(“El Boletin“, jueves 20 de junio 2013)

Ridículo histórico es poco, algo así se veía venir desde que a unas mentes preclaras se les ocurrió poner en marcha algo tan folklórico como “Marca España” que iba a combatir años oscuros de una imagen asociada al torito, la paella y la folklórica. Olvidaron el pequeño detalle que de la recuperación de España se encargan las grandes empresas y los deportistas, creyeron que Gasol o Nadal se fabrican en un laboratorio entre consignas joseantonianas y pócimas del Bierzo.
El resultado es que crearon una comisión, al frente de ella pusieron a Espinosa de los Monteros. Hubo reuniones, comidas, viajes, mas langostinos, otras cenas, una presentación de Margallo hace unos días en Bruselas, luego unos finos, un vino español, una de flamenquito, mucho taca-taca, varios asesores jurídicos en nómina, la factura del que escribe los discursos, la factura de la empresa que pone el sonido, la factura de los que le sacan fotos a la catedral de Burgos con tecnología de la NASA, y la factura de los que no tienen ni idea de que va esto pero ya que pasaban por allí ponen el cazo, (como todo el mundo). Y después de todo resulta que se les olvidó registrar “Marca España” y un espabilado directivo de Intereconomía, (¿de dónde iba a ser?), Luis Sans, ha inscrito en el registro el término jorobando todo el proyecto anterior. Ahora anuncian que recurrirán, que irán a los tribunales, que aportaran las cáscaras de los langostinos de Sanlúcar que se han comido y las jarras vacías de rebujito, irán ante el juez con los palmeros flamencos que se llevaron a Bruselas y con las emocionadas palabras que leyó el Ministro. Pero como casi siempre estas cosas que dependen de marcas, patentes y registros se solucionan de una sola manera: pagando. Es decir que habrá que pagar al directivo de Intereconomía como si las vistas a La Alhambra fueran propiedad suya, y lo son en cuanto a derechos de autor y explotación comercial.
Lo suyo es que se disolviera el departamento de Carlos Espinosa de los Monteros antes de caer en nuevos ridículos y antes de que nos cueste mas dinero esta manera de entender la imagen de España en el exterior. Esté tranquilo el ministro porque ya se encargará esta noche Vicente del Bosque en poner la imagen de España en “prime time”. Y, por otro lado ya nos encargamos los españoles de capear el temporal de la crisis con el garbo que nos da ser la parte anónima de la “Marca España”, la que sufre estas estupideces en silencio.

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