‘Soy la frutera más ‘verde’ del barrio’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

RETRATO

Orígenes. Bobadilla de Alcaudete, (Jaén). 1940. Currículo. Vino a Madrid de niña huyendo del cortijo del señorito y recaló en unas chabolas junto a Ventas. Se casó para vivir en una habitación de dos metros por tres: «ahí dormía, guisaba y hacíamos las necesidades». El padre Llanos le consiguió su primer trabajo en una fábrica de cremas, luego estuvo en una imprenta y también de costurera. Ahora tiene una frutería en Vallecas y nueve puestos ambulantes. Aficiones.«La familia sobre todo». Debilidades. «Hacer jerseys para mis nietos. No sé estar quieta ni viendo la tele». Virtudes. «Generosa. Si tengo que dar lo doy tó». Defectos. «Un genio muy grande».
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Nos quedamos sin Juegos Olímpicos, pero Encarnación volvió a casa con un premio. Una mañana se cruzó a Esperanza Aguirre, en Mercamadrid: «¿Qué pasa, no me merezco una medalla? Sólo se la dais a Rocío Jurado y a los trabajadores, ¿qué? (Si Rocío lo lee que sepa que la admiro mucho, ella se lo merece porque es la más grande)». Encarni ha sido madre de nueve hijos, (uno de los mayores lleva 26 años en la cárcel por cómplice del asesinato de la estanquera de Vallecas). A pesar de los palos de la vida, ella no se queja.
Pregunta.- ¿Súper-woman?

Respuesta.- Si me cambiara la vida por la de un hombre, por lo menos tendrían que ser dos para aguantar mi ritmo.

P.- ¿Qué le dijo a Aguirre?

R.- ¡Menos mal que veo a un político que se gana el sueldo! Con sólo levantarte tan temprano, ya tienes un punto.

P.- ¿Cómo es la medalla?

R.- No lo sé, todavía no tengo la medalla. Me dieron una placa en una caja porque no les había dado tiempo a inscribir mi nombre.

P.- ¿Finalmente se la darán?

R.- Creo que sí, me han prometido que esta semana a más tardar.

P.- ¿Se la merece?

R.- No más que nadie, pero le dije a la presidenta que no sólo hay que premiar a los famosos porque los humildes también somos trabajadores.

P.- ¿Se emocionó en la Puerta del Sol?

R.- Pues mire sí, sobre todo agradecí que la Aguirre se acordara al fin de mí.

P.- ¿Fue su día grande?

R.- Sí, pero ella ha ganado más puntos que yo.

P.- ¿Hubo bonitas palabras?

R.- Me dijo: «Encarna para que veas que también premiamos a las verduleras», y le respondí: ¡espero que me lo hayas llamado en el buen sentido de la palabra! (Risas).

P.- ¿Verdulera suena mal?

R.- Tiene muchos significados…

P.- ¿Dónde aprendió la vida?

R.- En la calle, leo libros pero no sé escribir. Escribo como hablo, y como lo hago tan deprisa, se me juntan las letras.

P.- ¿Es creyente?

R.- Bastante: yo no rezo, hablo con Dios. Cuando me levanto le digo: «Dios, compañero de mi vida, acompáñame».

P.- ¿A qué hora lo dice?

R.- A las cinco y media ya estoy en Mercamadrid.

P.- ¿Y las vacaciones?

R.- No las tengo, compré un apartamento en Alicante y van mis nueras, (incluso una que está separada y tiene hijos con otro).

P.- ¿Es una matriarca?

R.- Pues sí, llevo todo el peso de mi casa. Cuido a mis hijos y me ocupo también de llevar a los nietos al colegio.

P.- ¿Vende productos eróticos?

R.- Si lo dice por las hortalizas entonces soy la frutera más verde del barrio.

P.- ¿Usted está madura?

R.- No porque no he vivido mi vida, seguro que Dios tiene algo grande guardado para mí.

P.- ¿Cree en la otra vida?

R.- Hay gente que dice que soy muy buena y tengo el cielo ganado.

P.- ¿Se siente joven?

R.- Es evidente: trabajo más que ellos, corro más que ellos y no tengo tiempo para tomarme un cubata.

P.- ¿Votó a Esperanza Aguirre?

R.- No porque yo voto en blanco.

P.- ¿Le gustaría ser político?

R.- Ganaría todas las elecciones, a los que salen de la cárcel les tendría en un centro donde aprendieran un oficio.

P.- ¿Qué es Madrid?

R.- Madrid es lo que está del Puente de Vallecas para allá.

P.- ¿Le han piropeado?

R.- Lo más bonito que me han dicho es: ¡vaya una antigüedad bien conservá!» (Risas).

P.- ¿Conoce a Tita Cervera?

R.- ¡Claro! A ella le interesa lo que pase en su «Museo del Prado» (sic) pero la baronesa, de la acera para afuera, se tenía que meter muy poquito.

P.- ¿Se lo decimos?

R.- Que se pregunte si le dan de comer los árboles o el museo.

P.- ¿La siguiente medalla?

R.- No quiero más premios, me han dado el más grande. Como yo hay mucha gente.

P.- ¿Le tienen celos?

R.- Al revés, mis vecinos me han felicitado.

P.- ¿Cómo son los políticos de cerca?

R.- Gallardón mu tieso, me gustó ver a Di Stéffano.

P.- ¿Aficionada al fútbol?

R.- ¡Es una tontería! 22 tíos corriendo detrás de un balón cuando les pueden dar uno a cada uno

P.- ¿Genio y figura?

R.- Una vez me enfadé con la concejala de Vallecas y la puse bien, pero luego le pedí perdón. Hay que decir las cosas y luego arrepentirse por si algún día tiene que darme otro puesto de venta ambulante (Risas).

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