Entradas en diciembre, 2013


Año 2014

diciembre 31st, 2013 - "Las Provincias" - Sin comentarios

(“LAS PROVINCIAS“/VOCENTO, martes 31 de diciembre 2013)

En cuestión de horas bajará la bola del reloj de la Puerta del Sol, sonarán los cuartos, contaremos las campanadas en alto y nos atragantaremos con las uvas como manda la tradición. Besos y abrazos porque habrá nacido un año nuevo, el 2014, al que Mariano Rajoy ha bautizado con el nombre de “Recuperación”. Pues bienvenido sea y que responda a su condición para sacarnos de ésta.
El pequeño “Recuperación” tiene por delante un reto que no se lo cambiaría ni José Tomás por un encierro con seis miuras. Crecerá entre unas primas que son de riesgo, zancadillas de especuladores, una tía que trabaja en la Bolsa, y le llegarán las tentaciones como a Pinocho desde el país de los brotes verdes. Por supuesto que todos sus movimientos serán observados en Alemania donde son muy estrictos con los niños que salen traviesos, la profesora Merkel es muy exigente. “Recuperación” de apellido Española nace entre la incredulidad de unos cuántos, la decepción de otros muchos, en un clima de apatía en el que cuesta creer en cuentos de hadas.
Manda la economía, lo que toca es acabar con el paro y crear nuevas expectativas empresariales, pero igual que nos fijamos en esta criatura que en breve estará en el mundo llorando como todo recién nacido, podríamos preguntar dónde está su hermano “Regeneración”, o su hermana “Austeridad”. Con el primero Mariano Rajoy hizo la campaña electoral bien apoyado por unos medios que le compraron el mensaje, hacía falta una regeneración a fondo para sanear la vida pública que olía a estercolero. Pasados dos años sigue el mismo hedor porque hay cosas que no cambian o que tienden a estropearse si no se resuelven a tiempo. La escasa voluntad política para colaborar con la Justicia levanta una polvareda insoportable, dos años después de invocar “Regeneración” las causas han aumentado y los presuntos tienen cada vez mas altura institucional, por su culpa la democracia se cuestiona y la Constitución se conculca como deporte. En cuanto a lo que se pedía a la niña “Austeridad” eran unos cambios en la administración para quitarle unos kilos y ganar en eficacia pero lejos de cortar en coches oficiales se ha cortado en nóminas de trabajadores que han tenido la desgracia de ser muy mal gestionados.
La euforia de las uvas, el cava y la exaltación de la amistad no debería ocultar que estamos a bastante distancia de eliminar viejos comportamientos insanos que dinamitan las instituciones sobre las que pusimos tantas esperanzas a la salida del franquismo. Hace falta predicar con el ejemplo y ese requisito esencial no está en las agendas del poder. Todo queda en manos del niño “Recuperación” que va a venir a sacarnos del atolladero, ¿pero a qué precio? Si dejamos pasar la oportunidad de crear un futuro mejor caeremos con la nostalgia de que no tenemos arreglo. No es verdad aunque a veces los cohetes de la fiesta tapen con su estruendo la voz de la calle.

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Neocursis de la ciclogénesis

diciembre 29th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 29 de diciembre 2013)

