Regresa el último comunista

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Magazine de elmundo.es / 17 sep 06

El ex alcalde de Córdoba, ex secretario general del PCE, ex coordinador general de Izquierda Unida y, por fin, pensador y escritor de impecable oratoria, mantiene invariable una ideología por la que es respetado en la arena política. Rafael Martínez Simancas le entrevista con motivo de su nuevo libro, ?El tiempo y la memoria?. A sus 64 años, se muestra más polémico que nunca: piensa que si los juicios de Franco son nulos, habría que someter al Rey a referéndum? Sostiene que Felipe González es la X del GAL? Reprocha a Zapatero su gesto ante la bandera de EEUU? Y más: ?Dios no existe?

Julio Anguita como Ulises ha vuelto al destino del que partió, de nuevo vive en la misma calle de su infancia cordobesa y, como el griego, está de acuerdo en que es mejor el viaje que la meta, por lo tanto hagamos parada pero no pongamos punto y final porque su voluntad es seguir luchando por la utopía inherente a la izquierda.

El entorno de la calle del Pozo era el de un barrio humilde con vecinas vocingleras e historias de posguerra, cuentos de aparecidos mezclados con héroes de tebeo; a un lado un bar de gente de mala vida y al otro una iglesia, campanas contra navajas, incienso mezclado con tabaco, canciones de la radio y amores prohibidos. Crónica de una España más pacata y de luto perenne; allí vivió también Carmela, la vecina que dejó puesta la mesa caliente para sus hijos y su marido y luego se tiró al río Guadalquivir.

En ?El tiempo y la memoria? (editorial La Esfera de los Libros), Julio Anguita da un repaso a su biografía más próxima y a la política que le llevó a la alcaldía de Córdoba, a encabezar el proyecto de Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía, y más tarde a la secretaría general del PCE y a ser coordinador general de Izquierda Unida. Todos estos años de prudente silencio se rompen hoy en forma de libro.

Pregunta. ¿La memoria pesa?

Respuesta. Durante este tiempo no abandoné nunca la memoria pero ahora me he instalado en ella como un vigía que busca respuestas.

P. ¿Qué tal se está de vigía?

R. He encontrado respuestas a lo que está pasando ahora en el entorno en el que me moví, en concreto en IU. También reflexiono sobre la unidad europea, veo lo que hacen otros dirigentes de otras fuerzas políticas, pienso en el conjunto de la izquierda.

P. ¿Reflexiones en la recta final?

R. No estoy aquí como el elefante que vuelve para morir, no está en mis planes morir sino volver (no a cargo político, ¡que todo el mundo esté tranquilo!), regresar a una actividad distinta pero en el mismo eje. Sigo siendo un combatiente.

P. ¿Contento con su vida?

R. Vida no hay más que una y desde algunos puntos filosóficos es un sinsentido. Una vez instalados en ella?

P. ¿Desde Calderón a Julio Anguita, «los sueños, sueños son»?

R. Soy de los que piensa, como Jacques Monod, que «somos hijos del azar». Cuando morimos volvemos a ese pozo en el que hemos estado toda una eternidad, pero una vez en este mundo creo que puede haber un destello donde la gente no sufra y no tenga que pelear por comer.

P. ¿Dónde están los personajes de su calle?

R. Las vecinas murieron, yo tenía 10, 11 años, y ellas 40 y tantos. Murieron todos salvo los que éramos niños.

P. ¿En la infancia hay más ruidos?

R. Sí, ahora mi calle es más silenciosa, apenas salen los niños. Nosotros estábamos con la pelota pendientes de que llegara el municipal porque nos la quitaba.

P. Haberle dicho: «¡Cuidado que seré su alcalde!»?

R. (Risas) ¡Joder!, ¡quién lo hubiera podido saber!

P. ¿Esperaba levantar tanto interés con su libro anterior, Corazón Rojo?

R. ¡No!, de verdad que no. Accedí porque quería abrir un camino para llegar a este libro de ahora. Es posible que sea el paso hacia otro libro de la historia de Izquierda Unida en sus documentos.

