Las cigüenas negras

(“EL BOLETIN“, jueves 6 de marzo 2014)

El presidente extremeño siempre tiene algún elemento que sacar de su chistera para animar el debate, lo último de Monago es una balanza fiscal en la que su comunidad sale como aportadora neta de población de cigüeñas negras para el resto de España. A Montoro le ha divertido mucho esta manera de hacer balance fiscal de campanario pero advierte que no sirve para nada, habría que decirle a Monago que quizá se haya equivocado con su metáfora pero que debería retomarla como título para una novela porque de ahí sale un éxito en ventas y quién sabe si una serie como “El Tiempo Entre Costuras”. Las Cigüeñas negras son cosa muy seria.
De momento no se ha producido la esperada reacción por parte del gobierno de Valladolid diciendo que ellos tienen más avutardas que nadie, o de la Junta de Andalucía recordando los sacos de caracoles que aportan a una temporada que empieza ahora. En eso tiene razón Monago: si Extremadura, (o cualquier región), se pone a hacer repaso de agravios tiene para varias listas, por lo tanto la unidad entre comunidades es la suma de desequilibrios a menos de que alguien se presente en el Constitucional pidiendo un reparto equitativo de cigüeñas negras en el resto de España. Menudo debate acalorado que podría llegar al Congreso y convertirse en pregunta en la sesión de control al Gobierno. Que se prepare Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa del Consejo de Ministros de mañana porque igual le preguntan más por las cigüeñas que por la crisis del PP Vasco. Monago ha abierto la caja de pandora de las tensiones geográficas.
El problema es tan complejo que sólo alguien como Revilla se atrevería a encontrar una solución siempre. Revilla tiene nuevo libro y pontifica de casi todo, hasta de los nidos de cigüeñas negras que utilizará para crear una perversa metáfora entre la naturaleza y el reparto de poder.
Si hubo una vez una guerra sobre el fútbol entre El Salvador y Honduras, ¡qué no podríamos esperar de un enfrentamiento entre hermanos por culpa de las plumíferas negras! Monago no sabe lo que ha podido liar al hacer pública la balanza fiscal de los desagravios extremeños, los españoles serán un pueblo poco leído y con memoria histórica de pez de acuario pero cuando se trata de recordar putadas tiramos de recuerdos hasta dar con Viriato.

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