Tú sí que no vales

(“ABC“/MADRID, miércoles 21 de agosto 2013)

Por primera vez me voy a poner en contra de las panderetas y del lado de la normativa municipal porque ya lo cantaba Alejandro Sanz: “no es lo mismo”. Exacto, no es lo mismo saber cantar que “ejecutar” un instrumento y de paso “ejecutar” a los vecinos que te soporten. En torno a los músicos callejeros hay una gran leyenda urbana en la que pagan justos por pecadores, los hay excelentes y con dar un paseo por El Retiro los encontrará, pero en cambio hay otros que atentan contra el pentagrama, la métrica y la protección de Santa Cecilia patrona de los músicos. Si no eres Paul McCartney no te atrevas con “Let It Be”, y si no tienes la calidad musical de Lennon mejor que no te atrevas con “Imagine” porque en lugar de transmitir un mensaje de paz lo que estás provocando es una ira contenida que llega hasta la tumba del desaparecido Beatle. Y, por supuesto, tampoco hay que denostar al Fary, o a Los Chunguitos, que tantas noches de taca-taca y “desmoñamientos” han proporcionado.
Sería curioso presenciar las audiciones del Ayuntamiento de Madrid en las que se van a dar los carnets oportunos para tocar en la calle, (seguro que los cobran en calidad de manager oculto). Esas sesiones recuerdan a “El Semáforo” del genial Chicho que tantas horas de diversión nos ofreció aunque de él salieran especímenes tan extraños como Cañita Brava que debe ofrecer conciertos acústicos en la ducha, estaba destinado a ello. Estaría bien conocer los nombres del jurado.
¿Qué pasará con quienes no superen la prueba?, ¿habrá repesca?, podría ser antológico que suspendiera la tuna de Medicina, (por ejemplo), y fuera declarada ilegal… a efectos administrativos en la zona de Madrid. Aunque a esos tunos, siempre en lo mejor de la edad, no creo que les asusten los suspensos, algunos los llevan prendidos como si fueran adornos de la capa.

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