Entradas en agosto, 2005


El mal gusto es una franquicia universal

agosto 3rd, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En Marbella se han vendido tumbonas redondas con 20 botellas de champán por mil euros / El rey Fahd trajo en el año 2002 más limusinas que las que circulan en Los Angeles / Los que dicen que el doctor Iglesias Puga está mayor, que se anden con ojo
————————————————————————————

MARBELLA.- No está claro el origen de lo kitsch, de lo hortera.Es posible que fuera Noé el causante cuando colocó llaveros en el puente de mando del Arca. El mal gusto es una marca blanca universal que luego abre franquicias; en Marbella tiene las más potentes. Anoche vi a un joven que lucía una camisa de Bruce Lee con dragones estampados, me recordó el título del último disco de Rosendo: Lo malo es ni darse cuenta.
Sabido es que allí donde hay ambiente marino se puede dar la peligrosa especie del Pepito Piscinas. La moda cool (retenga el término porque lo escuchará continuamente) es acudir a un club de mar, recintos de lujo en los que el camarero se acerca con la bandeja rebosante de cigalas que bailan flamenco con sus pinzas rosadas (¡que no farte de ná, zhiquillo!). El Ocean Club es uno de ellos, cool por supuesto. Allí puede uno tirarse una botella de Moët & Chandon por encima, siempre que pague 50 euros.

Federica Loi, inspiradora, dice que la tendencia causa furor.Han llegado a vender tumbonas redondas con 20 botellas por mil euros, y Kathia Umeña (pinchadiscos que se hace llamar dj Unique) presta su cuerpo al servicio del experimento fotográfico. Seguro que Esperanza Aguirre pagaría incluso más por tirarle cava por encima a Carod y luego darle con el casco como si botara una chalupa. El efecto Fernando Alonso provoca esta desviación del comportamiento racional. Los pobres se hacen lamparitas de mesilla de noche con una botella de vino de Cómpeta, vacía, y los ricos tiran el champán francés en un gesto freudiano de eyaculación de la opulencia.

El difunto rey Fahd (aquí le decían el rey Fax) también hizo lo suyo para contribuir a la imagen que luego explotó Torrente en el cine. La Asociación de Empresarios y Profesionales de Marbella emitió una nota en la que dice que el rey se recuperaba en la ciudad «gracias a la bondad del clima y a la belleza paisajística».Y supongo que también a la belleza del harén que hacía caminar como pavos por Puerto Banús mientras cuatro tipos malencarados rodeaban a unas jóvenes tapizadas en negro ruán.

La última vez que vino, en 2002, trajo más limusinas que las que circulan en Los Angeles (California); el séquito era tan espectacular que no descarto fueran los mismos coches que daban vueltas por la carretera de Istán. Para este rey feudal y megalómano que movía más extras que una película de Cecil B. de Mille se abrían las tiendas a deshora sin que hubiera queja alguna por parte de los sindicatos. El palacio es tal y como el humorista Pedro Reyes describía el cielo: «Mucho lujo, mármol, oro». Una gigantesca gumía floral se divisa desde la antigua Nacional 340, y al fondo la réplica de la Casa Blanca (si hubiera tenido buen gusto se habría hecho una réplica de La Alhambra, pero no). Opulencia en los baños, alfombras tupidas como bosques, mucha danza del vientre y ciertos privilegios municipales a la hora de moverse por la ciudad, quizá porque el gilismo hubo un tiempo en el que aspiró a ser dinastía. Un detalle de lucidez que tuvo el monarca fue negarse a recibir a Gil en numerosas ocasiones. Si al que ata perros con longaniza se le considera un benefactor, éste hombre lo era.

Papá cumple 90 años. El doctor Iglesias Puga, representante de Míster Bean en España, ha celebrado en Ojén tan magno acontecimiento.En cierta ocasión Compay Segundo desveló el secreto de su prolongada juventud: fumal, bebel y jodel. Es posible que la clave de Papuchi sea la envidia. Muchos de los que le critican en el fondo sienten un profundo malestar estomacal por la vida que lleva el doctor.Ya se sabe que un hombre feliz siempre molesta. Y los que dicen que está mayor que se anden con ojo porque este médico le levanta la Kournikova al nieto y dos más, como se dice en el lenguaje del mus.

