‘Tenemos hasta una dentadura postiza’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO

Orígenes. 1960, en Puente Almuhey (León). Currículo. «Soy hijo de los cómicos de la legua, de los que se narraban en El viaje a ninguna parte, nací en un pueblo de León porque allí estaba la compañía de teatro de mi padre. Estudié empresariales y pronto surgió la vocación de escritor, comencé con la poesía y luego escribiendo para niños. En la última Feria del Libro firmé 90 ejemplares, ¡qué son muchos! En la empresa llevo 20 años, comencé poniendo multas en la calle, con la ORA». Aficiones. «Hablar con la gente, las relaciones humanas». Debilidades. «Estar rodeado de mi gente, soy el mayor de siete hermanos». Virtudes. «Procurar ser muy sincero». Defectos. «Cabezón, empecinado».

Los movimientos de Madrid en autobús son cifras de éxodo galáctico, cada año 475 millones de personas se desplazan por la ciudad en los 1.950 vehículos de los que dispone la EMT. No es de extrañar que se pierdan cosas. Lo recuperado va a dar a la oficina de José Manuel Contreras, poeta de vocación y gerente de oficio. Un hombre que escribe libros para niños, mientras las mañanas las ocupa en cosas de adultos.

Pregunta.-¿Un poeta con corbata?

Respuesta.- No pasa nada, el alma de poeta va por dentro, no es sólo la vestimenta.

P.- Decía Machado: «Se canta lo que se pierde».

R.- (Risas) Entonces estoy en el mejor sitio posible.

P.- ¿Cree en los agujeros negros que se tragan la materia?

R.-Aquí tenemos los objetos encontrados, (los perdidos no aparecen por definición) Nos llaman incluso sin haberlo perdido en la EMT.

P.- ¿Tanto poder tienen?

R.- Muchos reconocen que lo perdieron en la calle pero creen que al final nos los traen.

P.- ¿Qué hace el conductor?

R.- El objeto lo entrega en su estación, etiquetado. Se registra en un libro y a la mañana siguiente nos llega a nuestra oficina.

P.- ¿Cuántos llevan cazados?

R.- Desde primeros de año tenemos 400.000 recogidos, de ellos se han entregado el 43%. Si hay alguna pista nos ponemos en contacto con su propietario (a veces ni sabe que lo ha perdido).

P.- ¿Se pierde más en los búhos?

R.- Al revés, se pierden más cosas en los de la mañana, hay más autobuses circulando.

P.- ¿Cómo se justifica la propiedad?

R.- En nuestra página web aparece un detalle sucinto «paraguas de caballero», dejamos que luego el propietario nos amplíe datos.

P.- ¿Cuántas cabecitas locas hay?

R.- Muchísimas y van por etapas. En época escolar se dejan las mochilas con los libros, o la tartera con la comida.

P.- ¿No se la pueden comer ustedes?

R.- No, no todo lo que es material perecedero tenemos que eliminarlo.No podemos conservar una tortilla de patatas, lamentablemente.

P.- ¿Ni picar?

R.- ¡No es propio, no es propio! Da lástima pensar que alguien no va a comer ese día porque se dejó la tartera en el autobús.

P.- ¿Esas muletas?, ¿un milagro?

R.- Debió de ser: o no le hacían mucha falta o anduvo en ese momento. También tenemos un bastón de ciego.

P.- ¿Iba muy ciego ese ciego?

R.- Posiblemente (risas), pero seguro que no era invidente quién se lo dejó.

P.- ¿Lo más insólito?

R.- Tenemos hasta una dentadura postiza, pero no envuelta, tal cual, en pleno uso.

P.- ¿Se cayó por un frenazo?

R.- No, no estaba enganchada en ninguna parte del vehículo.

P.- ¿Está reclamada?

R.- No y no tenemos sistema de ADN para conocer a su dueño.

P.- ¿Y hacer como en Cenicienta?

R.- Ir probando la dentadura por ahí como si fuera el zapatito de la princesa resultaría muy repugnante.

P.- ¿Algún animal?

R.- Nos llegó un loro, con su jaula y pipas. También tuvimos un oso grande, ¡pero de peluche!

P.- ¿Juguetes eróticos?

R.- Recuerdo que se dejaron un consolador (nadie reclamó).

P.- ¿En condiciones de uso?

R.- Totalmente, y también un disfraz de cuero con un par de consoladores.Quizá la dueña se dedicaba al oficio de consolar.

P.- ¿Los políticos no pierden nada?

R.- Nos han llamado sus secretarias para preguntar, pero nunca sabremos si era para ellas o para sus jefes.

P.- ¿Tiene un cuarto de los ratones?

R.- Un almacén donde se guardan los objetos siguiendo un protocolo de seguridad: no estropearlos y llevar una custodia adecuada.

P.- ¿Un cuarto de los locos?

R.- Hay veces que entras y se escucha un ruido: los teléfonos móviles suenan hasta que se les acaba la pila, o zumban, igual que los relojes con alarma.

P.- ¿Es poético su trabajo?

R.- Mucho, por la relación entre lo perdido y lo encontrado.

P.- ¿También les llegan amores perdidos?

R.- Hummm haberlos hailos. Es curioso porque algunos nos piden una foto del coche en el que se conocieron, ciertas unidades las tenemos guardadas en Fuencarral.

P.- ¿Y personas que buscan cariño?

R.- Recuerdo a una señora, enferma de cáncer, que nos llamaba cada semana porque no tenía nadie con quién hablar.

P.- ¿Dejó de llamar?

R.- Dejó de hacerlo. Quizá ella perdió una buena amistad y aquí se la recuperamos, (eso espero).

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