Ya los tengo localizados aunque no tienen por qué ser necesariamente de la misma especie, por un lado están los neocursis de fogón que son los que opinan de gastronomía como si hubieran sido ayudantes del chef en el Maxim´s de París, y por otro tenemos a los neocursis de la ciclogénesis que pontifican acerca del tiempo. Si ambas circunstancias concurren en una misma persona entonces es para pedir asilo en la casa de Justin Bieber.
El plasta de la ciclogénesis sale de casa después de haber consultado todo tipo de páginas en internet y de estar al corriente de los vientos que se aproximan por el océano atlántico, no se conforma con mirar al gallo-barómetro como hacían sus padres, él tiene que formarse una opinión para debatir en el trabajo con cualquiera que ose dudar del cambio climático. Y como no le basta el concepto de temporal, o de borrasca, que hemos usado toda la vida lo que hace es abrazar la “ciclogénesis explosiva” con verdadera ansia. Y de ahí no lo baja nadie porque para eso es un auténtico “neocursi”. Lo peor, sin duda, es que sea de la familia y te toque cerca en alguno de los encuentros de la entrañable Navidad: tienen controlado el tiempo que va a hacer en los próximos quince días en cualquier punto del planeta aunque precisan que la meteorología no se puede calcular con exactitud con mas de veinticuatro horas de adelanto. Y, por supuesto, sabe mas que el presentador de la tele al que acusan de responder a intereses comerciales: “este tío no dice nada de que va a llover en Cantabria porque lo tienen comprado”. Pobre de aquel que ose comentar en el ascensor que hace frío porque será acribillado con todo tipo de historias acerca de las corrientes que bajan del Polo Norte y recorren Europa; y si el interlocutor se aleja él seguirá hablando mientras retiene la puerta para que no se cierre.
El neocursi de la ciclogénesis hace suyas las teorías conspiratorias y cree a pies juntillas que el Pentágono envía aviones que provocan lluvia, granizo o echan a perder cosechas para colocar las hortalizas americanas en mejores condiciones en el mercado. También cree que los marcianos dominan el tránsito de las nubes y esperan usarlas para congelar la tierra y venir a colonizarnos un domingo por la mañana, (pongamos por ejemplo).
Si se encuentra con uno de ellos procure no llevarle la contraria porque tienen escaso sentido del humor. Lo suyo es ponerle en contacto con otro igual para que entre sí diserten acerca de las mareas y el flujo de la Luna. No son especialmente peligrosos, no se conoce que hayan herido a nadie pero son un rato plastas y sólo viven para calcular la sombra que deja la marmota Phil al salir de su escondite.

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Neocursis de fogón

diciembre 26th, 2013 - el boletín - Sin comentarios

(“EL BOLETIN“, jueves 26 diciembre 2013)

Y ahora los niños también pueden ser cocineros de nivel gracias a la tele que es mágica, en dos capítulos saben mas que los ratones coloraos. Antes eran las abuelas las que transmitían el sabor de la cocina familiar a los nietos y ahora son los niños los que pasman a las abuelas con recetas de diseño elaboradas con un lenguaje de iniciados. Ahí los tienen convertidos en pequeños arguiñanos que aman la verdura cocida en wok por encima de un menú del Burguer con todas sus grasas pegadas.
No sé cómo nos las hemos podido apañar hasta ahora, durante años hemos vivido en la inopia. En nuestras vidas se han instalado términos como marcar la carne, pincelar la plancha con aceite, reducir la salsa, acabar el plato con una dosis de helio o bien con un soplete del que se usa en fontanería para dorar al punto. Gracias a esta terminología y a poner cara de “gilichef” ha nacido el concepto “neocursis de fogón” que desprecian los platos combinados de los bares de carretera por presentar demasiados carbohidratos de digestión lenta. Ahí son nada. Los neocursis parece que siempre han tenido en casa cocinero como los Alba y que en sus genes no hubo una lata de fabada Litoral o un bocata de calamares. Aunque les falten modales en la mesa les sobra genio para abroncar al camarero por emplatar el arroz antes de tiempo interrumpiendo la cadena de temperatura que debe llevar la excelencia valenciana al tenedor.
El virus de lo “neocursi” lo queremos inocular en niños que crecerán al margen de sus compañeros porque no tendrán nada que compartir en el patio del colegio, en lugar de llevar el socorrido bocadillo de mortadela les dará por presentarse con una tartera con asado de corzo con patatas a la importancia. Sí, esos niños.
Hace años padecimos al “neocursi” de los vinos que con dos catas en las que le explicaron lo que era el retronasal rechazaban tintos porque no estaban a la altura de las circunstancias. Esos mismos que se habían formado en la cultura del manchego peleón son los que exigían sabor, cuerpo, valor de la añada y plenitud de olor en el corcho. Si ibas a comer con un “neocursi” del vino podías asistir a unos diálogos de besugos con el somelier, una lucha a ver quién sabía mas de uvas tempranas.
Los niños que liofilizan tortillas de patatas para introducirlas en copas son la cantera de futuro de una horterada sin límite, la versión casera de la sastrería de Eurovisión. Y sus padres unos ingratos desertores del chóped con aceitunas y de la caballa en lata que tanto ha hecho por la prosperidad de una nación. Cursis también.