P. ¿Por qué dosificar el esfuerzo?

R. Estamos acostumbrados a la política de use y tire y yo quiero crear un caldo de cultivo. La izquierda española necesita sentarse a reflexionar.

P. ¿Más que la derecha?

R. Quien tiene que reflexionar es la izquierda. Quien asume que las cosas no se deben cambiar es la derecha.

P. ¿Dónde cruje la izquierda?

R. Se ha agotado el ciclo reivindicativo y el reto es entrar en uno creativo. El trantrán de las elecciones nos impide que surja un germen nuevo.

P. Por ser comunista le llamarán totalitario.

R. Sería la misma ligereza (que yo no cometo) si alguien dijera que todos los de derechas vivieron de Franco, igual de excluyente. O que por ser de derechas explotaron obreros.

P. ¿Qué son los comunistas?

R. Los comunistas somos una teoría política organizada que está al servicio de la transformación social pero permanentemente puestos al día de los últimos acontecimientos. El capital ha cambiado, el gran fracaso del movimiento sindical es prolongar un discurso que no se mantiene con la época. La izquierda no puede ser la aplicación de una consigna que no está avalada con la práctica.

P. ¿A quién se dirige cuando habla de la izquierda?

R. Lo hago para personas que medio quieran pensar, no para los que se despachan con ligerezas.

P. ¿Cuándo se siente un caballero del XIX en la era del .com?

R. Sólo soy una parte de una corriente de pensamiento que se ha ido formando y quiere explicarse a golpe de racionamiento didáctico, no de insulto.

P. ¿Cuántas veces se ha sentido un extraño?

R. Cuando en un mitin me han dicho: «Dale caña», entonces me he parado y he preguntado ¿a quién y por qué? Mi oratoria no es un circo en el que ensañarse con el adversario.

P. ¿Por qué el libro se llama El tiempo y la memoria?

R. Porque son los dos instrumentos con los que me he instalado en esta parte de mi vida. El tiempo lleva objetos enriquecidos y sin memoria no hay Historia, sin Historia no hay ni presente ni futuro. Y digo más: sin memoria no hay seres humanos, sólo zombis altamente tecnificados. La memoria no es una estantería sino un eterno presente.

P. ¿Incluida la memoria histórica?

R. También. Cuando hablo o escribo artículos lo hago con el bagaje del pasado en mi cabeza, cómo pensaron Lennin, Marx o Gramsci, incluso lo que pensaban mis adversarios.

P. ¿La memoria histórica es arrojadiza?

R. Sin que nadie se dé por herido: los dirigentes del PP saben en el fondo de sus conciencias que vienen de aquella época (el franquismo), pero se les murió el padre. No lo digo yo sino Esperanza Aguirre cuando afirma que la II República trajo todas las desgracias que vimos con el franquismo: oiga usted señora, no culpe a la República de lo que hizo el franquismo. Y no invoque a la Revolución de Asturias porque antes la derecha conspiró con el general Sanjurjo y antes sus referentes sociopolíticos les decían a los jornaleros: «¡Comed República!» cuando pedían trabajo. Yo me pregunto si la quema de conventos justificó un golpe de Estado fascista y el atropello de la legalidad. Callen ustedes.

P. ¿Le sorprende la virulenta pelea por la memoria histórica?

R. Hay mucho folklore en ambos lados. Si piensan que hubo tanta represión (que la hubo) y piden que se condene al franquismo y sus juicios queden nulos, por mi parte de acuerdo, pero entonces pidan también que Juan Carlos se someta a un referéndum.

P. ¿Por qué reivindicarla ahora?

R. En España vivimos una gran tragedia y algunas cosas las olvidamos. Los que dominaban de verdad se dieron cuenta de que podían perder el poder, me refiero al poder que había detrás de Franco: la banca española, la jerarquía católica y las grandes familias.

P. Muchos hablan bien de usted, ¿qué ha hecho mal en su vida para que esto ocurra?

R. (Risas) ¡Eso mismo!, creo que si hay gente que me respeta es porque he procurado ser fiel a lo que pienso. Nunca he insultado de manera soez, cuando dije que Felipe González era la X del GAL hice una imputación que todavía sostengo.

