Caza Mayor

(“El Boletin“, miércoles 10 de julio 2013)

Este verano nadie en el PP se atreve a adelantar sus planes porque todos están pendientes de lo que filtre Bárcenas. La operación es de caza mayor y la pieza que se busca es la del presidente del Gobierno empeñado en mantener un silencio que no le beneficia. Rajoy aconsejado de nuevo por sí mismo se refugia en la parsimonia del que piensa que los sustos en los periódicos nunca van mas allá de un desayuno pero olvida que las aguas están revueltas todo el día y que tiene cerca a personas que se hartan como Esperanza Aguirre y piden además de ejemplaridad higiene colectiva en el partido dónde choca con Javier Arenas que es el secretario general en la sombra por lo que parece. Y Cospedal ejerce poco, en todo caso le dejan las ruedas de prensa para que se tropiece con sus propios argumentos.
Pedro J. le ha cogido la delantera a los demás en esta cruzada contra todo lo que se mueve en el PP, y ha repartido papeles; mientras él calienta portadas y anima tertulias con sus intervenciones, Raúl del Pozo le hace la pelota a Rosalía que es la mujer de Bárcenas y la clave para llegar hasta los papeles, secretos y notas a pie de página. Raúl se esfuerza hoy por borrar esa imagen de “pija de Serrano” de la mujer de Bárcenas, y no es que la haga pasar por una intelectual discípula de Zubiri pero casi.
El aire es denso porque hace calor pero en cualquier momento se forma una tormenta alrededor de Génova y salen papeles por las ventanas como si fueran avioncitos de papel. Por eso nadie se atreve a coger vacaciones, ni siquiera a insinuar cuando tiene pensado sacar el billete. Bárcenas es un tipo peligroso que no está solo, ya cuenta son sus rapsodas de cabecera que glosan sus movimientos como si se tratara del mismísimo general Murat que se ocupó de la Caballería de Napoleón. Hasta los que no le tienen aprecio le siguen de cerca porque puede ser el ariete con el que romper la puerta de Génova para luego colarse dentro hasta conquistar una séptima planta vacía porque con Rajoy que no cuenten porque es el único que tiene garantizadas sus vacaciones en una casa rural según le contó a Aznar en el Campus FAES.
A Rajoy estos pánicos no le alteran, otra cosa es el movimiento de peloteos, conspiradores, tocadores de arpa y viejos enemigos que no se resignan. Como para llamar a la Unidad Militar de Emergencias para que se haga cargo de este fuego de novela negra.

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