Tengo lesionado a Manolito el tormento, un esguince de tobillo.Se tiene que cuidar porque el toro semental de Hormaechea, Sultán, se malogró por culpa de las rodillas. El animalito tenía el órgano reproductor de cine pero le fallaba la maniobra de aproximación, absurdamente fue sacrificado y el pirindolo se echó a perder.Por el bien de las que aúllan la vuelta de el tormento hacemos votos por su pronta recuperación.

Uno de mis contactos, Licorera 23, un travestón que trabaja en una sala de arte y desmayo (acuñación propia) y que toma pastillas para ser Juncal Rivero, me cuenta que a los pijos de Sotogrande y Guadalmina los tiene clasificados en: Sotoborjas y Borjaminas.Licorera me ha soplado que para desplazarse por el casoplón de José Luis Moreno hay que ir en carrito de golf, o sin tacones, pero ella antes muerta que en vespilla. Como epitafio un pensamiento de Gisela: «Me gustan los paisajes de Panamá pero también me gustan mucho los parques de atracciones». También hay pensamiento kitsch.

Compartir:


Cuidado con las costumbres locales

agosto 1st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Agosto es el mes que más ansía el urbanita pero el que más teme el habitante de los pequeños pueblos. Llegadas las vacaciones estivales es cuando su tranquilo camino de tierra se ve agitado por la presencia de todo terrenos, su plaza típica inundada de coches y sus lugares habituales de descanso (bares, bancos o jardines), literalmente tomados por las fuerzas de ocupación. El “ruralita”, (llamémosle así), es cuando empieza a sentir serias dudas acerca de los beneficios de la globalidad: el pueblo tiene las mismas vacas pero ahora hay más gente pidiendo leche, una contradicción.

Luego está el listo que quiere confraternizar y se dedica a dar por saco en las labores de recolección agrarias con preguntas tan absurdas como: ¿Qué, cansa?, o ¿cuántos caballos tiene el tractor? Superada es primera fase intentará ofrecer un pitillito al que está arando sin tener en cuenta el peligro de incendio.

Lo malo de la gente de ciudad es que nunca deja de serlo, por muy eficaz que sea el uniforme de Coronel Tapioca y por muy totales que le queden las bermudas (dándole un aspecto de lancero bengalí). El tipo de ciudad tiene la mala costumbre de hablar alto, decir tacos y asustar a las gallinas.

Cuando el urbanita roza el techo de su incompetencia es al participar en las fiestas locales; cuidado con las cucañas, con los toros embolados y con las competiciones de a ver quién aguanta más bebiendo anís antes de caer de espalda. Ahí aparece la venganza milenaria del campo, la revancha tanto cursi suelo que piensa que ellos son el culo del mundo hasta que un asta de toro les devuelve a la más cruda realidad.

En el fondo la gente de ciudad somos inocentes seres crudos en busca de una emoción para poder contarla en los días de prisión y oficina; no es necesario pisotear las tomateras cuando llueve para experimentar a qué huelen las tormentas.

A disfrutar pero con respeto, o vendrá el paisano con su cachiporra invocando el natural recurso de la legítima defensa.

Compartir:


