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Cuidado con los entusiastas

enero 12th, 2014 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 12 de enero 2014)

A la monarquía no le falta luz sobre el atril de los discursos, le falta luz en otras partes pero antes que eso le sobran pelotas y aduladores que no le llevan a ninguna parte. Por un lado están los que le ponen photoshop al rey para que parezca un galán de cine y aquellos que le jalean como si fuera el joven monarca de los inicios de la transición, y por otro los que se pasan el día echando sifón a los problemas de la Casa Real para ver si consiguen rebajar la gravedad de los mismos.
La defensa de la infanta Cristina basa sus “sólidos argumentos” en que una mujer enamorada nunca discrepa de su marido y llevada por el amor ciego es capaz de firmar dónde sea porque ser mujer les debe parecer una discapacidad como otra cualquiera. El argumento es simple, machista y algo ruin porque deja el criterio intelectual de la infanta Cristina en niveles de pre-adolescencia. Si tan nocivo es Urdangarin entonces lo que se impone es rescatar a la infanta de los brazos de ese mal hombre que le lleva por la calle de la amargura y la estafa. O eso, o cambia la ley Penal que en ningún caso puede tener efectos retroactivos por mucho que se empeñen algunos. De momento no se contempla la eximente de amor profundo, no parece que ningún tribunal la pueda tener en cuenta porque tampoco hay “amorómetros” que calculen el grado de intoxicación en la pareja para firmar documentos malignos.
No sé qué tipo de estrategia penal está detrás de la defensa de Cristina de Borbón pero parece que nos quieren hacer ver que Urdangarin era la bruja que le dio a probar la manzana emponzoñada del cuento y que ella cayó bajo los efectos de un profundo sueño en el que no distinguía cierto de falso, y en el que pasaba por alto las declaraciones de la Renta porque anteponía declaraciones de amor. Quizá no cuele como argumento jurídico de la defensa pero da para guión de película taquillera.
Cuidado con los entusiastas porque se les va la mano con los argumentos y con el estiramiento del photoshop, ellos son el principal problema que rodea a la Zarzuela en estos momentos de “martirio”. Estos son los que contaminan el ambiente porque no son conscientes del flaco favor que prestan. Sobran reales pelotas y faltan espejos en los que se pueda reflejar la verdad de un asunto turbio que ha llegado muy lejos.
El amor no sirve como eximente, ni como agravante. El amor no es un narcótico que nos aísla de las obligaciones. Esta vez el entusiasta de guardia se ha pasado varios ducados al construir un escudo protector que provoca sonrojo, no se puede llamar tontos a todo el mundo sin que te devuelvan un tomatazo.

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Oficio de paje

enero 5th, 2014 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 5 de enero 2013)

El mundo se divide entre los que hacen paquetes y los que los abren con cierta ansiedad de caníbal acelerado. Siempre que me preguntan: “¿Se lo envuelvo?” respondo sí porque aunque sea un bolígrafo sólo por contemplar el arte de envolverlo que a su vez resulta un tratado de papiroflexia cotidiana. A veces es mas valioso el envoltorio que el objeto que va dentro, a Unamuno le gustaba la cocotología y escribió un tratado sobre ella.
Las bolsas y las prisas, (¡innecesarias prisas!), le han hecho mucho daño a los paquetes que contienen los regalos. Por supuesto hay que desconfiar de aquellas personas que te espetan en la cara que como no tenían tiempo no han podido mas que meter un libro dentro de un sobre y te lo dan con la urgencia de entrega de un cartero. No existe el oficio de hacedor de paquetes y doblador de cosas pero debería crearse porque se va a perder una tradición comercial muy antigua, (igual que se perdieron los pendolistas). De pequeño recuerdo el mimo con el que el pastelero envolvía la ensaimada que compraba mi madre para que la comiera en el recreo, aquel hombre sabio había trabajado desde la masa al envoltorio pasando por el agua y calibrando el tiempo del horno, era un artesano completo. Su habilidad con las ensaimadas competía con la destreza de mi madre a la hora de forrar libros, otra costumbre caída en el olvido.
A estas horas, en alguna cueva escondida, los pajes trabajan sin descanso envolviendo regalos para personas que no conocen. Los Reyes Magos tienen la misión de acertar con las peticiones que han recibido pero los pajes tienen la obligación de poner la magia a un paquete de cartón y, además, dejarlo junto a la chimenea. Un paquete cuesta mucho hacerlo pero se puede abrir de mala manera en poco tiempo y cargarse el momento porque regalo es también el envoltorio, el que no lo quiera ver es muy torpe. Ahí se demuestra el cariño del paje real que teniendo solo una noche, (la de hoy), no escatime su tiempo con tal de que el lazo quede bonito y en la dirección adecuada.
Los que abren paquetes a lo bruto no tienen en cuenta el tiempo que les han dedicado. Hasta un niño pequeño retira el papel con sumo cuidado para no estropear lo que intuye que está dentro. Al contrario que los Reyes Magos los pajes no tienen nombre, la historia les relegó como secundarios sin frase pero si no es por ellos esta noche en lugar de regalos les iban a dejar un acuse de recibo y el horario de la oficina de Correos para que se pasen a recoger el envío. En sus manos quedan depositadas nuestras esperanzas aunque sea el socorrido y tradicional paquete de calcetines de todos los años.

