El consejero desaconsejado

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Estimado señor Fisas… consejero de Cultura y Deporte: le han colado un gol por toda la escuadra, un tiro oblicuo y con efecto contrario. No está bonito contratar ilegales para que le hagan limpieza en el Palacio de Deportes, que una cosa es el espíritu olímpico que a todos nos envuelve y otra pasar «olímpicamente» de la normativa laboral vigente. Dice usted que no los volverá a contratar, claro, entre otras cosas porque los expulsarán por tener menos papeles que una liebre. Y luego dirán que el Gobierno de Zapatero persigue a la Comunidad de Madrid con saña cuando la verdad es que a veces se lo ponen a huevo.
El asunto es un poco de los hermanos Marx: la parte contratante de la primera parte hace lo propio con un empresario (segunda parte contratante) que a su vez contrata a unos trabajadores sin papeles (tercera parte contratante). Se crea así una cadena laboral que afecta a todos los firmantes y los convierte en pasajeros de una misma metedura de pata. Groucho Marx lo diría más deprisa y fumándose un puro; la policía lo ha hecho más lento y comprobando pasaportes: el resultado es el mismo. Dicho en lenguaje más académico, es el llamado efecto mariposa de la política regional: cuando un empresario ligado con la administración, aunque sea por contrato puntual de obra, pone a barrer a un ilegal el ligero polvillo que levanta éste se convierte en huracán cuando llega al despacho del consejero.

Ahora ya conocemos los orígenes de ese ventarrón que azotó los cristales de su despacho, y sólo los suyos, en una tarde de calma en la calle Alcalá. O mucho me equivoco o le va a tocar dar explicaciones en la Asamblea de Vallecas acerca de este malentendido pegajoso, turbio, incómodo e inoportuno. Además, la empresa contratada no era la primera vez que trabajaba con la Consejería, por lo tanto habrá que explicar los orígenes de esa bonita amistad.No vale pedir excusas como un caballero que acaba de manchar el traje de una dama con su gin-tonic, tal y como pasa en las películas inglesas.

Si esta Semana Santa vemos penitentes con una escoba en lugar de con una cruz al hombro, sabremos que los ha enviado usted a expiar sus pecados: serán los que le aconsejaron la empresa de limpieza. A partir de ahora seguro que usted exigirá papeles en regla, certificado de buena gente, uñas limpias, radiografía del alma, ADN en condiciones, garantía de caries y prueba de orina (hecha in situ para que no le engañen con el sexo).

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