Siete grados bajo cero

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

En los tiempos de Mariano Medina y de la televisión en blanco y negro sólo había dos tipos de clima: calor y frío, (punto pelota). Luego vinieron los mapas del tiempo interactivos y la información meteorológica tan detallada como un parte de guerra, por lo tanto nos hicimos expertos en isobaras, cambios de presión, tendencias de vientos y sabihondillos de nubes. Para entender el documental de Al Gore sobre el calentamiento global hay que tener una mínima preparación.
A falta de una explicación científica me apunto a la teoría de quienes creen que sabemos más del tiempo porque las casas tienen más pisos. Cuando nos saludábamos en el relleno de la escalera la conversación era necesariamente breve. Ahora que pasamos más rato en el ascensor nos hemos vuelto unos especialistas de la NASA, unos tipos que sabemos del tiempo más que una veleta vieja.
De aquellos días de Mariano Medina y el mapa recortado sobre un corcho me quedo con el famoso ?barco K?, que además de tener nombre de embarcación espía, funcionaba como centro de información en aguas del cantábrico. Uno se podía imaginar las penurias de los tripulantes del ?barco K? cuando las olas de cinco metros se prolongaban en los días. Ese lugar de vigilancia costera, habitado únicamente por héroes de la investigación, desapareció un día sin que nos dieran explicaciones. Igual fue verdad que se trataba de un punto de espionaje soviético que fue desmontado tras la guerra fría.
Otro año más y coincidiendo con la nieve (tardía), España se ha vuelto a bloquear incluso en carreteras nacionales. Si aplicáramos nuestro sistema de comunicaciones a Alemania? hace años que ese país hubiera cerrado por incapacidad para transitar por él desde noviembre a marzo. Y, sin embargo, en otros lugares donde hace más frío consiguen desplazarse sin mayor dificultad. También es posible que el atasco y el bloqueo lo llevemos puesto, y que la climatología sólo sirva de excusa puntual.
El frío es una insolencia, se cuela por todas partes y si te coge por la calle desprevenido te acompaña hasta volver a casa. A partir de cero grados todo es negativo, valga la cabriola semántica para destacar que sobrepasada una temperatura ya no hay graduación posible; la diferencia entre el mucho frío y el frío exagerado apenas se nota. Y, entonces, los problemas políticos y económicos quedan también bajo el manto de la nieve. No en vano el invierno detuvo a Napoleón ante las puertas de Moscú. Véase la capacidad que tiene el tiempo de cambiar nuestras vidas. Y ahora vuelvo a lo de antes: ¿qué fue de los tripulantes del ?barco K??

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