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Neocursis de la ciclogénesis

diciembre 29th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 29 de diciembre 2013)

Ya los tengo localizados aunque no tienen por qué ser necesariamente de la misma especie, por un lado están los neocursis de fogón que son los que opinan de gastronomía como si hubieran sido ayudantes del chef en el Maxim´s de París, y por otro tenemos a los neocursis de la ciclogénesis que pontifican acerca del tiempo. Si ambas circunstancias concurren en una misma persona entonces es para pedir asilo en la casa de Justin Bieber.
El plasta de la ciclogénesis sale de casa después de haber consultado todo tipo de páginas en internet y de estar al corriente de los vientos que se aproximan por el océano atlántico, no se conforma con mirar al gallo-barómetro como hacían sus padres, él tiene que formarse una opinión para debatir en el trabajo con cualquiera que ose dudar del cambio climático. Y como no le basta el concepto de temporal, o de borrasca, que hemos usado toda la vida lo que hace es abrazar la “ciclogénesis explosiva” con verdadera ansia. Y de ahí no lo baja nadie porque para eso es un auténtico “neocursi”. Lo peor, sin duda, es que sea de la familia y te toque cerca en alguno de los encuentros de la entrañable Navidad: tienen controlado el tiempo que va a hacer en los próximos quince días en cualquier punto del planeta aunque precisan que la meteorología no se puede calcular con exactitud con mas de veinticuatro horas de adelanto. Y, por supuesto, sabe mas que el presentador de la tele al que acusan de responder a intereses comerciales: “este tío no dice nada de que va a llover en Cantabria porque lo tienen comprado”. Pobre de aquel que ose comentar en el ascensor que hace frío porque será acribillado con todo tipo de historias acerca de las corrientes que bajan del Polo Norte y recorren Europa; y si el interlocutor se aleja él seguirá hablando mientras retiene la puerta para que no se cierre.
El neocursi de la ciclogénesis hace suyas las teorías conspiratorias y cree a pies juntillas que el Pentágono envía aviones que provocan lluvia, granizo o echan a perder cosechas para colocar las hortalizas americanas en mejores condiciones en el mercado. También cree que los marcianos dominan el tránsito de las nubes y esperan usarlas para congelar la tierra y venir a colonizarnos un domingo por la mañana, (pongamos por ejemplo).
Si se encuentra con uno de ellos procure no llevarle la contraria porque tienen escaso sentido del humor. Lo suyo es ponerle en contacto con otro igual para que entre sí diserten acerca de las mareas y el flujo de la Luna. No son especialmente peligrosos, no se conoce que hayan herido a nadie pero son un rato plastas y sólo viven para calcular la sombra que deja la marmota Phil al salir de su escondite.

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Lo mejor del año

diciembre 22nd, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 22 de diciembre 2013)