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Míreme a los ojos

diciembre 24th, 2013 - COLPISA/ VOCENTO - 2 Comentarios

(“COLPISA“/VOCENTO, martes 24 de diciembre 2013)

En efecto: ya es mala suerte la nuestra. Un amigo historiador me retaba a que le dijera el nombre de un buen gobernante español de los dos últimos siglos y mientras buscaba en el recuerdo zanjó mis dudas: “no le des mas vueltas, no hay. En cambio en Francia, o en Inglaterra”, y dio unos cuantos nombres de políticos memorables. ¿Qué habremos hecho mal en España para tener a estos dirigentes que, salvadas honrosas excepciones, no dan la talla ni como secundarios de una película de marcianos de bajo presupuesto?
En la técnica del debate político se usa a menudo un argumento contundente contra el rival: “míreme a los ojos”, para acto seguido dudar de su capacidad como gestor. Durante los años del Watergate bajo la foto de Nixon se escribió esta leyenda: “¿compraría usted a este hombre un coche de segunda mano?”; si rescatamos el cartel tiene plena vigencia en nuestros días. No se salva ni el Tato, miremos a derecha e izquierda, miremos a los sindicatos, o miremos a la jefatura del Estado. Si algo ha logrado el gobierno de Mariano Rajoy es en unificar la respuesta de la mayoría de los ciudadanos que se sienten indignados, hasta sus votantes, lo cual ya es meritorio. Huele todo a naftalina y a tiempos pasados, ni hecho a propósito les podría haber salido peor este entuerto que levantaría de su tumba a Quevedo para volver a escribir al Conde Duque de Olivares que “no he de callar por más que con el dedo” porque, en efecto como decía el escritor, no quedan espíritus valientes.
Pero teniendo en cuenta que los dirigentes salen de la sociedad que les vota, y que no nacen en Júpiter, ni vienen de Venus, habrá que diagnosticar una enfermedad grave de pasotismo social a los ciudadanos. Si repartimos a los imputados electos entre sus votantes nos saldrá una curiosa relación de apoyo al mangante por metro cuadrado. Nosotros, la sociedad, les hemos elegido en repetidas ocasiones. El ejemplo mas próximo fue Jesús Gil, ya desaparecido, pero el “gilismo” continúa por otros caminos y lejos de extinguirse gana terreno. Resulta muy cómodo tener siempre al corrupto conocido antes que plantearse un cambio de representantes para que dejen de reírse de nosotros. Ese miedo a la madurez, esa manera de tragarlo todo, ese callar en público para protestar en privado es la señal de que se nos está haciendo muy largo el siglo XIX. Llevamos en los cromosomas el servilismo y la adoración al líder aunque lo sepamos equivocado porque es de los nuestros. Y, entre los nuestros y los suyos, se ha llenado el paisaje de telas de araña y de caspa.
Gallardón, Mato, Wert, Montoro, Soria y Fernández Díaz, ¿se imaginan tanto desatino junto en la misma mesa?, pues ahí los tienen camino de la gloria, dispuestos a llevarnos hacia el país de los brotes verdes. Ya pueden pedir el libro de reclamaciones que les enviarán a casa un camión-botijo para regarles los geranios con agua a presión.

