Vista de pájaro

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Una vez más, y ya van cien, el presidente del Gobierno lleva a Mariano Rajoy a la esquina del ring que le conviene, y éste acude porque no le queda otra. De ahí el mensaje que se cruzaba con Pedro Arriola y que le han cazado con un objetivo de esos que igual valen para hacer exclusivas del corazón que para cotillear sms en sede parlamentaria. Es una costumbre muy fea pero bastante irresistible por lo habitual que resulta y la cantidad de gente que la practica, (cuando quieras saber algo de tu enemigo no le consultes a un brujo, es suficiente con mirar en su bandeja de entrada). En este caso han pillado a Mariano Rajoy en top-less conceptual con respecto a Cataluña, y al no saber qué respuesta tenía que dar al envite de Zapatero acudió a su gurú de cabecera para que, a su vez, preguntara a los grandes arcanos.
En una ocasión asistí al debut de un joven novillero en Las Ventas, (pálido como el color de sus medias y atenazado por la responsabilidad), al que su apoderado le dio el peor consejo del mundo: “¡quillo, sobre tó que no te zorprenda!”, y ya está, no le dijo más. En aquella expresión resumía un siglo de tauromaquia mal asimilada porque el novillero no volvió a Las Ventas debido a la faena tan lamentable que realizó. El apoderado que debía haberle advertido por qué pitón iba bien el toro, o en qué lugar de la plaza haría mejor faena, le dio un consejo de bolsillo para un momento solemne. Ambos la pifiaron aunque el gañafón sólo se lo llevó el debutante.
Da la impresión de que a Rajoy le llegan muchos consejos de “¡quillo, sobre tó que no te zorprenda!”, pero luego lo dejan más sólo que la una esos mismos que se levantan para aplaudir con entusiasmo de faena cumbre. Se supone que el destinatario de ese mensaje, que en realidad era un disparo de bengala para señalar la posición del náufrago, debía haber reaccionado a tiempo y haber tenido previsto alguna respuesta por si Zapatero sacaba el tema de la sentencia del Constitucional, pero no era un asunto que entrara en el orden del día. Y, por eso, de nuevo el paseo por las esquinas del ring detrás del gato que sonríe porque se siente más ligero.
Lo que no saben Durán i Lleida, ni Montilla, es que ahora Zapatero les va a explicar a ellos lo que es Cataluña, y en ese pase mágico va a estar los dos próximos años. Rajoy sigue sin ver el truco, no se cosca, pero a él le observan desde arriba a vista de pájaro.

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