No es caspa todo lo que reluce

agosto 1st, 2005 - Sin categoría - Sin comentarios

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En Marbella, un ‘book’ es como el pasaporte a Lisboa en ‘Casablanca’ / El ‘porciento’ es una tentación muy golosa (en Puerto Banús hay coches que cuestan como mansiones) / El clan del ‘cachuli’ estuvo en la gala de Linda Málaga 2005
——————————————————————————————
MARBELLA.- Decía Ramón que la palmera es el monumento al cohete; en la fiesta de Carlos Fernández hubo monumentos vegetales y también carnales aunque no entiendan de greguerías porque el pensar se va a acabar. Fernández es el tercer teniente de alcalde de Marbella y una de las patas del tripartito (que aquí es tri-virtual).Los monumentos a los que me refiero portan el ombligo al aire en continuo movimiento y una copa en la mano. Son chicas que buscan una oportunidad, un book, o un empresario que se enamore con entusiasmo de oveja suiza; por la mañana toman el sol y enseñan el book, lo cual está muy bien.
El book, en Marbella, es como el pasaporte a Lisboa en Casablanca.Andan detrás de un fotógrafo que les haga un reportaje para luego poder olvidar su nombre; eso será cuando puedan comprarse un pasado en una tienda del Boulevard de Saint-Honoré, de París.Mientras, se tuestan en tumbonas circulares con natural desidia de lagartijas y resto de animales de sangre fría. Por allí aparecieron Bárbara Rey de blanco riguroso, Rappel de sí mismo, Nakachián sin princesa Kimera, y una familia muy rara que va de vampiros o de príncipes transilvanos de la hemoglobina y que tienen el don de la ubicuidad. También estaba una hermosa joven separada de joyero potentado, una chica a contracorriente que deja el oro sin dejarse epatar por su brillo. Hubo fuegos artificiales, conté 37 petardos que corresponden a cada año. Los más gordos y sonoros fueron de los tiempos en los que Fernández se llevaba bien con Gil.

No asistió la alcaldesa Marisol Yagüe, será porque tiene alergia a la tarta. Este verano la Fiscalía Anticorrupción ha venido a animar a la clase política marbellí, ya no está el gilismo oficial pero siguen los viejos problemas de siempre, y esas cuitas nunca vienen por la parte de la cultura sino por la del ladrillo.El porciento es una tentación demasiado golosa (en los aparcamientos de Puerto Banús hay coches que cuestan como mansiones). El fiscal ha unido a enemigos irreconciliables: la actual alcaldesa, Julián Muñoz (de oficio marido con suerte) y a siete miembros de la corporación municipal, entren ellos Isabel García Marcos, que antes de estar en el lado oscuro fue látigo de la oposición socialista.Este verano el culebrón se llama Marisol y los Siete, faltaba un asunto judicial para devolver a Marbella a su esencia.

Al clon de Cachuli lo vi en la gala de Linda Málaga, un torneo de guapas que explota el lado nacionalista del muslo, cadera y pechuga. La presentadora, Lorena Bernal, hizo la pregunta del año: «¿Puede darse belleza e inteligencia en un mismo cuerpo?».El jurado lógicamente enmudeció. Ni Silvia Tortosa, ni Jenny Llada (memoria despelotada de la Transición), ni María José González (organizadora), ni Juan José Rodríguez (hostelero), ni los siete sabios de Grecia. Un preguntón. La ganadora se llama Carolina Mendoza y tampoco supo qué responder. Para relajar los nervios, Emilio José cogió su guitarra y le cantó un homenaje a Marrakech, una versión de ¡qué bonito es Badalona, en invierno y en verano! pero con más aire de excursión de COU. Se lo puso difícil Emilio José a George Benson que anoche actuó en Puente Romano. En todo concurso de misses hay siempre material de descarte que pertenece al realismo mágico, por ejemplo el tumulto que se formó cuando la ex de Dinio, una francesa con voz de gato, hizo declaraciones.Había un corrillo informativo parecido a cuando Rubalcaba habla en los pasillos del Congreso, pero la francesa no dijo nada interesante, ni coherente.

Para poner un punto exótico al relato veraniego apareció la ministra Narbona a inaugurar una desaladora que había sido estrenada 12 años antes. Dice la portavoz del PP que un día acabarán inaugurando La Alhambra. La política es el juego de las evidencias. En el acto plantó un pino cuando lo suyo hubiera sido lavarse los dientes.De manera incomprensible la ministra no se quedó a hacer entrega del título de Linda Piernas Bonitas en la gala donde Loreto Valverde rió como crujen las puertas de las casonas en Asturias.

Para otro día dejo las andanzas de un personaje local apodado Manolito el tormento, relaciones públicas (y también púbicas).Un joven vestido de concursante de La selva de los famosos, tan moreno como un rey Baltasar en la carroza. Un amigo le hace de controlador aéreo: mientras cuatro chicas esperaban turno, el ayudante les obligaba a dar vueltas a distintos niveles de altura.El tormento da servicio a la Costa del Sol, es un alumno aventajado de la escuela de pensamiento crítico Espartaco Santoni.

Compartir: