«Mi premio es sobrevivir»

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«En ningún momento perdí el conocimiento. Pedí que me metieran los brazos en hielo» / «Una vez que sabes que estás vivo, lo primero que buscas son tus manos» / ¿Hay poesía en un motor? «¡Sí, sí! Hay cadencia, ritmo, tempo» / «En Madrid somos malos motoristas: somos pocos y muy ‘esnobs’» / «No se ha dado suficiente valor a lo que hizo Angel Nieto»
______________________________________________________________________________

RETRATO

Orígenes: Madrid, 1946.

Currículo: Perito industrial. Corrió la última carrera en El Retiro y la primera en El Jarama, que ganó como junior. Ha sido dos veces campeón de España de 500 cc, unas cuantas veces subcampeón, «ni me acuerdo», campeón de Súper Bikes y maestro de pilotos.En lo anecdótico heredó de su padre el título de fotógrafo real de la Puerta de Alcalá, «concedido por Alfonso XIII, para él y sus descendientes. Cualquier día se lo llevo a Gallardón».

Aficiones: «Las fotos, la moto y el deporte».

Debilidades: «Amo la perfección».

Virtudes: «Me siento contento conmigo mismo. Me gusta como soy».

Defectos: «Me altero enseguida quizá por perfeccionista».
_________________________________________________________________________

El 12 de diciembre de 1993 era domingo y Andrés iba al Jarama a dar otro de sus cursos de pilotaje, la rueda delantera de la moto reventó y fue contra un guardarraíl que le amputó ambos brazos. Pidió que los envolvieran en bolsas de plástico con hielo, su cabezonería, la del doctor José Luis del Haro y once operaciones, (dos en Estados Unidos), le devolvieron los brazos a su sitio.El campeón que trabajó en el andamio de los 300 kilómetros por hora, sigue relacionado con las motos en su taller de siempre.Le pierde una buena charla, «mis manos notan el calor cuando las estrecho con otra persona».
Pregunta.- ¿Tuvo mala o buena suerte?

Respuesta.- Muy buena. En ningún momento perdí el conocimiento, así pedí que guardaran los brazos en hielo. Y se acababa de inaugurar el banco de sangre en Madrid.

P.- ¿Le salvó su coraje?

R.- Recordé al doctor Tamames, 10 años antes me había contado que habían pegado un dedo (a pesar de que estuvo media hora metido en una papelera).

P.- ¿No perdió el conocimiento?

R.- Pensé en las madames del XIX que se desmayaban con una contrariedad, el cuerpo me pedía huir y desmayarme.

P.- ¿Pero su mente fue más fuerte?

R.- Sobre todo porque cuando despertara no tendría las manos, por eso me dije: Me parece que no me voy a marear.

P.- ¿Lo primero que hizo?

R.- Una vez que sabes que estás vivo lo primero que buscas son tus manos.

P.- ¿Qué aprendió de su accidente?

R.- Antes me creía el centro, ahora escucho más y soy más próximo a la gente.

P.- ¿Una caída como San Pablo?

R.- Ya me gustaría a mí esa similitud.

P.- ¿Gracias a usted quitaron vallas?

R.- Colaboro con una iniciativa para quitar guardarraíles, hemos conseguido mejorar los postes verticales.

P.- ¿Nació para ir en moto?

R.- Cuando era chaval le puse un motor mosquito a una bicicleta de mi padre.

P.- ¿Para correr o para reparar motores?

R.- Mi afición es la mecánica de la moto, más que la moto en sí.

P.- ¿Hay poesía en un motor?

R.- ¡Sí, sí! Hay cadencia, ritmo, tempo El mundo de la moto aporta muchos sonidos a un sintetizador.

P.- ¿Es un afinador de motos?

R.- Reconozco una cierta sensibilidad. El motor de la moto tiene sonidos muy bellos.

P.- ¿Se ha vuelto a subir?

R.- Uso scooters para moverme por Madrid. No me hace falta una moto grande para ganar, mi premio es sobrevivir y bien.

P.- ¿Su circuito favorito?

R.- San Carlos (Venezuela) tiene una recta increíble, te permite ir en sexta con sensaciones en el cuello muy particulares.

P.- ¿La adrenalina es un vicio?

R.- Me ha gustado siempre tener la adrenalina cerca.

P.- ¿La de la moto es la mejor?

R.- Para mí sí, y fíjese que hasta me he llegado a tirar, a 3.000 metros, en caída libre. Pero no es igual.

P.- ¿Hay adrenalina ajena?

R.- Claro, cuando me pongo delante de la tele a ver un gran premio el pulso me sube como si estuviera en una bicicleta.

P.- ¿Mejor estar vivo que ser campeón?

R.- ¡Sin duda! La vida es el gran privilegio que tenemos.

P.- ¿A 340 km/h cómo se ve el mundo?

R.- Perfectamente: las cosas vienen unas detrás de otras, igualmente, aunque pasan más rápido.

P.- ¿Cuántas carreras fueron?

R.- Veinte años en activo, con ocho o 10 carreras por año, ¡muchas!

P.- ¿Pasaba miedo antes de salir?

R.- Es cuando más lo sientes, era la mayor concentración.

P.- ¿Y ganas de bajarse?

R.- A veces te preguntabas: ¿Qué hago yo en un sitio como éste? ¿Quién me ha traído aquí? ¡Seré imbécil!.

P.- ¿Se compite para ganar?

R.- Antiguos compañeros que compiten en clásicas lo hacen para sentirse bien.

P.- ¿Qué tiene en común con Angel Nieto?

R.- Salvando las distancias: las motos, que somos de Madrid y la edad.

P.- ¿Nieto es el campeón?

R.- ¡Trece veces campeón del Mundo! No se le ha dado suficiente valor a lo que hizo.

P.- ¿Ser madrileño es pura competición?

R.- Las obras nos mantienen en un nivel razonable de adrenalina.

P.- ¿En cuánto se podría hacer la M-30?

R.- A velocidad de circuito en unos seis minutos.

P.- ¿Qué tal circulamos en Madrid?

R.- Los madrileños somos malos motoristas: pocos y muy esnobs, no tenemos la moto adecuada sino la que más nos gusta. No hay cultura motorista.

Compartir:

Etiquetas: ,

Deja una respuesta

*