El asueto estival

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Tocan vacaciones, a ponerse el disfraz del asueto, ellos también lo hacen. Lo que pasa es que ellos, nuestros políticos, hasta el “casual” lo tienen que convertir en solemne, de ahí que nos cuenten sus libros, sus actividades y sus deberes para agosto. No había necesidad pero lo hacen, nadie lo había preguntado pero lo dicen. Bien es verdad que no son Casillas y Carbonero, la pareja ideal a la que apodan los “Carbonillas”. El asueto de político es más bien forzado y casi siempre de escaparate. Zapatero se queda en Moncloa para dar imagen de austeridad monacal, y Mariano Rajoy promete que va a leer una novela histórica con el peligro que tiene leer según qué autores. Por culpa de una mala digestión de novelas de “caballerías” acabó El Quijote más seco que su lanza.
Acudamos a los neologismos que ha aprobado la Real Academia para añadir otro que defina el ocio veraniego del alto representante institucional, pensemos en el “nading”, (que es hacer nada pero con el teléfono móvil muy cerca por si se rompiera el tedio), o el “tumbing”, (agotar la mente viendo cómo otros hacen atletismo en televisión). Y todo para esperar a la sombra a que llegue septiembre, el mes de los repetidores, para volver al “conspirandig” que es una de las costumbres más habituales en todo el arco parlamentario.
Es evidente que quienes mejor entienden el asueto son los “Carbonillas” que le han sacado más partido que nadie. Se han movido tanto por la geografía que pudiéramos pensar que han contratado a una pareja de dobles para que les libren del acoso de aeropuerto. Se les nota felices porque a Sara le flota la pamela cuando coge la tarjeta de embarque, si fuera una pareja mal avenida ella le daría con la maleta en los tobillos a él, eso es lo más habitual cuando las parejas no se soportan. Los sanitarios están acostumbrados a poner vendas cruzadas en los tobillos, y a veces también colocan tiritas para “corazones partíos”.
Se supone que Rajoy leerá el libro de Historia con un puro cerca, el humo es políticamente incorrecto pero cuando uno es jefe de la oposición no debe estar para acatar normas si no para saltárselas. Y Zapatero, Ministro del Deporte también, sacará tiempo para echar unas canastas, igual le ve un ojeador de la NBA y se lo lleva a Los Lakers que necesitan un refuerzo.
“Crisis?, What Crisis?”, decía aquella memorable portada de Supertramp. ¡Si al menos Bono les hubiera mandado un cuaderno de palotes para mejorar la caligrafía! En cambio les ha dado por hacer nada y que eso nos parezca que ya es hacer mucho. Trileros de asueto estival.

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