Gómez en el kilómetro cero

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

De ser cierto que todos los caminos van a Roma, (y los ha asfaltado alguna empresa de las que obtuvieron el concurso de la M-30), también debe ser verdad-verdadera que todos los caminos surgen de la Puerta del Sol de Madrid, kilómetro cero y punto de encuentro de toda excursión que se precie. Si uno levanta la cabeza verá que no mucho más lejos del ladrillo conmemorativo se encuentra la puerta de la Casa de Correos, y más al fondo no está Estambul como diría Rubén Darío al ver el horizonte, sino el despacho de la presidenta regional. Con pulcritud métrica podemos decir que el sillón de Esperanza Aguirre está en el kilómetro 0.1 de España, (más al centro no se puede vivir).

En ese punto ha recibido a Tomás Gómez en un gesto de normalidad institucional, y también para tomarle las distancias adecuadas. Gómez ya no es para Aguirre ese joven alcalde de Parla sino la cabeza reconstituida de la tan ?descocorotada? cabeza del socialismo madrileño, mil veces golpeada por la nuca por los suyos, un caso de cainismo insólito y madrileño.
Gómez acudió con otro de sus trajes azules, (urge un plan renove de su vestuario porque le puede pasar como a Isabel La Católica que vacilaba de no cambiarse de camisa hasta que tumbó de hedor a Boabdill El Chico, y se fue rumbo a Marruecos llorando lo que no había podido defender como un hombre). Y Gómez huele a otra cosa, a aire nuevo.

Tomás Gómez representa una apuesta sólida del PSOE en Madrid, pero se las tiene que ver con la apuesta más sólida del PP en España. Choque de trenes tenemos. Si nos fijamos en la manera de recibir a Tomás Gómez se marca la manera de hacer política de Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy. La primera le recibe de manera institucional y educada; el segundo habría ido a Parla como fue a Pamplona y se le desmontó el partido en una comida con dos cafés.
A todo esto Gallardón cojea con unas muletas debido a un exceso de campo que tan pernicioso resulta para los que no somos conejos, (nunca se ha visto a conejo cojo). El campo es un laberinto de trampas igual que la M-30 es un laberinto de charcos.

De lo hablado entre Esperanza Aguirre y Tomás Gómez para ellos se queda. A los demás nos dejan una imagen de buenas relaciones aunque luego cada uno en su casa y el que tenga Canal Plus que compre el partido.
Me juego un minipunto a que Aguirre le ha dado un recado para Zapatero y otro minipunto a que Tomás Gómez le ha preguntado por Rajoy. Y si pierdo me paseo por la Puerta del Sol, kilómetro cero arriba o abajo, con un cartel de los que ha prohibido Gallardón.

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