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Lo mejor del año

diciembre 22nd, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 22 de diciembre 2013)

A estas alturas del calendario en las redacciones se trabaja en resúmenes de los doce meses que hemos vivido, una costumbre que conlleva una exhaustiva labor de documentación que suele estar premiada con la atención de los lectores, por eso los resúmenes se cuidan y se les da un trato de material de alto interés. Es fácil imaginar la desazón del redactor que estos días busca “lo mejor del año”, ¿Qué ha sido lo mas destacable?, entre malas noticias relacionadas con la crisis y pésimas informaciones relacionadas con la política no hay quién rescate un fragmento de alegría.
En realidad el repaso del año son las encuestas del CIS que sirven de indicador de la situación española a cada momento, es la foto fija, el espejo de nuestros sueños y vanidades. Las encuestas nos dicen que la corrupción institucional aleja a los ciudadanos de los políticos que votan, y también de la jefatura del Estado que pasa por sus horas mas bajas. Es difícil pensar en lo mejor del año cuando aquellas personas destinadas a dar ejemplo se pasean con impunidad por la galería de la corrupción.
Cuando el PP ganó las pasadas elecciones, hace dos años, hizo bandera de la regeneración y la trasparencia; ahí tienen al juez Ruz entrando de madrugada en la sede de Génova porque sospecha que no le han entregado toda la documentación que había pedido. Otro tanto se podría decir del sindicato UGT cuyas sedes en Sevilla, y Córdoba, han sido registradas para buscar las causas por las que se desviaron ayudas para cursos de formación que acabaron en juergas flamencas con bandejas de langostinos que iban tan llenas que rozaban la pornografía gastronómica.
¿Qué pensarán nuestros prebostes, o el mismo rey Juan Carlos, cuando tengan que leer el discurso que les han escrito?, para empezar si tuvieran algo de decencia deberían ser ellos los que trabajaran sus textos, al menos algo de sinceridad aunque perdamos vistosas metáforas por el camino. ¿Quién está capacitado, ahora mismo, para dar lecciones de moralidad a un pueblo realmente desmoralizado porque los ejemplos que tiene cerca son demoledores? La distancia entre ciudadanía y representantes públicos es abismal, alguien tendría que pensar cómo hemos llegado hasta aquí y por qué hemos dejado que unos pocos jueguen con el concepto democracia que tanto ha costado instalar.
Han sido doce meses simulados y en diferido, los del reto de Mas, los de recortes en Sanidad. Meses en los que se rompió la bolsa de pus de Valencia y reventó el ERE en Andalucía, los días de Blesa y Bárcenas. Lo mejor del año hay que encontrarlo en la letra pequeña, en la solidaridad doméstica, en esos héroes anónimos que ayudan a otros sin salir en la foto. Menos mal que existen.

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La Caja de Pandora

diciembre 19th, 2013 - el boletín - Sin comentarios

(“EL BOLETIN“, jueves 19 de diciembre 2013)