P. ¿Qué datos tiene?

R. Se los daré cuando pueda hacerlo, se lo prometo. Es la imputación que hace una personalidad delante de mí y en un comedor con testigos. Y no es cualquiera el que imputaba, no lo digo a humo de pajas.

P. ¿Una época que Zapatero ha sabido superar?

R. Zapatero la ha heredado, ¿por qué se ha tratado con este mimo al señor Vera?, ¿por qué el manto sobre Barrionuevo? El GAL es una cuestión de Estado con gravísimas y altísimas responsabilidades.

P. Le amaron mucho pero votaban a otro.

R. Es la coartada de esta España farisaica. Cuando me decían: «¡Qué magnífico y qué serio es usted, pero no le voto!», les decía que ellos tendrían otra idea política. Y si añadían: «No tengo ideas políticas», respondía muy serio: «No me cuente usted historias, ya tiene usted bastante con engañarse y no querer ver». No he mentido, hablé con claridad y prediqué con el ejemplo.

P. ¿La gente es responsable aunque intenten evitarlo?

R. Sí señor, a la gente no le interesan los buenos ejemplos porque se ven obligados a cumplirlos. Hay un punto en el que el granuja no les gusta pero tienen un guiño con él.

P. ¿El granuja es un nivel cualificado de mando?

R. Aquí se conculca la norma constantemente, el día en el que estallará una revolución en España es cuando se cumpla la ley. Se hundirían los pilares del sistema, es la alianza de concupiscencias.

P. ¿Es un político fuera de lo normal?

R. Es que yo soy político.

P. ¿Y los otros?

R. Muchos otros (no todos) están en política. Estoy en política porque soy comunista, no puedo cambiar la camiseta, estaré equivocado o no pero es mi equipo.

P. ¿Por qué ser comunista hoy? ¿Camina en dirección contraria?

R. El mundo tiene que ser cambiado, no me gusta como está (también hay cosas que no me gustan que se hicieron en nombre del comunismo). Esta sociedad no es la mía, no me interesan sus neuras, ni sus enajenaciones en el consumo, ni sus silencios.

P. Hablemos de los errores?

R. Le dije al presidente de China en una cena que no estaba de acuerdo con la matanza de Thianammen. Nadie, ni siquiera los del PP se atrevieron a decírselo.

P. ¿Le preocupa la salud de Fidel Castro o la de Cuba?

R. La revolución cubana no es de los cubanos, es mía también, me siento responsable. En lo biológico tocará un día que Castro tenga que morir, los albaceas de la revolución tienen que ser los cubanos, no el partido o el Ejército. Que Estados Unidos sea la mayor democracia del mundo es la mayor mentira que he oído en mi vida.

P. No es muy partidario de Estados Unidos.

R. Todas las administraciones norteamericanas, desde Bush hacia atrás incluido Roosevelt, han sido unos piratas.

P. ¿Sabe que se ganará pocas simpatías defendiendo a Fidel?

R. Yo no estoy aquí para ser simpático sino para decir lo que pienso. Hay cosas de Fidel con las que no estoy de acuerdo, soy el único dirigente que le pidió a Castro que no fusilara a unos militares. ¿De qué me tengo que avergonzar?

P. ¿Se habría quedado sentado al paso de la bandera de Estados Unidos, como Zapatero?

R. Eso como aquél que le daba una patada a un gato y decía: «¡Esto es lo que hago yo con los tigres!». Seamos serios: la bandera es la de un país y te tienes que poner de pie, pero después no mandes tropas a Afganistán, ¡coño!

P. Disculpe por el sopetón ¿sinceramente, hay futuro en IU?

R. (Pausa) IU ha agotado todas sus posibilidades con este proyecto. Es el momento en el que debe plantearse qué sentido tiene y cómo conectar con el futuro, sabiendo que habrá travesía por el desierto.

