Operación salida

(“COLPISA”/VOCENTO, 30 de julio 2012)

Este año al tradicional despliegue de vehículos de Tráfico se van a añadir otros elementos que van a controlar los primeros días de agosto: los analistas financieros. Atrás quedaron aquellos veranos en los que la única preocupación era contar el volumen de vehículos que entraban por La Junquera y salían por Algeciras. La verdadera operación salida es la que nos puede sacar de la crisis y se va a jugar durante los próximos días.
Hay que ponerle una vela al BCE para que compre deuda soberana española y con las velas que sobren habrá que darle en la cabeza a quienes no se hayan dado cuenta todavía de que la crisis no es sólo económica. Si esta penuria que atravesamos se solucionara con dinero y con buenas palabras de Draghi hasta podríamos decir que ha sido una crisis barata; si sólo se tapa con dinero entonces seguiremos siendo tan pobres como hasta ahora. Lo que está en solfa es un modelo de Estado duplicado, y a veces triplicado, que gasta más en coches oficiales y en dietas de sus señorías que en apretarse el cinturón a tiempo. Descontemos embajadas en el extranjero, viajes de hermandad, comisiones a Kuala Lumpur, estudios sobre la aceituna cornicabra, congresos sobre el murciélago pardo y alguna otra extravagancia y dejaremos las cosas en su justa medida. Sin ánimo de señalar una notable parte de los altos cargos públicos han creído que estaban en el rodaje de la nueva entrega de “Piratas del Caribe”.
Ya puede el BCE inyectar euros con pala pero si no cambiamos modelo y estilo, o lo que es lo mismo adelgazamos y generamos confianza, agosto será otro mes perdido en el desierto de los buenos propósitos. Tampoco estaría mal conocer alguna dimisión porque desde que se anunciaron los ajustes aquí no ha dimitido nadie no fuera a ser que le hicieran caso y se quedara sin el momio; o presenciar cómo algún diputado de relevancia devuelve la VISA a cargo de la institución porque ha descubierto el menú, (sin duda que una novedad en sus vidas que hasta les puede parecer agradable de relatar a sus amigos).
Si tenemos suerte esta operación salida se tiene que llevar unas cuántas maneras de malentender lo público en un país que no daba para tanto, (ni para tontos tantos). Lo tenemos bastante oscuro porque la salida es dolorosa para empezar la sufragan aquellos sectores más débiles de la sociedad que pagan en la farmacia cuándo antes no lo hacían, que ven recortado su sueldo, que tienen en cuarentena la ayuda por prestación de desempleo, que han perdido la ayuda por dependencia.
No le deseo ningún mal a nadie pero ojalá le de un cólico el zumo de naranja a los jetas que viajan en primera a costa del presupuesto y reflexionen acerca de su condición en un momento tan incómodo.

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