene la mirada de niño actor y la capacidad crítica de la adolescencia. Conduce una moto de cuatro ruedas por las carreteras de montaña, tanta vitalidad paga peaje: la semana pasada chocó contra el coche de una joven, fue volando por el techo hasta caer. Para la chica fue una escena de ?El día de la bestia?, para Jaime Blanch algo normal. Coqueto sin cura procuró caer sin arrugarse.
Del golpe el médico no le ha dicho nada, pero sí que tiene alergia a los ácaros del teatro, ?eso lo llevo mal?.
PREGUNTA.- ¿Qué diferencia hay entre los ácaros de la escena y los domésticos?
RESPUESTA.- No lo sé, quizá que los primeros tienen más mala leche.
P.- ¿Y entre los ácaros y los empresarios teatrales?
R.- (risas), los ácaros ganan muchos menos dinero.
P.- ¿Qué colección está haciendo?
R.- Nada, absolutamente nada. Guardo mis soldados de plomo de cuando era pequeño.
P.- ¿Juega con ellos?
R.- ¡Por supuesto!, cuando mis dos hijos, (de 37 y 33 años, el menor vive en Chile) vienen a casa cumplimos una tradición: echamos a todo el mundo, movemos los muebles y hacemos una batalla.
P.- ¿Cuándo les da el arrebato bélico?
R.- Una vez al año; ahí nadie llama por teléfono, nadie molesta y no hablamos de otra cosa que no sea la batalla.
P.- ¿Se matan con la boca: ¡pum!?
R.- No, tenemos pistolas con ventosa que hacen ruido.
P.- ¿Ganan siempre los mismos?
R.- Me suelen ganar a mí porque se alían los dos contra su padre.
P.- ¿Se cabrea cuando pierde?
R.- ¡Muchísimo!
P.- ¿A quién le tocan los indios?
R.- Casi siempre a mí. Cuando era pequeño e iba a ver a Gary Cooper me ponía de parte de Toro Sentado, mis amigos me miraban raro.
P.- ¿Español, utópico y sentimental?
R.- Perfecto, estamos de acuerdo.
P.- ¿Qué le ha parecido el libro de Trillo?
R.- No es un libro que vaya a comprar, si me lo mandan lo leeré.
P.- ¿Tiene sus ?ventajas? ser un actor de toda la vida?
R.- A estas alturas de mi vida, sí. Aunque estoy a punto de que los actores jóvenes me cedan el sitio en los coches.
P.- ¿Le dicen: ?pase usted, don Jaime??
R.- Sí y yo digo: ¡la madre que me parió!… niño cabrón (risas).
P.- ¿Le interesa la gente de su edad?
R.- Me llevo mejor con los jóvenes, quizá porque estoy un poco ?pirao?. Los de mi edad no entienden que vaya en ?quad? a todas partes.
P.- ¿Era fácil recuperarse de ?Jeromín??
R.- Antes fui el malo del colegio, después todo cambio con la película en el cine ?Rialto? de la Gran Vía y con las entrevistas de Jose Luis Pécker y Boby Deglané.
P.- ¿Tan descarado fue?
R.- ¡Hombre!, el presidente del Tribunal de segundo de bachillerato me preguntó: ?a ver, dígame usted qué sabe de Felipe II?. (risas) Aquello me encendió una luz.
P.- ¿Y en el patio tuvo sus ventajas?
R.- Pasé a delantero cuando antes era defensa leñero que segaba piernas, y las chicas me dejaban papelitos.
P.- ¿Aquel cine histórico era muy tierno?
R.- Era muy infantil, muy imperialista? (y de las Jons).
P.- ¿Por qué no siguió por ese camino?
R.- Porque mi familia tenía dos dedos de frente. Tuve en casa los guiones de ?El Lazarillo de Tormes? y de ?Marcelino, Pan y Vino?, pero mi padre dijo que no, el niño a estudiar.
P.- ¿Fue el niño del Régimen?
R.- Después de Jeromín me invitaron a una fiesta en El Pardo y mi padre dijo: ?el niño no va?. Y no fui.
P.- ¿Leandro Moragas es el actual Jeromín?
R.- Le conocí en un teatro hace un par de años, me pareció un personaje de opereta.
P.- Luego, en 1975 ¿se vuelve rojo?
R.- Esa imagen es divertida, en realidad participé en una huelga de actores. Lo dramático es que Arias Navarro nos amenazó con veinte años de cárcel a la comisión de los once.
P.- ¿Qué tal anda de reivindicaciones?
R.- Mi reivindicación soy yo, mi convenio soy yo. Soy lobo solitario.
P.- ¿Le gusta ir a su bola?
R.- Sí porque lo he hecho siempre.
P.- ¿Le entretiene Madrid?
R.- Hace diez años que me marché, vivo en la sierra, donde también han bombardeado las carreteras las tropas de Ruiz Gallardón.
P.- ¿Volverá?
R.- Me apetece regresar a la ciudad. Yo nací en el número 27 de la calle Mayor.
P.- ¿Hay placa?
R.- Han cometido la grosería de no ponérmela, quizá por ideas políticas (risas)
P.- ¿?La Ratonera? es por Madrid?
R.- Madrid es un cepo, una ciudad asediada.
P.- ¿Despistado?
R.- Lo habitual. En alguna ocasión me he traído a casa un micrófono de televisión puesto en la solapa, con la batería y todo.
P.- ¿De mayor qué quiere ser?
R.- Un hombre sosegado al que no le afecten tanto las cosas.

