Este es su problema señorías

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Después del debate en el que se habló de la actual crisis económica podemos concluir que sus señorías, (salvo muy honrosas excepciones), viven en un microclima templado dónde nada les altera. En la calle llueve, nieva, hace frío, la gente hace cola ante las oficinas del INEM y luego acuden a un centro de caridad para tomar la sopa del día. Pero los políticos siguen sin mojar sus pies en los charcos, sin tomar el pulso de la realidad, ignoran que son el cuarto problema para los españoles y que cada vez aumenta el número de abstencionistas que les dan la espalda. Pero ellos viven ajenos al mundo, inmersos en su realidad parlamentaria, creando sus comisiones para discutir lo obvio sin entrar en lo fundamental.

De momento se ha creado una comisión que tiene el peligro de perderse como aquellas expediciones científicas del XIX, ¿Es Zapatero el profesor Livingstone?, ¿Es Rajoy el señor Stanley?, ¿Ambos andan perdidos por las orillas del río Zambeze?, ¿quién irá a buscarlos?, ¿quién les indicará el camino de vuelta a la realidad? Admunsen se perdió entre los hielos del Polo Sur, su amigo Fridtjof Nansen escribió: “quedamos abandonados mirando tristemente el vacío”. Quizá esas palabras nos valgan para saber que las expediciones sin sentido terminan en la soledad de los hielos.

La calle, en la que sopla el viento, agradecería alguna muestra de unidad para hallar el rumbo, y rechaza las peleas internas que se presentan como batallas inútiles para izar la bandera que nadie quiere en el lugar que nadie ha elegido. De ahí que el problema sea suyo, señorías, y de su capacidad por resolverlo depende la credibilidad de la clase política. Una tempestad sería que la crisis económica también asolara a las posiciones políticas. Se les pide altura de miras y pensar más en el futuro que en las próximas elecciones. La discusión no es, ahora, saber si la crisis empezó en un banco norteamericano, o en unas hipotecas sin garantías que dieron los bancos. El dilema es encontrar la salida al túnel y en ese camino sobran los “brotes verdes”, las alusiones seudopoéticas y la madre que los parió. Si quiero leer poesía acudo a Pedro Salinas, pero si quiero una solución a la crisis me gustaría que ésta llegara a través de la unidad. Todo lo demás sobra, es humo y el humo hemos quedado que es malo para la salud. Demasiado sucios tenemos los pulmones como para no toser sin levantar sospechas en la cola de la Seguridad Social.

Nadie pide que venga Supermán, tampoco debe andar muy bien el hombre porque la criptonita ha subido de precio. Sólo se pide algo de coherencia y mucho trabajo. Veremos si la señal llega al campamento base en el Congreso. De momento sólo está este triste vacío.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*