Ya sabe dónde viene

COLPISA, VOCENTO

Los niños al nacer ignoran su cuna, sexo o paternidad; bebés son por naturaleza que no pone medallas si no pañales. No va a poder decir lo mismo el nuevo rey español que ya sabe dónde viene y cómo las gastamos. Y lo que le llegó es una España que desea un debate constitucional que va a ser uno de sus primeros retos. Y, también cierto lío institucional que irá desglosando.

Lo que se escuchó en las bancadas es el apoyo de las dos grandes formaciones políticas pero puede que el bipartidismo menguante les castigue en las autonómicas y municipales; está por ver. A Rubalcaba ya lo alaban hasta en el PP. Lo que no es de recibo es que algunas formaciones tomaron la votación por la jornada de mitin. Referirse a estas alturas a que todo quedó atado y bien atado según Franco no es un acto de modernidad precisamente, no era la mañana de usar el escaño como parte de un tablero de movimientos tácticos.

Eligieron mal quienes pensaban que tocaba monarquía o república; ese debate no era para ayer, se trataba de una votación para que el rey pudiera abdicar y jubilarse como todo español de su edad, (menos Luís del Olmo que si por él fuera estaría hablando de cómo se prepara un botillo a fuego lento a las 7 am). Pero el rey desea darle paso al Príncipe y ahí lo que se votaba.

Las respuestas se darán en la calle y las habrá variopintas porque para eso la calle es plural, a los jóvenes hay que escucharles. Los hay también que desean que tome posesión con traje, (curioso porque luego son felices cuando el niño hace la primera comunión vestido de almirante). La calle es soberana y reaccionará para dar voz a quienes no la tienen.

Por cierto, todos dan por hecho que reinará bajo el titulo de Felipe VI, ¿Y si lo cambiara?, a mas de un tertuliano despistado le iba a dar un “simposium” riguroso, de esos que viene con heparina diaria para quitarse el susto.

Lo importante es que el Príncipe Felipe llega con un gran conocimiento de la sociedad española, sabe de Historia, tiene edad suficiente y reconoce cuáles son nuestras necesidades, en el especial el alto grado de paro juvenil. Si fuera necesario cuenta con doña Leticia que le pone los pies en su sitio, algo muy útil cuando todo, todo, hasta la monarquía está sujeto a revisión.

Vivimos en una democracia activa; y menos mal.

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