Entradas en marzo, 2004


Aguirre envida y una más

marzo 23rd, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimada señora Aguirre… si alguien dudó de (o tuvo la osadía de poner en cuarentena) su promesa electoral de construir siete hospitales en la Comunidad, aquí aparece usted y se planta en ocho con dos jeringas y una tirita, dicho en castizo. Para los que no conozcan a Esperanza Aguirre, he aquí una muestra. Es tal su empeño sanitario que igual le entregan el próximo Premio Nobel de Medicina y la vemos en Estocolmo bailando el vals de los ilustres como una nueva madame Curie; por falta de hospitales no va a ser, los que hagan falta, que lo ha dicho la presidenta.Dicen (ya sabe lo que se aburre una lengua quieta) que el Hospital de Valdemoro se lo ha sacado con fórceps el consejero de Infraestructuras.Granados fue alcalde de esa localidad y quería trabajarse lo de su estatua ecuestre en un parque público, acto cargado de simbolismo nacional, sobre todo si aparece la tuna para completar la foto. A Fausto Fernández le huele a que las sábanas de estos hospitales van a estar llenas de gaviotas del pepé. Serán cosas de la insidiosa oposición.
Dicen también que el sistema de financiación es estupendo para el que encarga las obras, pero no tanto para el que tendrá que pagarlas dentro de treinta años, que es un plazo más largo del que decía la letra del tango pero que esperamos usted lo vea (y los demás también). Las cifras son de paseo lunar, algo de los que no tiene capacidad de comprensión el ser humano sin padecer el vértigo de las alturas. A grandes obras grandes deudas, eso mismo pensaban los egipcios. Aunque ya veremos si a quien le toca pagar no decide convertir esos centros en otra cosa, por ejemplo en grandes almacenes.

Jugar al mus consiste en llevar buenas cartas o al menos poner cara de impresionar al contrario, y en esta ocasión usted ha elevado el envite en un hospital más; sabe que es una decisión que se va a comentar mucho. Y en todo caso es una inauguración más (también usted se está trabajando la estatua ecuestre en un jardín de cualquiera de sus residencias sanitarias). Los madrileños que sufren trombos hemorroidales agudos y que desesperan en listas interminables se lo van a agradecer. Lo que me pregunto es si cuando elimine las esperas va a poner la obligación de operarse de fimosis, o cualquier otra fruslería para mantener los quirófanos calientes. Por la tranquilidad de los madrileños, Dios no quiera que le dé por jugar a los médicos con nuestra salud. Construya los hospitales, nosotros intentaremos no ingresar en ellos.