P. ¿Hubo pinza?

R. Nunca nadie en un debate la ha podido sostener delante de mí porque saco los documentos que la desmontan.

P. ¿En el año 96 le pidieron que apoyara a González?, recordemos que Aznar tardó dos meses en formar gobierno.

R. Se filtraron opiniones en las que se decía que como Aznar no conseguía reunir apoyos la combinación ideal era un trinomio: PSOE+CiU+IU. Es cuando escribo un artículo en el que denuncio que el PSOE quería negociar programa con CiU pero no con nosotros. Además, Felipe nunca ha querido nada de Izquierda Unida, a la que ha definido como «los cutres comunistas».

P. ¿Le pedirán que vuelva?

R. Es imposible: ni tengo la edad de entonces, ni estoy dispuesto a hacer el papel del Mio Cid frente a las mesnadas mientras ellos juegan a los dados. Pero? ni me lo van a pedir porque ya no hay ni ganas de pedir.

P. ¿Cuál es su opinión acerca del Estatuto andaluz?

R. Me asombra cuando el Estatuto plantea que Andalucía se ha formado en torno al Guadalquivir, eliminan a la otra Andalucía. Es la visión cristiana de Alfonso X frente a la Andalucía que no se sometió porque era morisca. Otra vez la visión españolista y esta vez apoyada por IU en el preámbulo. Andalucía es también Granada, Málaga, Almería y Córdoba. En absoluto es la Andalucía católica, ¡se quieren enterar! es un preámbulo hecho desde Sevilla (no desde la que quiero mucho, sino desde la «Sevillí»), la que ignoró la expulsión de otros españoles. Yo soy también nazarí y morisco y también de la marisma.

P. ¿Sigue creyendo en la utopía?

R. Sin ella no hubiera habido ni cristianismo, ni budismo, ni marxismo, ni socialismo, ni comunismo (capitalismo sí porque no le hace falta).

P. Durante una etapa muy importante de su vida fue creyente, ¿dónde está su Dios?

R. Mi Dios fue perdiendo entidad, en el que yo creía cuando iba a la iglesia de San Lorenzo o al convento del Carmen era un Dios católico, luego fue un Dios distante, después era el que estaba detrás del big-bang? ya no creo ni en eso. Dios no existe, es un drama que tenemos que asumir.

P. ¿Una persona como usted no se merecía una charla con Dios?

R. Si existiera? este verano en la plaza de Ciudad Rodrigo (Salamanca) vi como pasaba un ser deforme. Pensé que si Dios existiera le preguntaría: ¿Por qué lo consientes?

P. ¿Córdoba de noche es su reino?, si puedo hablar de reino ante un republicano.

R. Marx habló del reino de la necesidad y del reino de la libertad. Me gusta pasear porque Córdoba es para la noche, con olores y espacios sensoriales. Cuando paseo la mente se me queda en barbecho.

P. ¿Gourmet de la vida sencilla?

R. ¡Unos huevos fritos comme il faut, con sus ajos y un poco de tomate frito natural!

P. ¿Si lo hace suena el móvil de su cardiólogo?

R. Los puedo comer no de manera exagerada. Huevos fritos dos a la semana aunque me puedo tirar 15 días sin probarlos.

P. ¿Se ha dado cuenta de que sigue su propio ramadán?

R. ¡Ah, si! (risas), ¡es verdad!

P. ¿La etapa de la alcaldía fue la más feliz?

R. Fue más excitante porque al final las obras se hacían, estabas creando. En política o se crea o se marcha uno a jugar al dominó. También disfruté cuando se creó IU.

P. ¿Alguien hará una película sobre su vida?

R. Bastaría con que corrigieran algo Narazín, de Buñuel.

P. ¿Cuál sería el actor que haría de Julio Anguita?

R. (Piensa) Me presenta usted un reto.

P. ¿Le parece Robert de Niro?

R. Sí, estoy de acuerdo.

P. ¿Y quién sería ella?

R. ¿Ella? Una mujer con rostro cambiante pero la misma mujer siempre.

P. Mire: en eso es conservador?

R. Sí, sí, pero ¡qué quieres!

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