(Publicado en ABC el lunes 23 de enero, 2012)

No hace falta tener diploma del Real Conservatorio de Música para sospechar que puede haber percusión hoy en la consejería de Economía y Hacienda. Percival Peter Manglano tiene afición por tocar la batería y el alcalde de Parla, (en adelante el “visitante”), practica la matraca institucional como una de las bellas artes. El resultado está por ver pero en las casas de apuestas de Londres se paga muy bien todo lo que haga el “visitante”.
Fraile protagonizó en diciembre una de las sentadas institucionales más absurdas que se conocen, y amaga con repetir escandalera en caso de que la consejería de Economía no el pague una vieja deuda. Y, como lo anuncia con tiempo, se supone que la visita será sonada, mucho más teniendo en cuenta que al consejero no le dan miedo los bombos y platillos. Por lo tanto no se separen de sus pantallas porque el encuentro promete más que la emisión en directo del concierto de Año Nuevo dónde el personal se deja las manos al ritmo de “La Marcha Radezky”.
La estrategia del “visitante” se ignora, no ha sido desvelada porque la lleva en secreto como Mourinho cuándo se enfrenta al Barça. Se supone que habrá aprendido y que llevará un “kit de supervivencia” porque en la Puerta del Sol no dejaron que le pasaran ni un bocata de calamares. En Sol acabó su encierro horas antes de que instalaran el Belén, (hay quién decía que igual le salía un bolo de pastorcillo junto al castillo de Herodes). Para hoy la táctica tiene que ser otra, algo de mayor impacto para no defraudar. Allá que va el alcalde Fraile lanzado como un tranvía, (de los que todavía andan).

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