Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
A cada genio hay que reconocerle sus invenciones, y a pesar de que Ana Botella haya aportado a la historia de la política el antológico comentario de que ?cuando es invierno nieva?, con ese descubrimiento te resbalas igual. El reparto tardío de sal y su distribución caprichosa hizo que la ciudad de Madrid fuera pista de patinaje durante tres días consecutivos. Que Magdalena Álvarez sea la responsable del desaguisado de Barajas no exime a otros escalones de la administración, entre ellos al Ayuntamiento de Madrid al que le faltaron reflejos y rapidez. La orden de reparto llegó cuando las calles se habían vuelto intransitables.
El SAMUR se ha gastado el presupuesto de escayolas en tres días, no ha dado abasto para recoger al personal que se trompicaba por las aceras en artísticos movimientos de ?break-dance?. Era como ?Mira Quién Baila? pero sin Ortega Cano, allá que íbamos de resbalón en costalada, y quién no se cascó el cúbito se chascó el radio, o el mismísimo coxis que es un hueso del que tienes conocimiento cuando te caes sentado de manera violenta y entonces se presenta con todas sus terminaciones nerviosas. Resbalones de los que tampoco han resultado exentos los propios trabajadores del SAMUR que también se han dado porrazos a tutiplén al ejercer su oficio con la dedicación habitual. Sabido es que una placa de hielo no respeta a un licenciado en Medicina, ni a un ATS, tal es su condición de trampa urbana. Todos juntos: magullados y sanadores se merecen un monumento frente al despacho de doña Ana Botella, con una leyenda esculpida en noble bronce: ?a los caídos por Dios y por los suelos de Madrid?. Y si la escultura fuera articulada como los delfines de la Plaza de la República Argentina, mejor.
Para la próxima ocasión hará falta tener un plan de limpieza de las calles mejor organizado, no vaya a ser que el rescate quede un poco ?soso?, algo rocambolesco, del todo insuficiente, y completamente tardío. Porque todos los años el calendario pasa por enero y, según la edil Ana Botella, en ?invierno nieva?. Caiga usted en la cuenta y levántese como pueda.
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