Orígenes: Madrid, 1940.
Currículo: con diez años comienza en el cine, dos más tarde hace el papel de don Juan de Austria en ?Jeromín?. Película señera en el cine histórico de la época. También ha trabajado con Álex de la Iglesia en ?Acción mutante? y ?El día de la bestia?. Se le puede ver en el Teatro Muñoz Seca haciendo de sargento Trotter en ?La ratonera? de Agatha Christie. Alterna sus papeles de actor con la dirección de escena.
Aficiones: El deporte. Cuando le pego al saco le pongo caras y me desahogo mucho.
Debilidades: La mejor manera de vencer la tentación es caer en ella, decía Wilde.
Virtudes: Coherente conmigo mismo, eso paga peaje.
Defectos: La autocrítica cuando se radicaliza.

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Altos y absurdos

septiembre 26th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La derrota de la Armada Invencible y el sentimiento nostálgico por la pérdida de las colonias, tiene su prolongación en la selección española de baloncesto. Somos el equipo que hace felices a los demás, los que más expectativas levantamos y los que más mojones vamos sembrando por las canchas del mundo. Ayer fue Francia la que nos vapuleó por treinta puntos, igual que antes fueron Angola o Estados Unidos. En Barcelona le dimos la antorcha a Epi y los suyos no pasaron de dos desayunos y una merienda en la ?Vidilla? Olímpica.
El nombre del rival da lo mismo, también nos habría ganado una selección de bedeles casados del Parlamento Europeo con juanetes y las botas cambiadas de pie. Y encima dicen que ha sido por la presión de perder el día antes frente a Alemania, el factor sicológico, el cansancio acumulado de la competición. Factores que sólo parece que nos afectan a nosotros, Francia parece que no tiene tanta presión y que incluso es capaz de ganar de forma holgada y de coger la medalla de bronce que se nos escapó.
Las justificaciones dan igual; jugamos como nunca, perdimos como siempre. Y luego querrán tener audiencia, espectadores, seguimiento y devoción. El baloncesto español es una coña marinera en pantalón corto, una contradicción in terminis, un trotar con el sol de cara; eso sí los jugadores se dan un pote de campeones del mundo. Y ahora a esperar la siguiente que será en Japón el próximo verano. Ya verán como nos gana hasta el señor nikkei.

