‘Ser vasco es un trabajo’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO
Origen. San Sebastián, 1969. Currículo. Ha sido actor de teatro y pintor, antes de entrar en Euskal Telebista, en 1995, donde estuvo 10 años en programas de humor, (el más emblemático fue Vaya Semanita). «Luego nos llamó TVE y hundimos el barco de Made in China en apenas 10 semanas». Este verano hizo Un país de chiste en la Sexta. Su primer libro fue Todos nacemos vascos, un catálogo de pequeños placeres ahora con continuación. Aficiones. «Música, amigos y pintura». Debilidades. «La gula, puedo echar al traste cualquier régimen». Virtudes. «Soy un tío generoso, buen compañero y valoro a los demás». Defectos. «Poco constante, a veces egocéntrico».
————————————————————————————-

Sostiene que lo mejor del mundo es nacer vasco, «pero tampoco está mal ser de Madrid, esta ciudad me parece la leche». Publica Ponga un vasco en su vida, (Editorial Aguilar), un libro de pequeños placeres donde a la vaca se la define como «conjunto entre 100 y 200 chuletas bien distribuidas con cuatro patas, cuernos y rabo, que un vasco espera que algún día deje de mugir». Dice que cuando los niños hacían recortables en el colegio él ya cocinaba paellas. Oscar Terol ofrece las claves «para vivir como Dios», (incluso no siendo vasco).

Pregunta.- ¿Qué hace en Madrid?, ¿Le echaron de Euskadi?

Respuesta.- Estoy vendiendo libros básicamente. Nada más llegar me dan un carromato y lo paseo Castellana abajo.

P.- ¿Lo vende bien?

R.- Es fácil de vender porque es de tapa blanda, tiene letra grande, dibujos.

P.- ¿Cervantes escribía en tapa blanda?

R.- ¡Efectivamente!, los libros de tapa dura imponen. Al libro hay que poder doblarlo un poco, si te domina es malo.

P.- ¿Hablamos de literatura o de kárate?

R.- Escribir un libro es un arte casi marcial. A la Literatura hay que entenderla como artes marciales.

P.- ¿Es el vasco prototipo?

R.- A mí me han elegido embajador porque hablo bien y desnudo parezco vasco, (con la americana igual parezco del sur).

P.- ¿Desnudo gana mucho?

R.- Ahora no, pero he tenido épocas mejores, he llegado a mostrar las cuatro tabletas del estómago alto, (las otras son imposibles).

P.- ¿Madrid visto desde Euskadi?

R.- Depende de quién mire, puede ser el aliado, el fracaso, la oportunidad, el éxito, el justificante. Para el País Vasco, Madrid es el argumento.

P.- ¿Son muy modestos?

R.- Depende, por la parte de Vizcaya no se pueden apretar los últimos botones de la camisa, (de la modestia). Llega antes el pecho que el bilbaíno.

P.- ¿Es para tanto?

R.- Me voy a comprar un calendario de bomberos de Bilbao; ¡debe ser maravilloso que haya bilbaínos con ganas de enseñarse!

P.- ¿Se es vasco por la gloria de Arzalluz?

R.- Uno es vasco porque nace allí o trabaja allí. Arzalluz ahí no tiene nada que decir.

P.- ¿Hay chistes universales?

R.- Para que funcione un chiste hace falta un tonto y en todos sitios hay uno, depende de dónde estés, varía. Luego está el tonto universal que es el de Lepe, el genérico, (a ellos no les hace gracia, lo entiendo).

P.- ¿Vivimos en un país de tópicos?

R.- Cuando te dedicas al humor el referente del tópico te vale para conectar, es necesario.

P.- ¿Un pueblo sin tópicos está desnudo?

R.- O muy evolucionado. Lo ideal es que no hubiera tópicos y que los únicos valores fueran los humanos. Me encantaría que no hubiera cómicos humoristas.

P.- ¿El cómico es el bufón mediático?

R.- El humor libera un atasco durante un momento y luego se vuelve a cerrar. El humor es una pequeña anestesia local.

P.- ¿Preocupado por el fútbol?

R.- No soy socio de la Real pero me preocupa. Como somos pocos tenemos que apoyar todas las causas; ser vasco es un trabajo, joder.

P.- ¿Y por la comida?

R.- ¡Claro! Yo me pregunto ¿qué no querremos enfrentar cuando nos estamos llenando el estómago tanto?

P.- ¿Qué diría Freud?

R.- Freud, si nace en Bilbao, hace tiras cómicas y se queda a comer, fijo.

P.- ¿Se puede ser vasco y mal cocinero?

R.- Difícil, quizá haya alguno. Yo bordo la paella aunque quiera hacerla mal, he intentado encabronarme con ella y me sale cojonuda.

P.- ¿El vasco alegra la cocina?

R.- Somos especialistas en dar alegría a una triste comida. El buen cocinero es el que con las cosas de todos los días hace magia.

P.- ¿Ahí está la poesía?

R.- Toda historia que comience con una cebolla pochándose, en una sartén con pimiento verde, ya empieza bien. Es el érase una vez de los cuentos.

P.- ¿Madrid tiene su encanto?

R.- Mucho, pero ahora nos han cambiado el paisaje. Antes cuando llegabas del País Vasco veías las Torres Kio, y ahora nos han puesto otra cosa por delante, (nosotros somos de proceso lento de asimilación).

P.- ¿Es manitas con el bricolaje?

R.- Soy un hacha, me das un tablón y hago maravillas. Somos constructores. En la vida no vale estar tumbado, si no haces nada coges la bici y ruedas 200 kilómetros.

P.- ¿Por qué no echan una mano en las obras?

R.- Yo creía que Madrid estaba bonito ¡para qué tocarlo!

P.- ¿Puede acercar la playa de la Concha a Lavapiés?

R.- No, por eso los madrileños van a visitar la playa (y a mí también).

P.- ¿Merece la pena la visita?

R.- ¡Anda, claro!

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*