Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Sabíamos que el alcalde se tiene en tan alta estima que “no hay quién le tosa”, pero lo que no sabíamos es que su compromiso con Méjico le llevara a cruzar el charco y abrazar, literalmente, a los prebostes del D.F. Y todo sin máscara, ni guantes, ni nada: a pecho descubierto que es un decir porque siempre llevará corbata.

Méjico D.F. y “Madrid S.L.” están hermanadas desde que Agustín Lara, “El Flaco de Oro”, compuso el chotis de “Madrid, Madrid, Madrid”, que es una manera castellana de decirlo “très bien”. Quizá de ahí salga la vocación mejicana del alcalde, o tal vez tenga interés por la comida picante o por la música de los mariachis, vaya usted a saber.

Lo cierto es que siempre que caen chuzos de punta en su partido, Gallardón se quita de en medio con la rapidez del “velociraptor”. Algo que también, sin duda, se debe a la casualidad que es la madre de todas las ciencias. Se quita del plano y se abstiene de opinar sobre Camps, Costa y resto de componentes de la banda de “presuntos implicados”.
También es posible que estemos asistiendo al nacimiento de un nuevo alcalde que será el más solidario del mundo y que piensa viajar a cuantos conflictos se den en el planeta, (sería del todo elogiable). ¿No hay un juez que reparte justicia universal como Garzón?, pues con mayor motivo debe existir un alcalde de solidaridad global. Así que cuando vuelva de Méjico inmediatamente partirá rumbo a Tokio para interesarse por esas dos mil cuatrocientas escuelas que han cerrado por miedo a la gripe A.

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Etiquetas: madridiario.es, opinion