Bajo la apariencia de una caja de ahorros se escondía la madre de todas las batallas, una suerte de “Dinastía” a lo castizo. Lo que no sé es cómo hemos podido vivir al margen de los correos que se intercambiaba Blesa con “amigos”, (es un decir), y empleados. En esos correos está la clave del final del aznarato cuando se confundió fidelidad a la causa política con rentabilidad económica a corto plazo. No le falta razón al juez Elpidio Silva al afirmar que aquello era una cueva de delincuentes perfectamente organizados para dedicarse al mal que siempre fue mas rentable que el bien. En la caja de Blesa se podría aplicar aquello que decía Groucho: “disculpe que les llame caballeros pero es que todavía no les conozco”; ahora que los conocemos les viene grande el título.
Puede que un juez tumbe los correos y diga que no son prueba suficiente pero con lo leído basta para acabar con la reputación de algunas personas. El aznarato cayó pero su pequeña aldea gala de resistencia dotada con dos sedes: Madrid y Valencia, tiene las horas contadas. Rajoy puede empezar a cobrarse pequeñas venganzas sobre los que fueron sus díscolos en el congreso de Valencia. Los correos se han esparcido por encima de las mesas de las redacciones como si fueran los males de la caja de Pandora que en versión castiza se queda en la caja de la pandereta. Hasta el taimado Gallardón que siempre ha querido pasar por el protagonista del anuncio de Ambipur tiene muchas cosas que contar con respecto a su relación con Blesa. Aquí hay una película de terror montada de mucho cuidado y cualquiera que se asome a la pantalla se puede llevar un susto.
Cabe pensar que esa gestión personalista de Blesa se hubiera extendido a otras empresas e instituciones de Madrid y terminemos viendo sapos y culebras hasta debajo de la cama de Espinete. Blesa no era el único aficionado a la caza, escopetas cargadas se las puede encontrar uno en muchos sitios, Arturo Fernández también es un gran aficionado a la caza mayor, tanto como a las concesiones de cafeterías de lugares emblemáticos. Menuda suerte ha tenido siempre: concurso al que se presentaba, concurso que terminaba ganando, eso es ser un emprendedor liberal y lo demás leches.
Blesa es el final de una época, el amigo de Aznar puede arrastrar en su caída a afines y enemigos empezando por el ático hasta llegar a los delegados sindicales que le presionaban para cobrar dieta o no iban a votar, como cuenta el juez Silva. Por cierto que el magistrado piensa escribir un libro con todo lo que ha visto, será inútil porque en este caso la realidad supera a la ficción por muchas metáforas y fuegos artificiales que le pongan.

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El gran botijo

diciembre 18th, 2013 - el boletín - Sin comentarios

(“EL BOLETIN“, miércoles 18 de diciembre 2013)

Interior al tiempo que ultima la Ley de Seguridad Ciudadana piensa comprar un camión-botijo de los que usan las policías en otros países para dispersas manifestantes a base de “manguerazos”. No es que no tuviéramos aquí, (los tenemos pero no se usan desde que Alfonso Guerra iba de joven promesa), la compra obedece a otros criterios mas actualizados y el primero de ellos es que Interior prevé que la algarada callejera se convierta en un canal de expresión incómodo para el poder.
De momento algunos mandos policiales estiman que es una locura tirar de camión-botijo que además de caro no tiene capacidad de maniobra en las calles estrechas, y puede provocar lesiones importantes debido a la presión del chorro por mucho que el ministro del Interior nos lo quiera vender como una máquina inocente que disuelve concentraciones de manera pacífica y que de paso riega las macetas de los vecinos que asomados a sus balcones vitorean el paso del mastodonte mecánico. Y no es así.
A unos no les convence por su escasa utilidad y a otros por su precio elevado. Ahora que conocemos los correos de Blesa podemos hacer la comparativa y darnos cuenta de que ese camión cuesta lo mismo que aquel criticado coche que el entonces presidente de Caja Madrid adquirió como capricho. Mas bien parece que es el ministro el que se quiere blindar de la calle pagando el precio que sea; de momento es medio millón de euros mas lo que cueste llenar sus dos depósitos: el de gasolina y el de agua. El ministro se atrinchera detrás de la realidad y lo hace en su almena favorita del castillo mas escarpado del reino.
En adelante preparémonos para ver cómo avanza por las calles este dinosaurio hidráulico que viene para poner en remojo a las voces discordantes. Y preguntémonos si tan peligrosos resultamos los ciudadanos para el poder, por qué tanta prevención y medidas represivas, ¿acaso somos malos por naturaleza? Volverán a pagar justos por pecadores porque a quienes acuden para reventar una manifestación el botijo no sólo no les corta el entusiasmo si no que les provoca cierta dosis de adrenalina. Contra esos hay que ser contundente pero no hace falta duchar al resto de la ciudadanía que se manifiesta de manera legítima.
Y, por supuesto, agárrense para evitar la fuerza del chorro porque de un empujón colosal puede acabar en una alcantarilla hasta alcanzar el remanso de un lago de heces de los muchos que tienen las tripas de una ciudad.