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El hombre más envidiado de España

septiembre 25th, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Desde que apareció aquella foto en la que chapoteaba juegos eróticos agarrado a la cadena de un barco, en la grata compañía de Maria Eugenia Martínez de Irujo (MEMI), Gonzalo Miró se convirtió en el prototipo de español más envidiado. Mucha gente se preguntó desde cuándo no le cogían la cintura en alta mar con la fuerza de un pulpo y los cariños de un delfín, cuántos llevan años sin sentir el cariño en aguas profundas. No le ha hecho falta nacer en noble cuna, ni opositar a un rancio cuerpo del estado, ni salir en Operación Triunfo, ni estudiar con una beca en el extranjero. Así de simple: con dos narices y su palmito se convirtió en el hombre de moda. Me consta que la semana pasada en Nueva York se topó con un grupo de españolas que le acosaron con fotos y peticiones de autógrafo, le trataban como si fuera un torero de Ronda. Gonzalo Gigoló ha pasado del anonimato adolescente a tener que lidiar con las pasiones como si fuera Julio Iglesias en los tiempos de sol y tordas.
Tiene mérito porque no viste como Arturo Fernández, ni redecora su vida como el duque de Lugo. Gonzalo Miró ha asaltado la valla de la casa de los Alba, el Palacio de Liria, sin enfundarse un traje cruzado de raya diplomática sino en chanclas y no para pedir la mano (esa parte se la tiene muy vista). El amor por las marquesas en el siglo XXI no respeta normas ni protocolos, con toda naturalidad puede llevar la música de Sabina por los salones donde trasnochaba Goya. Su vida profesional es una incógnita con puntos suspensivos, va para Spielberg pero todavía está por demostrar si se dedicará al cine histórico o prefiere el video-clip, una técnica narrativa que consiste en desguazar la realidad en fotogramas trepidantes.
Su verano ha sido de escándalo, con más gozos que sombras, de cuchicheos y escapadas. Allá dónde había pasión ha estado, y luego dirán que ha subido la temperatura de las aguas del mediterráneo. A su manera es un tres en uno que viene a engrasar las viejas costumbres de la aristocracia española: pule, fija y da esplendor. Igual actualiza una puerta roñosa que el corazón de una dama. Dirá Gonzalo, como Quevedo que ?allá donde esté la mujer está mi trabajo?, y MEMI podrá aplicarse el verso de ?dichoso es cualquier casado/ que una vez quedó soltero?. Ponerle pasión al calendario es lo único juicioso que puede hacer uno si no quiere convertirse en un ficus.
A falta de grandes premios, el español más envidiado pasea bajo palio, es decir: rodeado de cincuenta cámaras en un homenaje descomunal al amor mezclado con la tecnología japonesa. Ellos dos viven su particular burbuja de placer mientras el mundo se desmorona que dirían en ?Casablanca?.

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Trillo en pasta dura

septiembre 22nd, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Trillo ha hecho una guerra y un libro, es posible que los errores siempre vengan encadenados. Su amor por la estética y por Shakespeare nos ofreció versos satíricos de gran calado, pero luego apareció su lado canalla y fue ofreciendo euros a los periodistas díscolos que le hacían preguntas impertinentes.
Su libro es de memorias, por lo tanto de recuerdos parciales. No hay nada más selectivo que revisar el pasado de uno mismo con ganas de condescender. En la portada se le ve sanote, amable, ministro y algo tuno (de la tuna compostelana por un poner). Y dentro cuenta que dimitió, que Aznar le retuvo con un poco de perejil y buenas palabras, que Rato fue díscolo. Esta última observación es lo mejor porque ahí se explican grandes claves de la sucesión aznarí.
Ahora todo el mundo escribe un libro con la sana intención de que lo compren, e incluso que lo lean. En su caso suena a alegato, a defensa, a exculpación de cargo. Trillo habría sido un gran actor si no fuera por lo agrio que fue el papel de la tragedia nacional. Era un ministro de la sonrisa y le tocaron los lutos más duros de nuestra historia reciente.
Su sentido del humor británico le debería haber llevado a regalar un euro con cada ejemplar, para que se quedaran tranquilos los recalcitrantes. Su libro lo comprarán sobre todo los mismos que hacen cola ante Aznar, aquellos que piensan hacer oposición también con las listas de más vendidos. No digo que no sea una buena obra, lo que cuento es que hay hiel entre sus tapas. Se nota.

