La filtración

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Llega un momento en el que todo ministro sometido a un proceso de crisis que le supera, tiende a parecerse a Sancho Rof cuando era titular de Sanidad. Ante la mayor crisis en la seguridad alimenticia que ha vivido España, Rof definió a la colza como un bichito inofensivo que si cae de la mesa se mata. El que se cayó de la mesa del consejo de ministros fue él porque le enviaron a la galería de cesantes, allá al fondo, décimo retrato a la derecha, cerca del cuarto de las escobas. Magdalena Álvarez ?colzea? con las explicaciones del accidente de Spanair e intenta dar una razón rápida y sencilla a lo que es una cuestión de mayor calado. Hablamos de la seguridad aérea, clave en el desarrollo turístico de nuestro país y un transporte que a diario utilizan miles de personas. Hasta que la comisión de investigación no encuentre la última causa de lo ocurrido estamos en manos de Dios y de Magdalena Álvarez. Desde que se produjo el fatal accidente de Barajas todos los despegues tienen un punto de ramadán en el que los pasajeros encomiendan su alma, reflexionan en silencio, y se abstienen de probar bocado y de tener pensamientos impuros. Un ramadán que termina cuando el piloto desconecta la luz de los cinturones. Los pilotos saben que en la carrera para remontar el vuelo tienen en contra al viento, a la lógica, a Newton y a la divina providencia. Y Fomento se preocupa más por las filtraciones del informe que por ahondar en el misterio que lo produjo; piensan que echando al vigilante que pasó las imágenes ya está todo resuelto. Se busca a un bichito para echarle la culpa de un caso muy complejo. Al margen de la responsabilidad por la filtración de conversaciones y datos, podríamos preguntarnos qué aporta a la verdad la contemplación de supervivientes desorientados caminando hacia el círculo de fuego. Esas imágenes provocan el mismo frío que pudimos experimentar cuando mostraron la grabación de las cámaras de seguridad de Atocha el 11-M. Todo hace pensar que Fomento está detrás de las filtraciones y que una mano interesada intenta echarle la culpa al demonio de algo que tiene origen humano. La nave de la investigación tampoco tiene los ?flaps? y los ?slaps? muy estables, y con esas turbulencias lo que consigue Magdalena Álvarez es que se caiga el único piloto que trabaja para aportar garantías profesionales a los trabajos de reconstrucción de la tragedia. Son turbulencias en cielo claro, bastante inexplicables pero por definición muy severas. Filtraciones al margen da pavor pensar que en la T4 el accidente de un avión sea una noticia clandestina y que los servicios de seguridad no se activen de inmediato. Mientras los periódicos publiquen más claves de las que aporta Fomento es que la ministra ?colzea?, y mucho, con un caso de especial seguridad nacional. La sombra del avión cuando despega deja una cruz en el suelo de Barajas.

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