Dos pantallas y una España

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

La presidenta regional va a instalar pantallón en la Puerta del Sol, una de esas pantallas en las que se le ve la campanilla al colegiado cuando grita, para que los ciudadanos puedan ver el España-Francia por la Sexta. Algún malintencionado podría pensar, (hay gente pá tó) que Aguirre quiere monopolizar la victoria de España y apuntarse a la marea popular que pudiera producirse de aquí a la final, en el caso de que llegáramos. Algo que no sería novedoso, puesto que ya Zapatero despidió a la selección con el abrazo que Isabel La Católica le dio a Cristóbal Colón, (había que tener mucha fe en la navegación de la época para pensar que aquel marino retornaría con éxito. La misma fe que tiene Zapatero en Luis Aragonés).

Sucede que Cuatro, empresa de Jesús de Polanco, ya ha instalado otra pantalla gigante en la Plaza de Colón y ha descubierto un nuevo lugar para festejar triunfos populares, Cibeles para las alegrías madridistas y Neptuno para los insólitos logros atléticos. La Puerta del Sol estaba asociada a la foto de la II República, a las colas para comprar Lotería en Navidad, y a las campanadas de Fin de Año cuando Anne Igartiburu se pone el tanga traslúcido.

Por lo tanto hemos llegado a las dos Españas audiovisuales: los que saltan en Colón y los que los que lo harán en la Puerta del Sol. Esperemos que sus gritos no sean antagónicos sino complementarios. Y que la división en dos pantallas no llegue al terreno político, pero quién diría que la presidenta regional quiere hacer competencia a la Cuatro, ¿pero no es así?, ¿no?

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