Maravillas Báñez

(“OTR/EUROPA PRESS“, miércoles 31 de octubre 2012)

Se entiende que si te nombran titular de Empleo en España uno tenga que hacer ejercicios de respiración todas las mañanas ante el espejo porque los nervios no aguantan. Solo desde ese punto de vista se justifica que la ministra Fátima Báñez viera “señales esperanzadoras” en la salida de la crisis que a su entender dejamos atrás; es evidente que son las consecuencias de hiperventilar de manera acelerada y la posterior euforia que le entraría a cualquiera por culpa del subidón que da el oxígeno en sangre.
Lo peligroso es que lo dijo tres días después de la mayor subida del desempleo en nuestro país. Cierto es que no toda la culpa es suya y que la tendencia viene de los tiempo del “zapaterato”, de aquellos gobiernos happy-flower que veían brotes verdes salir por las rendijas del asfalto. Quizá porque venimos de esos espantos debiera tener más pudor la ministra a la hora de anunciar la buena nueva por mucho que se lo haya soplado un alegre pastorcillo que ha tenido una revelación. Consta que la ministra es muy devota de la Virgen de El Rocío a la que pidió ayuda antes de verano pero el resultado no ha podido ser peor.
La historia de la política española está jalonada de frases poco afortunadas que van desde la definición de la colza de Sancho Rof como un bichito pequeño que si se cae de la mesa se mata, a momentos gloriosos de patriotismo emotivo como la entusiasta arenga de Trillo: “¡Soldados viva Honduras!” delante de un pelotón de El Salvador. La reina del micrófono abierto fue Esperanza Aguirre y bien que lo reconoció en su despedida aunque no aclaró quién era el citado “hijoputa” de Caja Madrid. Vivimos en un país que está para pocos soponcios, la ministra Báñez debería hacer todo lo posible por no ingresar en el club de las tontunas. Las muestras de recuperación se enseñan con un power-point y no se vacila de ellas porque le pueden decir que va de Anne Germain del gobierno. Si fuera porque ha pensado que con sus palabras desviaba la atención de otros focos sería mucho peor.
La subida del paro ha sido tan brutal que muchos en el PP se preguntan quién fue el figura que aconsejó a Rajoy salir en una foto delante de una oficina del INEM afirmando que cuándo gobernara bajaría el desempleo. Algunos le echan la culpa a Moragas pero igual lo dicen por malmeter porque debe ser la única foto en la que no aparece Moragas.
Ojalá acierte la ministra con su predicción porque nada sería más oportuno, es más se ganaría uno de esos premios que otorgan al ganador su peso en melones, o mejor en jamón de pata negra. Pero en caso de errar sería una firme candidata a la Currutaca de Oro 2012, un premio que crearon Tip y Coll.

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