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TRAS EL 11-M

marzo 15th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La capital tiene ahora dos enormes mausoleos civiles en plena calle, dos inmensos monumentos funerarios plagados de fotos, velas, ramos de flores, poemas, mensajes de paz y frases de repulsa al terrorismo. Es el homenaje de toda una nación a las víctimas de la masacre del pasado jueves. En la estación de Atocha, las vidrieras y vestíbulos se encuentran inundados de cirios y crespones negros, mientras la Puerta del Sol amanece cada día con decenas de ramos de flores frescas y muestras de cariño hacia aquellos que ya no podrán volver a pasear por el kilómetro cero o contemplar el oso y el madroño.
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Después de cuatro días… seguimos llorando en seco. Apenas quedan lágrimas, pero nada nos rescata de esta sensación de heridos maltrechos, terrible resaca de pena que se alarga en el tiempo como una mancha de tinta en una pila bautismal. El Madrid bombardeado ha organizado unos templos civiles donde se guarda silencio ante las velas, los mensajes escritos con trazo infantil, las fotos de los que se fueron, las letras de las canciones que nos gustaría oír, las flores sin remite, el humo de la tragedia. Antes de que las autoridades levanten el monumento oficial, la gente (una ciudad sin gente no tiene sentido… es un parque temático del cemento) ha construido una escultura del recuerdo junto a las vías del tren. Mariano Benlliure nos enseñó que el monumento funerario debe ser lo más realista posible. En cada vela que palpita uno encuentra el aliento de los que perdieron la voz, un escalofrío cierto que tiene nombre y apellidos. Los templos son, en cierto modo, fundiciones de buenos deseos que someten la voluntad a altas temperaturas para luego convertirla en ríos de corrientes solidarias. Madrid siempre fue muy dada a movimientos de carácter anónimo que le salvaron en los tiempos difíciles, e igual que escondió a La Cibeles o trasladó los cuadros del Museo del Prado, no va a dejar que un lobo pardo se coma a sus hijos cuando salen de casa con la tartera y el cuaderno de clase.Esta ciudad no se dobla, puede que se sienta herida pero está fuerte.
La poesía urbana se puede leer en cada uno de los mensajes que se han trenzado con el cariño con el que se peina a un hijo enfermo.El grado de emotividad de los templos civiles hace que los versos más sencillos se conviertan en hermosas piezas literarias. Para entender a esta ciudad hay que leer los epitafios escritos en hojas cuadriculadas de cuaderno escolar. El antropólogo curioso sabrá lo fuertes que fuimos cuando haga una tesis acerca de los mensajes depositados, escritos para que duren más que las inscripciones del Valle de los Faraones. Cada uno de ellos es una nota a la deriva que lanza un náufrago de afecto por si algún día llegara a la persona interesada, porque aquello que se escribe toma naturaleza de idea permanente. Decía Machado que un hombre no es hombre hasta que no oye su nombre en la boca de la mujer que ama, por eso Madrid escribe a sus hijos perdidos para que sepan cuánto les llegó a querer. Obligación de todos es mantener prendidas las velas más allá del tiempo que duren sus mechas. Si la tumba del soldado desconocido la conserva un jardinero municipal, las velas y los mensajes deben ser conservados con mayor motivo.

Uno de los templos está en Atocha, que es el puerto de Madrid al que cada amanecer llegan riadas de trabajadores, la puerta de entrada a la que hemos llamado los hijos de la emigración para pedir paso libre. Atocha es el gran corazón de hierro modernista que bombea gente de bien que viene cargada de sueños (y de sueño).Entre esos mensajes de la estación leo un «Madrid te quiero» que simboliza mucho en este momento en el que las vías que tradicionalmente se unen en el horizonte se nos han estrechado aquí mismo. Querer es echar en falta el roce de las personas que ya no están y comprobar cuánta falta nos hacemos mutuamente, aunque a diario coincidamos en el mismo vagón sin cruzarnos una palabra.

Madrid del crespón del recuerdo es un espacio en el que se mezclan lenguas y colores de piel, un pasillo ancho por el que cada mañana transitan trabajadores y estudiantes para probar fortuna, una ciudad de enorme variedad étnica que mira al suelo y ve flores y velas, mensajes y letras de paz, que se niega a olvidar y busca un buen motivo para creer que hoy será un día mejor.

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Atasco de ricos

marzo 8th, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Papás y mamás… que atascáis las entradas de los colegios: me pregunto qué fue de aquella bonita costumbre que consistía en llevar a los niños al colegio, de la mano, y dejarlos en la puerta para que ellos entraran en desordenado tropel. Claro que esa estampa se corresponde a una época en la que los padres no diseñaban la educación de sus hijos en función de futuras relaciones sociales, ahora es distinto. Los hay que cruzan la estepa siberiana, dos veces al día, con tal de soltar al niño en un colegio de futuro.La política y los negocios nos han mostrado la importancia que tiene caer junto a un buen compañero de pupitre. Pocos se paran a pensar que le añaden al niño una innecesaria dosis de estrés y le exponen a la escucha de las lindeces que se oyen en el tráfico urbano matutino, amén de los peligros del tráfico rodado. Si el padre suelta por esa boquita barbaridades que harían palidecer a un cochero otomano, luego no querrá que el niño no diga palabrotas delante de la abuelita.
Mejoró el modelo de educación con respecto al de nuestra niñez, pero nadie se ha parado a pensar que también la familia forma parte del proyecto educativo. Los alumnos de hoy están atendidos por un profesorado más capaz y atento, en cambio lo que ha degenerado es la actitud de los padres con sus hijos. A enchufarles el deuvedé cinco horas le llaman tarde de domingo y a meterlos en el coche camino de la oficina le dicen dejarlos en el colegio. En algunas ocasiones los chicos tienen que sortear tres filas de vehículos más para llegar a la puerta del centro. La despedida alejada de todo formalismo afectivo más que dos besos y toma el bocadillo, es un: niño corre que tengo prisa, ya vendré a buscarte por la tarde. Con semejante estrés no resulta raro que el niño piense que su padre es un fugitivo de la justicia que huye antes de que le pongan una multa por estacionar en doble fila. Además, por ir en el coche, los críos están expuestos a las radiaciones de las tertulias, (ya tan jóvenes pueden sufrir crisis existencial y agobio por el futuro de España).