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Otro día sin

septiembre 22nd, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Amigo conductor: seguro que se ha dado cuenta de que hoy es el Día sin Coches al encontrarse con su atasco matutino habitual; cada año le pasa a miles de conductores. Es posible que aquello a lo que se destina una fecha caiga automáticamente en el fracaso, como el Día de los Enamorados tan carca y tan antipático. Y eso que en esta ocasión el Ayuntamiento ha sembrado Madrid de trampas para que nos dejemos el coche en un socavón o en un recoveco del safari de la M-30 (me cuentan que los sioux asaltan a los vehículos lentos por la parte del Manzanares). Oiga, desde las más altas instancias han hecho lo que han podido, incluso el Gobierno subiendo el precio de los carburantes, pero no hay manera: no sin mi coche. Uno empieza a sospechar que el vehículo es alguien más de la familia, de ahí el apego incondicional, el amor a primera letra. Y mira que lo ponen difícil, pero en el fondo nos va la marcha y sin las cuatro ruedas nos sentimos el mono desnudo, (y dentro del coche el mono temerario).
Falta publicidad, podía haber aprovechado Trinidad Jiménez su paseo en bicicleta para adelantarnos una frase recordatoria.Esto igual se arregla con unos cuantos anuncios de Antonia Hernández Peralta (Perlita de Huelva) con su voz de alcanfor: «precaución amigo conductor, la senda es peligrosa, y te espera tu madre o esposa» (toma verso posmoderno). Si se lo llegan a decir a Santiago Segura, ahora que está de promoción de la nueva torrentada, igual saca unas camisetas confeccionadas para el evento. Válgame san Cleto lo que es la tozudez del conductor, basta que le prohíban una calle para que intente asomar el morro a ver si cuela. Cuando acaben con la adicción al tabaco (y de paso con los fumadores), que empiecen una campaña para dejar el coche. Hace falta una terapia de choque antes de que los niños empiecen a nacer con airbag lateral, ABS y elevador de mocos eléctrico.

Cabe la posibilidad de que aún estemos a tiempo y se percate y, persuadido por el mensaje cívico, deje el coche en casa, al menos hoy. No se le pide que haga grandes machadas ni que camine al trabajo como un integrante de la larga marcha roja de Mao.Pruebe la eficacia de los transportes públicos, disfrute del placer de ser llevado. No desdeñe el mensaje, no se ponga ni farruco ni farruquito, haga como Fernando Alonso, que sólo saca el coche los domingos y a la hora del aperitivo. Es por el bien de sus pulmones y también por la capa de ozono que anda despeinada.Buena parte de culpa de la sequía la tienen los egoístas de la calzada. Al menos recuérdelo el año que viene.

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Por la jeta

septiembre 21st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cuando vi las imágenes del gigoló de la temporada llegando a Barajas, y Pepe Oneto llevándole las maletas en un carrito, comprendí: ?este tío es grande?. Lo de este verano con MEMI, lo de sus escapadas acuáticas, lo del ancla del barco, lo de Marruecos, Florencia y resto de lugares ocultos no son nada comparados con ganarse la amistad de Oneto. Ahí demuestra que es un tío listo.
Gonzalo Miró está entre los españoles más envidiados, (contando al duque de Lugo que no se pierde una pasarela de la moda) y a los Albertos que no dejan corzo con cabeza. Aparece por méritos propios, con dos narices y un bigudí se ha instalado en la cima del poder, del placer, del mamoneo nacional y sus agradables consecuencias. No es rico ni de cuna elevada pero ha conseguido que el Palacio de Liria le abra las puertas y que la duquesa de Montoro se abra de en su sentido más lúbrico. Es un ?tres en uno?: limpia, fija y da esplendor a las damas ociosas de la alta sociedad. Un joven multiuso que lo mismo sirve para unas vacaciones tórridas que para un curso de cine en Manhattan.
Ha vuelto a reponer fuerzas, quince días sin ver a su chica eran demasiado para un cuerpo enamorado. Y de paso ha venido para alimentar las portadas de las revistas del corazón y los picos de las maripedorris y cuentabraguetas. Demuestra que sin ser jinete, conde, duque, o rancio abogado del Estado, es capaz de poner la pica en Flandes. Dicha sea la referencia geográfica en honor del duque de Alba.

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