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Son como niños

diciembre 18th, 2013 - General - Sin comentarios

(“OTR“/EUROPA PRESS. Miércoles 18 de diciembre 2013

La CIA ya no es lo que era, ¡de cuándo se les iba a colar un traductor de signos falso y una danesa con pinta de ser la chica mala en una novela negra! Ya tuvo la CIA lo suyo con Marilyn como para caer de nuevo en la trampa de una rubia, pero vaya que ha caído. La foto de la primera ministra danesa, Helle Thorning, junto a David Cameron y Barack Obama, (un “selfie” en la jerga adolescente), puede acabar siendo subastada porque Cameron ha pensado que es la mejor forma de quitarse la mácula de pillín con la que posa. No sabemos si la comprará Michelle Obama para quemarla o para tenerla en la cartera y recordársela a su marido cuando tengan una discusión en la Casa Blanca. También los líderes mundiales tienen vida íntima y cada uno en su alcoba tiene derecho a discutir por lo que haga falta.
Otra cosa es si el funeral de una persona es el lugar adecuado para hacerse un “selfie” y pasar de la ceremonia quedando como niños maleducados que se sientan en la última fila a intercambiarse cromos. Se supone que llevan luto en señal de respeto a Nelson Mandela y que han viajado desde alejados confines para presentar sus condolencias a la familia, no para hacer el ganso. A juzgar por sus caras se diría que no lo habían pasado tan bien desde que acompañaron a sus hijos a una piscina de bolas y con la excusa de recoger al crío se lanzaron por el tobogán. Son como niños pero en lugar de jugar a la “play” tienen un maletín nuclear para entretenerse.
No sabemos si Obama estuvo mas expuesto cuando posaba junto a la primera ministra danesa y Cameron como secundario, o cuando le colocaron en la tribuna junto a un tipo loco, encebollado, que hacía gestos de Paquirrín cuando oficia de disc-jockey. Un tuercebotas de traductor de signos inventados que ve ángeles, escucha voces y que estuvo a medio metro del hombre mas poderoso del mundo. Y los de la CÍA a por uvas, o mejor a por un perrito caliente que era lo suyo puesto que estaban en un estadio de fútbol, (bien que lo recordó Rajoy que se emocionó no tanto por la trayectoria de Mandela si no por el efecto que llevaba el balón de Iniesta que nos hizo campeones del mundo). Y el traductor venga a poner los cuernos como si Obama estuviera hablando del toro de Osborne. Menudo despropósito.
El mas listo es David Cameron, capaz de sacarle partido benéfico a una metedura de pata colosal y pasar a la historia como el benefactor del trío de Johannesburgo. Pero al jefe de la CÍA deberían mandarle a regular el tráfico de camellos en el Sahara, uno de esos castigos que Ibáñez inventó para Mortadelo, (agente de la TÍA), para cuando las cosas salían mal.

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El “dron” de la oportunidad

diciembre 18th, 2013 - ABC Madrid/ OPINION - Sin comentarios

(“ABC“/MADRID. Miércoles 18 de diciembre 2013)

Dice una voz en off: “y, ahora, un “dron”, (aplausos). Por ideas brillantes no será, en el Ayuntamiento de Madrid han decidido que no dejan pasar un mes sin ser noticia por algo estrambótico y cuando no son multas a los que limpian cristales, son exámenes a músicos callejeros, o aparece un pájaro robótico manejado a distancia. La fábrica de ideas felices de Botella es inagotable, tanto que nos podríamos preguntar si tiene tarifa plana con los almacenes ACME en los que compraba el Coyote.
El aparato es caro porque para eso anda por las nubes y, de momento, dicen que no va a controlar nuestras vidas pero la tentación es mucha; acabaremos saliendo a la calle embozados como secundarios de Alatriste. Madrid a vista de pájaro, no cabe duda de que Ana Botella se trabaja la candidatura para Ministra del Aire en caso de que Defensa vuelva a dividirse en los tres ministerios que la crearon, (para Marina siempre fue candidata permanente Celia Villalobos).
El artilugio puede volar con todo tipo de condiciones climáticas salvo cuando hay ráfagas duras de viento, ya lo dice el refrán: “cuando no veas drones es que hace un frío de… (espectacular)”. Tampoco sabemos si incide en el vuelo habitual de los pájaros y si resistiría el atropellado envite de una manada de avutardas desbocadas, algo que no ha sucedido nunca pero con la actual racha que llevamos no es descartable que suceda.
La gran ventaja del “dron” es que no va tripulado así que una huelga menos que suponga un quebradero de cabeza para la alcaldesa. La desventaja es que no podrá subirse en él para dar vueltas por los cielos de Madrid animando a que regresen los turistas por la Plaza Mayor. La imagen de Botella por los aires con un megáfono sería algo que no se veía desde que Rafaela Aparicio rodó “Mamá cumple cien años”.
Este “dron” es muy oportuno, había una demanda ciudadana, un clamor, no se oía en los círculos del poder hablar de otra cosa.

