La presión

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Zapatero puede decir de Trichet lo mismo que el entrenador de Judo del equipo de Cuba de los árbitros de Pekín. Ronaldo Veitía, al ver cómo le quitaban la medalla de oro a Yalennis Castillo, sentenció: ?estos chinos son unos hijos de??. ¿Quiere eso decir que Veitía ofendiera a la noble historia del pueblo chino, (que por cierto tanto colaboró en Cuba cuando la construcción del ferrocarril)?, ¿Quiere eso decir que Veitía se cisca en Confucio, Mencio y Xunzi, notables filósofos chinos? Pues sí, es probable.
El entrenador cubano había planteado un combate largo, de desgaste, y con la emoción de dejarlo todo al último ataque. Los árbitros no vieron las acciones de Yalennis y, en cambio, le dieron el triunfo agónico a la judoka china Yang Xiuli, (?chanchi piruli?, que es la traducción fonética de su nombre). Entonces el entrenador cubano lanzó el exabrupto que, de momento, va camino de llevarse la medalla de oro al juego sucio. Pero debemos esperar que lo superen, sin duda, todavía quedan más pruebas y la bilis es una sustancia que nunca deja de generar un hígado sano. Ronaldo Veitía volverá a la isla con su medalla a la lengua sucia; se la ha ganado pero todo tiene su explicación. En su queja también está la venganza de los cubanos que durante años se han manejado con bicicletas regaladas en su día por el régimen de Jiang Zemin. Unas bicicletas que pesan como un coche de caballos con pedales y sin marchas. Con esos piñones no se levanta un régimen.
La presión libera a esa verdad que llevamos dentro pero que se contiene gracias a los buenos modales; ya sea una presión olímpica o una crisis de balances contables. Llevado por la presión económica, Zapatero ha interrumpido sus vacaciones para dar solemnidad oficial a lo que ya se nota en la calle: que este año nos quedamos sin la medalla de oro al mérito al crecimiento ejemplar. La culpa la tiene Trichet por no bajar los tipos. El presidente del Banco Central Europeo actúa como un juez chino que nos arrebata el mérito y nos hace perder posiciones en el medallero. Porque España ha hecho los deberes, es más fuerte que el resto de competidores europeos y Solbes es un experto en hacer llaves de judo a la inflación.
Ronaldo Veitía no tuvo que interrumpir nada para dar explicaciones, le valió la sala de prensa para matizar sus palabras. En el fondo, reconoció, quería ofrecer la victoria a su familia y al comandante. Y, cuando uno juega con la presión de Castro, la suegra, la memoria del cuartel de Moncada y así hasta llegar a José Martí, es mucha presión. Es como si a Zapatero se tuviera que hacer cargo de la política económica del conde duque de Olivares. Ahí tiene razón Veitía: así no hay quién gane, (ni quién gobierne). Al final, cubanos y españoles, nos vamos a acordar de la madre del chino.

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