Pasión de gavilanes en Salamanca

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La cumbre de Castro (sin Castro) acaba sin premio (pero con jamón). Fuentes bien informadas me soplan que los líderes hispanoamericanos van a llorar sobre el hueso de Guijuelo más que sobre la colección completa de canciones de Armando Manzanero, incluido este último disco de duetos. Y lo harán porque en el fondo, (corrijo: de manera descarada) son unos galanes trajeados que juegan a presidentes y a dominar pueblos y haciendas. Para ser líder hispano hay que tener un punto de culebrón, las sienes plateadas de Maduro, la pinta de cow-boy de Fox, y la planta macarrilla de Chávez. Zapatero no se comía un colín en las elecciones de cualquier país del sur de América, le siguen cosiendo las chaquetas dos tallas más grandes y le falta picardía al caminar. En cambio el rey le da prestancia al gran culebrón internacional con su saber aguantar y por la capacidad de encontrar un tema de conversación idóneo da igual el comensal que le toque en suerte. A Fox le soltó una teoría general de las tormentas aplicada a las riadas de Cataluña, cuando en realidad el inconsciente le llevaba por los remolinos que provoca el Estatut.
A falta de democracia buena es la participación televisiva; un hombre un mando a distancia. Y, en sus respectivos países, los invitados a la Cumbre de Salamanca triunfan sin tener un mensaje sólido ni falta que les hace. A la gente le gusta ver a Fox con botas de montar (aunque no haga declaraciones espectaculares), y a Aguas Santas que tiene nombre de telenovela tremebunda aunque es de Sevilla, su matrimonio con Ricardo Maduro justifica su presidencia por varios lustros. Aguas Santas a la española sería Gema Ruiz si no llega a naufragar su matrimonio a destiempo y si Cascos hubiera llegado a la secretaría general del PP. Rubias, jóvenes, andaluzas y sin fronteras? pero una tuvo cara y la otra por ahí anda con su cruz.
Castro, viejito pero faltón, acompañado de su seguridad especial (esos mulatos que parecen porteros del Tropicana), habría sido el remate perfecto. Castro tiene un tirón popular que atrae hasta a quienes lo odian, hacerse una foto a su lado es como darle la mano a la momia de Lennin. Sin estar ha conseguido que a Bush le toquen las narices con la palabra ?bloqueo?; las cosas por su nombre, él es un tiranosaurio caribeño pero lo que le hacen los Estados Unidos a su pueblo no es normal.
No ha hecho falta que los asistentes posaran en traje de baño, la última prueba que le hacen a las misses, la del vestido de noche, la pasaron estupendamente. Toda la cumbre olía a colonia de macho y a puro. Las señoras tuvieron paseo aparte, ¡qué antiguo suena!, todo como en el mejor culebrón.

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