Educar es también caminar juntos, a pie o en transporte público (donde muchos aprendimos la tabla de multiplicar) o en todo caso dejarlos en una ruta del colegio. El egoísmo del coche particular no sólo atasca calles, también enturbia las relaciones familiares.Algunos van tan acelerados que la llegada del niño parece el desembarco en la playa de Omaha, esto es cosa de menos caballos y de más afecto. Si pusieran cestas de mimbres gigantes los tirarían por la ventanilla sin bajar el volumen de la radio.

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Gol de Florentino

marzo 3rd, 2004 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado presidente… del Real Madrid: quienes dicen que es usted persona hábil no dan una noticia, sino que confirman una realidad acrisolada con los años. Tan listo como para montar once campos de fútbol en Valdebebas con una licencia parcial; con menos de un andamio y unos botes de pintura puestos boca abajo usted ha visto hueco y ha tirado a meta. En la vida como en el fútbol, el factor sorpresa ayuda a quien inicia la jugada; con velocidad, desparpajo y una gorra de procolor se llega lejos. La verdad es que hablarle de licencias de construcción a Florentino Pérez es como explicarle a Johnny Walker cómo se elabora el güisqui.Incluso aunque el plan se encuentre recurrido ante el Tribunal Supremo, y ya veremos cómo acaba, porque igual Florentino se tiene que ver de okupa de sí mismo, lo que no deja de ser una divertida contradicción del sistema. Tiene su aquél imaginarlo en sus campos con la pancarta que enarbolaba Chanquete: «No nos moverán».
Habilidad suma la suya que terminará convenciendo a la autoridad competente de que el palco de la tribuna es, en realidad, una caseta de obras y los vestuarios con jacuzzi y salas de musculación son los baños provisionales en los que se cambian los operarios.Si usted se empeña en decir que los once campos son apenas unos sembrados para el solaz de conejitos y saltamontes, aquí no hay quien diga lo contrario. La oposición le recuerda que con la licencia parcial no podría hacer mucho más que pintar el redondel del penalti, pero usted no se va a achantar por ese pequeño detalle.El campo es para el que se lo trabaja; si asientan sus reales los galácticos ya no hay quien los levante como no sea con una ovación.

El club más laureado del mundo-mundial se dispone a bordear la legalidad. Digo yo que quien se aventura a conquistar grandes metas deportivas no se va a detener en asuntos mundanos; pensará usted que si el Ayuntamiento tiene dificultades para hacer cumplir la normativa de cerramientos de terrazas, no van a taparle los campos de fútbol con sentencias. Para una buena parte de los agnósticos de este país el Real Madrid es algo sagrado; igual hasta provoca problemas de conciencia en el alto tribunal.

Ahora bien, si Ronaldinho se ha cargado una vidriera de la catedral de Santiago de Compostela grabando un anuncio, igual usted se carga el plan de Valdebebas con su avanzadilla del pico y la pala. Por el momento Florentino 1, Plan de Urbanismo 0.

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