‘Aquí está mal visto ser optimista’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

CON MUCHA CARA / «La ‘leoterapia’ no funciona con los violentos» / «Si sueño con mi padre, pienso en castellano. Si estoy con mi mujer, en inglés» / «Cuando estaba soltero decía que era dentista.Ser psiquiatra es un problema. Tomando copas asusta» / «La gira del Real Madrid puede considerarse una fuga temporal de cerebros» / «No creo que vuelva, estoy muy contento en EEUU»

El doctor llega de lejos, desde Nueva York, y no ha cambiado ni el reloj ni las costumbres. Camina como lo hace un hombre tranquilo, todo le sorprende y le llama la atención. En ocasiones tarda en construir la respuesta, intuyo que se está traduciendo a sí mismo. El cerebro es un dédalo que Luis Rojas Marcos utiliza como un huerto trasero, un sudoku para explorar las emociones humanas.
Pregunta.- ¿En qué lengua piensa?

Respuesta.- Nunca me lo he preguntado. Si sueño con mi padre, él habla castellano, y si estoy con mi mujer, lo haría en inglés.

P.- Enhorabuena, ha conseguido que una entidad bancaria regale algo: un libro.

R.- (Risas) Es una gran sorpresa positiva que una empresa privada como La Caixa se dedique a temas sociales.

P.- ¿Le han regalado algo en un banco?

R.- Sí, el libro con la historia de ese banco. Muy gordo y pesado (risas).

P.- ¿Por ser un rico accionista?

R.- ¡Que va! Una vez invertí en acciones de la Pan Am, hace 30 años (en 1969), perdí mis ahorros. Me sentó tan mal que desde entonces mejor lo guardo en una cuenta.

P.- ¿Lo guarda en el calcetín?

R.- Casi, lo mío es el colchón, el ladrillo y dormir tranquilo.

P.- ¿Todos estamos locos?

R.- No, la mayoría de la gente no está loca. Los que sufren esa enfermedad son minoría.

P.- ¿Y Bush?

R.- No, no. Se le han colgado muchos sambenitos a los locos: se dice que los terroristas están locos, que los presidentes están locos, y no. Hay que diferenciar maldad de locura.

P.- ¿Cree que un violento se detendrá a leer un libro?

R.- El violento tiende a huir de conocerse a sí mismo. Es un libro para las víctimas que no leerá el verdugo, con toda seguridad.

P.- ¿Leerlo rehabilita?

R.- La leoterapia no funciona con ellos.

P.- ¿Cómo ha dicho? ¿Leoterapia?

R.- ¡Me lo acabo de inventar! (Risas). Es un palabro.

P.- ¿Todo se puede con buenas palabras?

R.- Consiguen mucho, sin duda.

P.- ¿Incluso conseguir un crédito?

R.- Sí, uno puede seducir al banquero, al menos intentarlo.

P.- ¿Dónde comienza la violencia?

R.- En el contacto físico con idea de herir o hacer daño. También la violencia verbal, los insultos, el ultraje.

P.- ¿Cuándo deben saltar las alarmas?

R.- El alcohólico es la persona que se pregunta ¿seré alcohólico? Con la violencia es algo parecido. Si la víctima se lo pregunta, es probable que estemos en el inicio de algo.

P.- ¿Su libro acabará con las muertes?

R.- No. El año pasado fueron 72 mujeres muertas, y es posible que otros casos se hayan camuflado. El libro informa y sensibiliza.

P.- ¿Sería bueno publicar sus nombres?

R.- Sabemos que hay algunos incorregibles que no tienen probabilidades de rehabilitación; no estaría mal identificarlos para prevenir futuras agresiones.

P.- ¿El violento lo es sólo en un sector?

R.- Es muy normal que en casa se comporten distinto que en la oficina, o con los amigos. Conozco padres cariñosos con sus hijos que en el trabajo son enormemente duros con sus empleados.

P.- Ha escrito el libro con Inés Alberdi, ¿ella se lo ha currado más?

R.- Ella ha hecho más, contribuye con muchos datos. Es una gran socióloga a la que tengo mucho respeto. Es un orgullo colaborar con ella.

P.- ¿Hay motivos para ser optimista?

R.- De hecho el optimismo brilla en las tragedias. La gente piensa que todo podría ser peor aunque aquí, en España, está mal visto ser optimista.

P.- ¿Vende más el pesimismo?

R.- Sin duda, a nadie se le ocurre ir a una fiesta a decir que está estupendo, queda mucho mejor diciendo que está depre.

P.- ¿Un amigo psiquiatra es un chollo?

R.- Cuando estaba soltero decía que era dentista. Si decía que era psiquiatra, me contaban unas historias terribles, (y no era el momento ideal para escucharlas, créame).

P.- ¿No ligaba más?

R.- No, de hecho ser psiquiatra es un problema. Tomando copas asusta.

P.- ¿Tiene miedo a algo?

R.- Me da respeto el mar. Me gusta, pero me impone y al mismo tiempo me atrae.

P.- ¿Es la letra de un bolero?

R.- (Risas) Se pueden sacar muchas consecuencias, sí.

P.- ¿Un buen método para que le quieran a uno, es vivir fuera de España?

R.- En parte la gente idealiza a los que han salido y triunfado.Es desafortunado porque aquí hay gente de gran nivel.

P.- ¿Volverá?

R.- No creo porque no veo la estructura estoy muy contento allí.

P.- ¿La gira del Real Madrid puede considerarse una fuga de cerebros?

R.- Sí, (risas), es una fuga temporal.

RETRATO

Orígenes. Sevilla, 1943. Currículo. Es el psiquiatra español por excelencia. Profesor de Psiquiatría en la New York University, miembro de la Asociación Americana de Salud Pública. Ha sido presidente de la Corporación Sanitaria y Hospitalaria de la Ciudad de Nueva York. Ha publicado diversas obras, a principios de año La fuerza del optimismo y esta última, Violencia; tolerancia cero, que se distribuirá gratuitamente en las sucursales de La Caixa. Debilidades. «La música, el jazz. Toco el piano y la guitarra». Aficiones. «Escribir (en castellano lo descubrí hace 15 años)». Virtudes. «No soy culto, ni inteligente, le debo mucho al tesón». Defectos. «Creo que los tengo todos».

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