Miedo por la espalda

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Hay zonas de Madrid que a determinadas horas son agujeros negros de la Ley, por ejemplo Azca donde los vecinos hace tiempo que tienen la sensación de caminar en libertad vigilada cuando se encienden las farolas y hasta que terminan de pasar los barrenderos a primera hora de la mañana. Ha ocurrido que en la madrugada alguien disparó por la espalda y mató a un joven que entraba en un taxi; el miedo nace en la columna vertebral y no es fácil dominarlo porque extiende sus terminaciones nerviosas por todo el cuerpo. Pensemos que la espalda de Madrid es la noche y entonces entenderemos mejor a esos vecinos que reclaman eficacia en la persecución del delito para que, al menos, el descaro de disparar un arma no llegue hasta la puerta de un taxi y salpique de sangre el asiento de atrás.
En Azca hay una comisaría de policía pero ésta no ha evolucionado a la par que los delincuentes y se ha quedado en una figura testimonial, una suerte de “Fort Apache” al que rodean los indios que le cantan a la Luna mientras beben a morro “agua de fuego” en los bares de copas. Comprobado queda que un tubo de neón que anuncia “Policía” no tiene ningún efecto disuasorio, por eso los vecinos quieren patrullar las calles en una medida poco recomendable. Sería como apagar el incendio con gasolina puesto que podrían darse enfrentamientos de bandas con grupos vecinales que reclaman paz armados de porras.
Los gánsters de Madrid tienen oficina abierta en las madrugadas de AZCA y por allí deambulan con sus coches y sus chicas, pistola al cinto y esa manera de perdonar la vida hasta que alguien les mira mal. Joe Dillinger y sus amigos queman la goma de los coches antes de dejarlos aparcados en la puerta del local y luego pasan sin esperar cola porque para eso el portero les conoce por el brillo del diente de oro.
Estos sucesos ocurren de noche cuando la ciudad se gira en la cama y da la espalda. Pero, a veces, las pesadillas cobran vida y salen de paseo hasta morder en el cuello a un inocente. No es el comienzo de una novela negra sino el final de otra vida en AZCA.

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