‘El parto es una experiencia sexual’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO
Origen. Madrid, 1950. Currículo. Estudió Enfermería en la Cruz Roja y más tarde quiso entrar en la escuela de matronas: «Pero me dijeron que no podía porque era chico. Hoy ya somos más de 400 en toda España». Colabora en la Asociación Nacer en Casa (www.nacerencasa.org). Antes de trabajar en alumbramientos se dedicó a cuidar de enfermos en la UVI, «un trabajo duro pero enriquecedor». Aficiones. «La carpintería y pasear por la montaña». Debilidades. «El heavy y Miguel Bosé, (porque le gusta a mis hijos)». Virtudes. «Paciencia, tolerancia y capacidad de amar». Defectos. «La intolerancia con la intolerancia».

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Se ha dado cuenta con los años de que ejerce una profesión femenina, «a pesar de que tengo todo el aspecto de ser un chico», (evidentemente, incluso tiene figura de apóstol en la última cena). Afirma que el parto es un momento en el que la mujer debe sentirse muy respetada, por lo tanto su trabajo es de sanitario, de poeta y de Juan el Bautista. Por sus manos han pasado más de 2.000 recién nacidos, él solito es el comité de bienvenida a este mundo.

Pregunta.- ¿Es usted el hombre que les hace llorar?

Respuesta.- Soy el hombre que les facilita que puedan llorar.

P.- ¿Nacemos de manera traumática?

R.- Nacemos para el placer. En el nacimiento están las mismas hormonas que en el orgasmo: endorfinas, adrenalina, oxitocinas y prolactina.

P.- ¿Y eso le llega al niño?

R.- Claro, porque está en la placenta y lo recibe todo: disgustos, amor y orgasmo.

P.- ¿Todo pasa en la placenta?

R.- Por eso a veces una madre siente una sonrisa, o un llanto, y no sabe de dónde le ha venido. El bebé es un ser consciente que emite y recibe emociones.

P.- ¿La primera respiración quema los pulmones?

R.- Los pulmones se abren y escuecen. Por eso es bueno que luego se recuesten en el pecho de la madre a escuchar su corazón.

P.- ¿Nacemos indefensos y desnudos?

R.- Nacer es como si te tapan ojos y oídos y te sueltan en una ciudad que no conoces, con una lengua que no entiendes.

P.- ¿Es partidario de nacer en casa?

R.- Es mejor nacer en casa y afortunadamente el acceso a un hospital, (si hiciera falta), es muy fácil.

P.- ¿Por qué nacen más en hospital?

R.- Es lógico, son muchos años machacándonos con que era más seguro.

P.- ¿Qué ventajas tiene una casa?

R.- De entrada lo respetuoso con el proceso de parir y con el proceso de nacer, (que son muy distintos). Sería ideal que respetaran a la mujer en un hospital, que no le pusieran una bata y una anestesia que le quita emociones.

P.- ¿Es lo que nos perdemos los hombres?

R.- La vivencia de traer un niño al mundo es la mayor envidia del hombre hacia la mujer. El parto es una experiencia sexual.

P.- ¿Siente la soledad del portero ante el penalti?

R.- Sobre todo cuando el bebé nace y decide no respirar. Entonces madre y comadrón sentimos un miedo horrible a la muerte.

P.- ¿Usted se comunica con el bebé?

R.- Sí… con el amor. Mis manos, mi respiración, el contacto con su madre, su padre…

P.- ¿Todos somos inocentes al nacer?

R.- Todos somos inocentes toda la vida.

P.- ¿Tiene un papel de ángel?

R.- Porque soy el que anuncia y le pone voz al que nadie puede escuchar fuera. Por desgracia la sociedad potencia que la madre se escuche cada vez menos, (por extensión a su niño).

P.- ¿Todos los recién nacidos se parecen a Churchill?

R.- Los bebés nacen de una situación de mucha comprensión al pasar por el periné. Los huesos de la cabeza se reducen.

P.- ¿Hay diferencia al nacer con cesárea?

R.- Sí, un bebé, cuando nace, está recibiendo un masaje desde la cabeza a los pies y toma conciencia de sus límites. A los que nacen por cesárea hay que observarlos porque no han recibido ese impulso.

P.- ¿Recuerda a los que trajo al mundo?

R.- Prácticamente a todos, ya no puedo ir a los cumpleaños porque son muchos.

P.- ¿Se aprende de las complicaciones?

R.- Las he conocido en el hospital, (algunas), y apenas en dos de los partos que he atendido en casa.

P.- ¿Marca el sitio donde naces?

R.- Claro, pero lo elige el niño. Yo siento que no me buscan las madres sino ellos, (sé que es difícil entender esto).

P.- ¿Me lo puede dejar más claro?

R.- El bebé y la madre están en comunicación constante, nunca sabes con quién estás hablando.

P.- ¿En pañales somos poca cosa?

R.- Al contrario, en pañales somos todo.

P.- ¿Si los políticos hubieran nacido «mejor»?

R.- Entonces el mundo sería más amable, pero todos estamos en situación de perdonarnos.

P.- ¿Los niños vienen de París o de Madrid?

R.- Madrid es un buen sitio para nacer, salvo que haya obras. Un crisol de culturas.

P.- ¿Ha dicho crisol de grúas?

R.- ¡También, también!

P.- ¿Qué diferencia hay entre una partera y una patera?

R.- Me encantaría ser partera con las pateras. Me gustaría estar ayudando allí.

P.- ¿Nacemos solos?

R.- Nacemos, vivimos y morimos solos. Apenas compartimos ratos con los demás.

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