A estas alturas del calendario en las redacciones se trabaja en resúmenes de los doce meses que hemos vivido, una costumbre que conlleva una exhaustiva labor de documentación que suele estar premiada con la atención de los lectores, por eso los resúmenes se cuidan y se les da un trato de material de alto interés. Es fácil imaginar la desazón del redactor que estos días busca “lo mejor del año”, ¿Qué ha sido lo mas destacable?, entre malas noticias relacionadas con la crisis y pésimas informaciones relacionadas con la política no hay quién rescate un fragmento de alegría.
En realidad el repaso del año son las encuestas del CIS que sirven de indicador de la situación española a cada momento, es la foto fija, el espejo de nuestros sueños y vanidades. Las encuestas nos dicen que la corrupción institucional aleja a los ciudadanos de los políticos que votan, y también de la jefatura del Estado que pasa por sus horas mas bajas. Es difícil pensar en lo mejor del año cuando aquellas personas destinadas a dar ejemplo se pasean con impunidad por la galería de la corrupción.
Cuando el PP ganó las pasadas elecciones, hace dos años, hizo bandera de la regeneración y la trasparencia; ahí tienen al juez Ruz entrando de madrugada en la sede de Génova porque sospecha que no le han entregado toda la documentación que había pedido. Otro tanto se podría decir del sindicato UGT cuyas sedes en Sevilla, y Córdoba, han sido registradas para buscar las causas por las que se desviaron ayudas para cursos de formación que acabaron en juergas flamencas con bandejas de langostinos que iban tan llenas que rozaban la pornografía gastronómica.
¿Qué pensarán nuestros prebostes, o el mismo rey Juan Carlos, cuando tengan que leer el discurso que les han escrito?, para empezar si tuvieran algo de decencia deberían ser ellos los que trabajaran sus textos, al menos algo de sinceridad aunque perdamos vistosas metáforas por el camino. ¿Quién está capacitado, ahora mismo, para dar lecciones de moralidad a un pueblo realmente desmoralizado porque los ejemplos que tiene cerca son demoledores? La distancia entre ciudadanía y representantes públicos es abismal, alguien tendría que pensar cómo hemos llegado hasta aquí y por qué hemos dejado que unos pocos jueguen con el concepto democracia que tanto ha costado instalar.
Han sido doce meses simulados y en diferido, los del reto de Mas, los de recortes en Sanidad. Meses en los que se rompió la bolsa de pus de Valencia y reventó el ERE en Andalucía, los días de Blesa y Bárcenas. Lo mejor del año hay que encontrarlo en la letra pequeña, en la solidaridad doméstica, en esos héroes anónimos que ayudan a otros sin salir en la foto. Menos mal que existen.

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Ustedes son formidables

diciembre 15th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 15 de diciembre 2013)

Durante casi dos décadas Alberto Oliveras presentó en la SER un programa que tiene un título que encaja muy bien en estos tiempos: “Ustedes son formidables”, y vaya que lo son. Mientras salen a la luz los chanchullos del banquero Blesa con el poder, y viceversa, mientras afilan una Ley de Seguridad Ciudadana que multará hasta los malos pensamientos y mientras los políticos “escriben”, (es un decir), sus memorias que son ajustes de cuentas, ustedes, los formidables, aguantan estoicos que el crédito fluya y que la recuperación económica no sea sólo cuestión de unos pocos futbolistas a los que les renuevan la ficha. Y si hace frío se tienen que calentar con la imaginación porque las pensiones dan para una supervivencia precaria.
Este gobierno liberal que presume de no intervenir tiene sus tentáculos metidos en todo, desde la judicatura a la banca pasando por los medios de comunicación a los que amenaza Montoro con desvelar sus miserias, es aquello de come y calla en versión “publica y no te quejes”. Lo que hay alrededor tampoco es un espejo de virtudes, tenemos desde sindicalistas jetas que se alimentan únicamente de langostinos, la dieta del ERE le llaman, a golfos condenados porque se les acabó el chollo de tanto usarlo. La lista es conocida: Fabra, Matas, Correa, gurtelianos y malayos, barcenitas y urdangarines, lo mejor de cada casa.
Ante un futuro bastante incierto lo que el poder demanda del ciudadano es confianza y paciencia, argumentos básicos para tener a las masas en calma mientras se tragan panzadas de basura por televisión. Intoxicar a través del mensaje es un viejo método que nos enseñó el perverso Goebbels con sus once principios de la propaganda, unos mandamientos de la comunicación con los que se controlan cerebros a distancia. El ciudadano debe aguardar a que le descongelen el sueldo y a que le bajen los impuestos siempre y cuando las circunstancias sean favorables.
Pero no hace falta ser diplomado en Harvard para darse una vuelta por el barrio y contar las tiendas que se han ido al garete en los últimos años. Y casi de forma paralela cada diez tiendas que se cierran se descubre que alguien tenía una cuenta en Suiza. Suben los precios y el poder adquisitivo retrocede una década. Nos podemos preguntar quién se ocupa de lo nuestro ya que estos señores están tan empanados discutiendo entre ellos para salir en los telediarios como autores de la última ocurrencia. En definitiva que aguantan ustedes como jabatos una crisis que no han provocado, y lo hacen en silencio, con gran educación además. Tenía razón el viejo Oliveras: “ustedes son formidables”.

