Un cenutrio del montón

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Cada vez que veo repetida la agresión a la menor en el metro de Barcelona me parece que se produce de nuevo. De nada me sirve que expliquen que es una repetición; lo tengo comprobado, también la gente grita gol cuando repiten el penalti. Y, es posible que el idiota que la agredió disfrute como nunca cada vez que se vea en el top de las imágenes más vistas de la semana. Al tal Sergi Xavier, de 21 años, más que darle un castigo ejemplar lo que estamos haciendo es crear una estrella mediática de un idiota de barrio. Ese engendro se creerá muy importante porque las cámaras le esperan en la puerta de casa como hacen con Belén Esteban, la Obregón, algún futbolista y cualquier otro gilipollas de concurso televisivo.
A Sergi Xavier le falta un hervor y lo que estamos haciendo es convertirlo en alguien. Su vanidad habrá tocado techo el día en el que le imiten en un programa como pasó con aquel otro idiota a la plancha que era el tal Carlos ?el yoyas?. En la frente de estos tiparracos Sanidad debería rotular: ?ser un estúpido perjudica seriamente la salud?, y así al menos servirían de ejemplo para los niños. Los sicólogos dicen que es un psicópata, algo que él no entiende muy bien pero que se hace una idea cuando camina por su barrio de esquina a esquina, como Pedro Navaja. Por el momento se ha ido de rositas pero la Fiscalía presenta mañana un nuevo informe para evitar el escándalo social de que todo esto le vaya a salir gratis. Igual no entra en la cárcel pero al menos que todo el mundo conozca su cara de mandril acomplejado y sus ademanes de macarra de chiringuito. Este tío es un tonto a las tres, a pesar de que esta noche hayan cambiado la hora.
Lo ideal sería que le condenaran a no salir más en la televisión y a respetar a las personas: lo primero es fácil porque no está en su mano, lo segundo es más complejo. Va a tener razón Al Gore con lo del cambio climático porque este chisgarabís es el anuncio de que la mente se deshiela y los cuerpos se echan a perder. Si en mi mano estuviera le condenaba a remar durante toda la eternidad por un lago de bilis y que la corriente le impidiera acercarse a la orilla con la misma fuerza que desplazaran los remos. Un castigo ejemplar que le sirviera de reflexión, aunque en el caso de que Sergi Xavier tenga esa opción activada en su ?Windows? cotidiano, (debe ser tan simple que ni siquiera tendrá disco duro, tan sólo la tecla on/off para levantarse de la cama).
Fue Cortázar el que dijo que llevábamos mucho tiempo hablando de la criminología y que quizá había llegado el momento de hablar de la ?victimología?. ¿Dónde reclama la menor ecuatoriana el daño moral que le hace este cenutrio cada vez que se repiten las imágenes en televisión?

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*