El consejero y la fraila

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado señor Fisas, ya es noticia que dos representantes de la Administración nacional y autonómica se reúnan, debatan, incluso lleguen a puntos de entendimiento y al final salgan (palabras suyas textuales) «de una reunión enormemente cordial» (¿No exagera un poco?). Por lo tanto, se confirma que la cultura es la más bella de las artes y que la política no deja de ser un navajeo con manta, una leña continua, un debate a primera sangre. Y eso que entre su modelo de gestión y el de la ministra hay una distancia abismal, pero al menos se han puesto de acuerdo en lo que tienen que pactar. Por ejemplo, la gestión de los museos Sorolla, Romántico y Cerralbo, esas tres pequeñas bomboneras que tiene Madrid y que podrían mejorar, sin duda. De los tres, el último, el Cerralbo, es una joya de la corona perdida en el callejero.
Picasso en Buitrago es el viejo deseo de Eugenio Arias, aquel tipo con suerte que se acercó más que nadie a las ideas del pintor, puesto que fue su barbero particular durante muchos años. Entre ellos se estableció una relación como la del cartero con Neruda (donde encontramos la memorable frase de «la poesía no es de quién la crea sino de quién la necesita»). Así, podríamos decir que las obras de Picasso nos hacen falta para mejorar la condición humana. En Buitrago se podía formar como en Málaga, aunque a escala menor, un museo del talento nacional desperdigado por culpa de la Guerra Civil. Picasso fue los ojos de España cuando aquí nos quitaron la luz en tiempos del tan movido hoy general Franco, aquel que se hacía estatuas para cabalgar una vez muerto.

Patinazo por patinazo supongo que no le habrá preguntado a la ministra qué quiso decir con aquello de que antes de cocinera había sido «fraila», (una nimiedad de primavera adelantada, una fruslería, un vaya por Dios que ha dado mucho que hablar). Más que nada para no desviar la atención del encuentro, y para que ella no le preguntara por su resbalón de boy scout con el Valle de los Caídos. Los caídos son de todos pero el mausoleo de Franco de Patrimonio Nacional… Mejor para usted, un muerto menos.Sólo le faltaba tener que ocuparse de la gestión de tan macabro monumento al mal gusto y a la gloria de unos pocos. Si la ministra tiene bula para colarse con las «frailas», usted la tiene para equivocarse de valle. No diga más porque al final le plantan la estatua ecuestre en la puerta de la Consejería, por ahí andan con ella y no saben a quién colocársela.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*