Todos menos Rubalcaba

A Felipe González hay que interpretarlo como al vuelo de las aves, sus giros marcan una tendencia que solo los muy entendidos en la materia son capaces de traducir. De hecho quedan dos personas expertas en vuelos del expresidente y saben que lo que ha querido decir Felipe cuando se ha referido a la necesidad de una gran coalición: Alfonso Guerra y Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambos han permanecido muy cerca de él como para dejarse sorprender de repente, han compartido oposición, poder y ostracismo.
A Felipe no le sobra Rajoy en su proyecto: es Rubalcaba. Una coalición entre PP y PSOE pasa por un recambio necesario de caras nuevas, la de Rubalcaba sería la primera que Felipe cambiaría para situar a Chacón o Eduardo Madina, y en el PP que busquen en el banquillo aunque miren donde miren aparecerá Gallardón dispuesto a “echar una mano” tal y como sucedió durante aquellos dos meses de 1996 en los que Aznar no lograba apoyos para sacar adelante a su primer gobierno.
Parece un juego enrevesado pero la política nunca dejó de serlo y quién no lo entienda así está condenado a vagar por las bases y llevar el cubo de la cola para pegar carteles. Si a Felipe le preocupara crear una tercera vía no le hubieran faltado voluntarios dentro del PSOE que están muy quemados con Rubalcaba. Le tiene desvelado el PSOE dentro de la caída generalizada del bipartidismo, un movimiento telúrico en el que ve al PP con mayor fuerza. Si ambos se abrazan para mantenerse el que tiene aspecto de boxeador sonado es el PSOE, imaginemos dos viviendas y una se construye fraudulentamente adosada a la otra, cuando se produzca el derribo de la sana también caerá la pirata que mal se apoyaba. Al PSOE le crecen los enanos con facilidad, según el CIS es incapaz de ofrecer una alternativa que ilusione al votante joven, las formaciones emergentes le perjudican más que al PP; no consiguen quitarse ni una fama rancia ni la sombra de Zapatero. Ahí está la jugada maestra que González lanza para recuperar esencias y dejar que sean tomados por el pito del sereno.
Si esto es mucha lectura entre líneas también puede ser conocer poco a Felipe que nunca dio puntada sin hilo. Las grandes coaliciones nunca se hacen entre proyectos desiguales, (en este caso no lo son porque comparten visión de Estado, respuesta a Mas y se han puesto de acuerdo para reformar la Constitución un mes de agosto). Felipe urge a la renovación socialista porque en sus peores pesadillas ve un solar libre para construir en la calle Ferraz de Madrid, y ha lanzado esta bengala para quién la recoja.
En cuanto al tercer hombre citado, aquel que conoce bien el vuelo de González: Alfonso Guerra, guarda un silencio que le ha dejado cumplir años muy tranquilo y no va a modificar sus costumbres. Enseguida comienza la Feria del Libro, se le verá caminar de puesto en puesto parándose sobre todo en los que tengan libros antiguos y tebeos “de otras épocas”.

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