(“Las Provincias“, martes 29 de enero 2013)

¡Mecachis que esta vez no era un “negro”!, (como se conoce en el oficio al que escribe por boca de otro), si no una rubia multidisciplinar que igual trincaba subvenciones del cine que se aprovechaba de su pluma de ganso. Amy era un bluf, una gran mentira cultural, pero nadie se detuvo un segundo en averiguar quién era, fueron tan incautos que un poco mas y le dan un premio literario a la gran Amy Martin que hacía de “Monchito” de un Carlos Mulas que a su vez ejercía de José Luis Moreno con la inestimable ayuda de su ex mujer. Entre ambos se había acabado el amor pero se mantenía puro el negocio que es lo importante. A punto hemos estado de que Rosario Flores cantara una letra de Amy con su correspondiente puntito flamenco.
Rubalcaba eleva el suceso a categoría de alta sociedad, dice que se trata de un “timo”. No hombre, para ser un timo falta categoría, mas bien es un trile delante de las narices de Caldera que no tenía nada mas que hacer pero que tampoco va a dimitir porque nunca firmó junto a Amy en el contrato. El timo requiere otro mecanismo de engaño mucho mas elaborado e incluso la ayuda de un grupo parlamentario; Amy Martin es una manera cara de hundir el prestigio de la Fundación Ideas y de meterle un petardo al PSOE dentro de Ferraz en un momento amargo para los socialistas. Para colmo Mulas era mitómano y nos ha dejado un álbum de sus mejores recuerdos junto a altos mandatarios internacionales y alguna foto con Zapatero en la que se le veía dándole consejos a “José Luís”. Caso de comprobar que Carlos Mulas fuera coautor del términos “brotes verdes” junto con Zoe Alameda podrían ganar el “Premio Tontos del Año” y eso que todavía no ha terminado enero. Quedan once meses para acabar el calendario pero se lo iban a poner muy difícil a otras candidaturas tanto nacionales como internacionales.
Caldera se agarra a la letra pequeña del contrato como si fuera uno que pasaba por allí, consciente de que la remodelación de la Fundación Ideas le puede poner en la calle aunque lo dudo; aquí somos de “sanear” las instituciones dejando a los mismos nombres que las estropearon. Un poco de limpia cristales en la puerta de entrada, un ambientador de pino y a otra cosa mariposa porque no ha pasado nada. Y si un día Amy se tiñe de morena igual vuelve a trabajar para la Fundación Ideas, cosas mas raras se han visto.
Se dejan pasar unos meses, se aprovecha la polvareda que provoquen otras noticias de cuerpos incorruptos y la buena señora Martin nos coloca un estudio sesudo sobre el cine nigeriano que a mas de uno le harían saltar las lágrimas de emoción. Y Caldera tranquilo porque aquí no ha pasado nada, hemos localizado el problema y se ha desarticulado el peligro.

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Etiquetas: Amy Martin, Caldera, Mulas