‘El Prado es la institución más inasequible’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«La labor de un director consiste en repartir vaselina por todas partes» / «Cuando estás rodando a un palmo de ‘Las Meninas’ no puedes ni respirar» / «Después de la mancha roja de la guerra apareció la mancha gris de ruindad de los vencedores» / ¿Su cuadro favorito? «Otro de los que salió de Madrid: ‘El jardín de las delicias’, de El Bosco»
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Azaña dijo: «Antes que salvar a la República debemos salvar al Museo del Prado». Alberto Porlan ha hecho una película documental Las Cajas Españolas, premiada en el Festival de Cine de Valladolid, donde se cuenta lo que no viene en los libros de Historia. Si hoy disfrutamos de los cuadros se debe al ímprobo trabajo de unos hombres de la República que los llevaron hasta Suiza y de ahí regresaron en plena II Guerra Mundial. En su honor colocaron una breve placa en el Museo 67 años después.
Pregunta.- En una película sobre cuadros, ¿usted qué pinta?

Respuesta.- (Risas) La labor de un director consiste en repartir vaselina por todas partes, para que no se agote el entusiasmo natural de hacer un rodaje en este país.

P.- ¿La película es un acto de justicia?

R.- No diría tanto. He tratado de contar la verdad de una forma contenida. Sólo narro los hechos.

P.- ¿Franco quería bombardear el Prado?

R.- No lo creo, amigo. No me cabe en la cabeza, pero el 16 de noviembre de 1936 cayeron varias bombas dentro.

P.- ¿Quiénes fueron?

R.- Los nacionales, pero se han perdido los partes de vuelo, no se puede precisar quiénes fueron ni quién los mandaba.

P.- ¿Buscaban al agregado militar soviético?

R.- Es posible, la delegación soviética estaba en el hotel Savoy, muy cerca, igual que el Ritz, que fue un Hospital de Sangre donde murió Durruti el 20 de noviembre.

P.- ¿No fue una locura sacar los cuadros? ¿Qué se hubiera dicho de haberse estropeado alguno?

R.- No tuvieron más remedio que llevárselos. Las cajas del Banco de España no eran las adecuadas.

P.- ¿En algún momento la República pensó venderlos?

R.- Nunca. Pero en un documental comunista se decía que podrían costear diez años más de guerra.

P.- ¿Le costó mucho rodar en El Prado?

R.- El Museo del Prado es la institución más difícil y más inasequible de España.

P.- ¿Es el único que ha filmado de noche en su interior?

R.- Desde luego con cien figurantes dando vueltas creo que sí.

P.- ¿Se puso nervioso?

R.- Cuando estás rodando a un palmo de Las Meninas no puedes ni respirar.

P.- ¿Cómo se entiende que de aquello sólo haya una breve placa?

R.- Colocada el año pasado. Hasta entonces se dijo de todo, hasta que los cuadros se los llevaron los comunistas para sus amos rusos.

P.- ¿Ha hecho la película por amor?

R.- Más bien por la admiración que me produjo el pintor Timoteo Pérez Rubio, el responsable de la expedición y marido de Rosa Chacel.

P.- ¿Sabe si volvió al Prado?

R.- Estuvo en Madrid, en 1973, cuando se organizó una exposición de su obra. Y creo que sí volvió al Prado.

P.- ¿Nunca nadie se lo agradeció?

R.- Nunca, ni aunque fuera una carta de reconocimiento por su labor en pro del patrimonio nacional. Después de la mancha roja de la guerra apareció la mancha gris de ruindad de los vencedores.

P.- ¿Quién publicó que los cuadros habían sido recuperados «gracias a la sagacidad del Caudillo»?

R.- El diario Abc de aquel momento. Fue una solución mágica para explicar cómo volvieron los cuadros.

P.- ¿En realidad cómo volvieron?

R.- Timoteo y su equipo pactaron con un comité internacional de arte. Los que participaron aprendieron cosas que luego pusieron en práctica en Francia, durante la II Guerra Mundial.

P.- ¿Su cuadro favorito cuál es?

R.- Otro de los que salió de Madrid: El jardín de las delicias, de El Bosco.

P.- ¿Es uno de los habituales del Prado, aunque suban la entrada?

R.- Sí, sí, he pasado muchísimas horas de mi vida allí.

P.- ¿Será verdad que los japoneses que hacen cola son siempre los mismos?

R.- (Risas) Eso es un bulo, no haga caso.

P.- Azaña dijo que repúblicas podía haber más, pero el Prado era único…

R.- Sí a las dos, a la República y al valor del museo. Puede haber más repúblicas en España.

P.- ¿No vivirá en Velázquez esquina con Goya?

R.- (Risas) No, pero creo que se ven unos cuadros estupendos en esa esquina.

P.- ¿Ha pensando que cuando su película vaya a televisión tendrá que competir con Gran Hermano?

R.- Sí lo pienso y hasta dónde y en qué momento entrará la publicidad.Lo único que espero es que no sean anuncios-acoso, tipo: «¡Llama ahora!». Ya nadie habla de usted.

RETRATO

Orígenes. Madrid, 1947, calle de San Bernardo. Aprendió a leer viendo los carteles de cine de la Gran Vía. Currículo. Licenciado en Filología, escritor de poesía, novela y ensayo. En cine ha escrito guiones hasta que dirige su primera película Cajas Españolas, II Premio en el Festival de Cine de Valladolid. Ha hecho también guiones de televisión. Aficiones. «Casi todas intelectuales.Me interesa la Guerra Civil, hecho histórico mal contado por culpa del maniqueísmo». Debilidades. «Poco flexible con las cosas que detesto». Virtudes. «Tenaz y muy poco apegado al vil metal». Defectos.«Rígido, vehemente llegado el caso, aunque trato de librarme de ese corsé».

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