‘Somos médicos de guerra’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO
Origen. Madrid, 1957. Currículo. Estudió Enfermería y se especializó en enfermería deportiva. «El próximo mes de julio llevaré veintinueve años en el deporte madrileño, empecé en el Carabanchel cuando estaba en tercera división». Llegó al Real Madrid en 1981, primero seis temporadas en el Castilla y luego desde 1987 al 2001 estuvo con la primera plantilla. Ahora trabaja con la cantera del equipo. Aficiones. «La caza y el campo, me gustaría vivir en un lugar más pequeño». Debilidades. «Me gustaría tener más tiempo para estar con mi familia». Virtudes. «Honesto, sincero y de palabra». Defectos. «Me he llevado muchos palos por ser sincero».
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Durante años fue un clásico en el banquillo del Real Madrid. Tanto que llegó a hacer una campaña de publicidad en la que los jugadores le daban masaje a él: «En ese banquillo pasé de los mil partidos». Antonio Acedo era el hombre que salía al campo con la botella de agua milagrosa, -«en realidad sólo llevaba agua del grifo, del Canal de Isabel II»-. Alterna su trabajo en el Madrid con una clínica en la calle de Génova, donde recibe a ejecutivos estresados y políticos. Parece mentira, pero desde una ventana que da a la Audiencia Nacional consigue calmar tensiones y nervios. Además da masaje a toreros como Abellán y Luis Bolívar.

Pregunta.- ¿El masajista es el bombero del fútbol?

Respuesta.- Cuando estás en el banquillo es fundamental ver cómo se producen las lesiones. A los cirujanos taurinos les pasa lo mismo: si ven la cornada entienden mejor la lesión.

P.- ¿Qué es un buen masajista?

R.- El que está con el equipo a todas horas, en todos los entrenamientos y concentraciones.

P.- ¿Sus manos son poderosas?

R.- No. Me guío por la experiencia que, en el masaje, siempre es un grado.

P.- ¿Un banquillo tiene su miga?

R.- Ahí tienes que utilizar la mano derecha y la izquierda. Como en los toros, tienes que saber mandar, parar y templar. Y una cosa más: en el banquillo tienes que saber callar.

P.- ¿Los vestuarios han cambiado mucho?

R.- Mucho, si tenemos en cuenta la mezcla de nacionalidades que se dan hoy. No todos tenemos la misma manera de pensar. Una broma entre españoles se puede interpretar mal.

P.- Hablamos de David Beckham, por ejemplo.

R.- No, porque no he coincidido prácticamente con David, me refiero a hace unos años cuando apenas había tres extranjeros en el equipo.

P.- ¿Hay diferencia entre aquellos jugadores y los de hoy?

R.- Antes los jugadores eran mucho más normales. Después de entrenar se iban a tomar unas cañas, sin problemas. Hoy buscan un reservado, no tiene nada que ver.

P.- ¿Por eso les llaman estrellas?

R.- Pero lo son, aunque a los jugadores no les gusta que les llamen estrella.

P.- ¿En otra época eran gente más normal?

R.- Quizá los de ahora se aíslan ellos solos, también Butragueño era una estrella, y Michel, Buyo, Sanchís, y en general toda la Quinta del Buitre.

P.- ¿Un masajista es un enfermero de campaña?

R.- Sí, los masajistas somos médicos de guerra, tienes que reaccionar en segundos y dar tu opinión al entrenador.

P.- ¿De guerra pero también atienden al enemigo?

R.- Más de una vez me ha ocurrido. Recuerdo cuando saqué a Arias del foso de Mestalla, no le puedes negar la ayuda a ningún jugador.

P.- ¿Los veteranos también mantienen la rivalidad?

R.- Sí, pero hace poco fuimos el Madrid y el Barcelona en el mismo autobús al campo, fue un partido de veteranos en Mallorca. Creo que no ha pasado nunca.

P.- ¿Las viejas glorias se dan leña igual?

R.- Cuando comienza el partido… el Madrid tiene la obligación de ganar desde juveniles hasta veteranos.

P.- ¿Quién es el más veterano de todos?

R.- Se dividen en dos grupos, los que acompañan al equipo, como Di Stéfano, Zoco, Pantaleón, etc. Y luego están los que juegan, algunos se acaban de retirar como Dani, Iván Pérez, Alfonso, Fernando Hierro…

P.- ¿Por lo tanto son encuentros de gran calidad?

R.- En el partido contra el Barça jugamos contra Luis Milla, Eusebio, Amor y Sergi. Todos podrían jugar en cualquier equipo de nivel.

P.- ¿La rivalidad será mayor con el Atlético de Madrid?

R.- Te lo enseñan al llegar a la casa, en el Real Madrid no puedes ser segundo en nada.

P.- ¿Qué pasa cuando se pierde?

R.- Cuando pierdes tienes que saber estar callado, como todo el mundo. En todo caso, hacer los comentarios justos.

P.- ¿Es distinto dar masaje a un torero?

R.- El torero tiene prisa por reaparecer. Si no reaparece, no cobra, tampoco los que van con él. La cuadrilla le pregunta: ¿maestro cómo va?

P.- ¿Una sala de masaje es un confesionario horizontal?

R.- Cuando vamos de concentración la sala de masaje es el lugar de reunión. Siempre hay cuatro o cinco jugadores de tertulia.

P.- ¿Lo que se oye allí queda?

R.- Igual que lo que pasa en el campo: ahí queda.

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