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Descontento y bronca

diciembre 17th, 2013 - COLPISA/ VOCENTO - Sin comentarios

(“Las Provincias“/VOCENTO. Martes 17 de diciembre 2013)

Contra el descontento ciudadano no se puede legislar porque la libertad de expresión es parte de la democracia, contra la bronca si se puede legislar y para eso tenemos el Código Penal que tipifica delitos y establece penas. La diferencia entre descontento y bronca se comprueba cada vez que se monta una concentración pacífica alrededor del Congreso que luego acaba mal porque un grupo reducido confunde expresión con agresión a la policía. Este fin de semana lo hemos vuelto a ver en Madrid dónde se ha establecido como consigna que aquello que bien empieza ha de acabar mal. Eso sí, haría peor el Gobierno en tomar por agitadores de la bronca a todos los que salen a quejarse por el legítimo descontento.
Cuando comenzó la costumbre de rodear el Congreso recuerdo que el entonces presidente, José Bono, le decía a mi buen amigo Félix Madero en una entrevista en Punto Radio que él lo tenía muy claro, había dado órdenes estrictas a la policía para que el caso de que se acercara la protesta. Decía Bono en un tono casi imitando a López Vázquez: “¡caaarguen!” Eso quería decir que se aplicara con la porra todo el peso de la legalidad a quienes pretendieran subirse a los leones de La Carrera de San Jerónimo. No pedía Bono una Ley específica contra los manifestantes insurrectos si no que se ejerciera la legalidad vigente con la contundencia necesaria, algo que olvidamos a menudo porque la noticia es reformar la ley, no aplicarla.
Este fin de semana fue el aniversario de los fusilamientos de Jaca que acabaron con la vida del capitán Fermín Galán autor de “La Barbarie Organizada”, un libro magnífico que escribió durante su etapa de oficial en El Tercio en Marruecos en los años veinte. En sus páginas Galán narraba con todo lujo de detalle como nosotros “los organizados” fuimos a África a ordenar “la barbarie” pero acabamos siendo mas brutos que las cabilas a las que teníamos que dominar con diplomacia y mano izquierda. Sería una torpeza infinita que ochenta y tres años después de fusilado el capitán Galán siguiéramos confundiendo a la barbarie con la mayoría instalada en el descontento.
No hace falta ser Cayo Lara que ha responsabilizado al Gobierno de los futuros altercados que se produzcan debidos al descontento, es fácil adivinar que en los próximos meses el nivel de cabreo general subirá en el termómetro de la ciudadanía. Pero el Gobierno en lugar de tirar de Código Penal y castigar a los que provoquen daños y desmanes lo que hace es acuñar una nueva Ley que sirve de mordaza colectiva. La experiencia nos dice que el descontento es como el cauce de un río: no se puede cortar porque buscaría otros lugares para seguir fluyendo. El descontento es una expresión de la calle y como tal ruidosa y legítima, la algarada es otra cosa muy distinta. Callar el descontento sería tan absurdo como legislar que los cohetes se tiren sin hacer ruido, con sordina que viene de sordo.

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