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Montemos el Belén

diciembre 8th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 8 de diciembre 2013)

A pesar de que Benedicto XVI dijo hace un par de años que en el pesebre no hubo mula ni buey seguimos comprando mulas y bueyes, ¡a fin de cuentas quién es un Papa, experto en Teología, para decirnos qué figuritas ponemos en nuestra casa! Y por comprar lo típico de la Navidad se atasca el centro de tal manera que todos los niños se convierten en Chencho, candidatos a perderse entre los puestos de la Plaza Mayor. Y los abuelos de los nervios porque como decía la greguería de Ramón: cada vez que anuncian por megafonía que se ha perdido un niño pienso que ese niño soy yo.
El Belén es una recreación doméstica que no respeta ni la Historia, ni el Arte, ni las proporciones debidas; por eso Herodes no cabe en el castillo y cae la nieve en un sitio tan cálido donde los peces no es que beban, ¡es que vuelven a beber! Eso dice la leyenda de las panderetas que se remonta a la noche de los tiempos y permite cantar hasta los que tienen un oído enfrente del otro. No es necesario buscarle lógica: por mucho que lo reflexiones Holanda no se ve desde Judea, se trata de otro absurdo de los villancicos.
Pero tampoco hace falta ponerse muy estrictos porque los nacimientos se ponen siempre en función de lo que quieren los niños, soberanos inocentes. No seamos ahora muy exquisitos porque salvando a los grandes belenistas los demás tiramos a trapaceros de montañas de cartón y ríos de papel de plata. Algún día Montoro nos cobrará el IBI del portal en función de los centímetros cuadrados y del número de pastorcillos que acuden a la convocatoria. Y De Guindos preguntará qué tipo de contrato tienen las lavanderas, si están dadas de alta en la Seguridad Social como empleadas fijas discontinuas. Tampoco descarten si el nacimiento es completamente español que el sindicato de pastorcillos se ponga en huelga entre el 24 de diciembre y el 7 de enero y solo quede un “caganet” de servicios mínimos.
Bien pensado montar un Belén en condiciones es harto complejo y no está exento de contradicciones, igual que nuestra biografía. Nadie sabe por qué San José cada año está mas alto, tampoco es pequeño misterio que el ángel de la anunciación no aparezca escayolado con los trompazos que se pega al caer desde el tejado. Y no digo nada de los Magos con sus pajes vestidos por el sastre ibicenco de los Locomía.
Es tal despropósito que si el personal reflexionara dejaría de atascar el centro en Navidad pero las luces callejeras nos atraen como mosquitos deslumbrados por los faros de un Pegaso. Es parte del mal del turrón que convierte el placer en lorzas y sobrepeso. Si solo fuera la mula y el buey lo que sobra para celebrar la Navidad lo podríamos dar por bueno.

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Pensamiento y ofensa

diciembre 1st, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 1 de diciembre 2013)

Pensar es ofender, sin duda, y cuánto mas piense el ciudadano mayor será su insolencia. La Ley de Seguridad Ciudadana se dirige contra todo aquel que tenga la osadía de tocarle las narices al poder, en especial el ultraje al concepto de España. Se adentra la Ley en el peligroso terreno de la ética y del pensamiento que nunca han delinquido. Pudiera parecer que somos un pueblo bárbaro ingobernable al que hay que crujirle a multas pero todo lo contrario, es asombroso nuestra capacidad de aguante y mas cuando otros se apropian del concepto España con impunidad absoluta.
La Historia nos dice que siempre fue así, en lugar de buscar un estado laico con la división de poderes que ya tenían en Francia elegimos tirar del coche de caballos en el que regresaba el gran felón de Fernando VII y gritar algo que nos define muy bien: “¡vivan las caenas!”. De otra forma no se entiende nuestro XIX, ni cómo permanecimos al margen de cualquier atisbo de modernidad encerrados en un falso culto por la patria que no era otra cosa que un canto a la esclavitud y a los señoritos del pueblo; Delibes tiene completa vigencia hoy, existen los nuevos “santos inocentes”.
Si no fuéramos tan dóciles las ofensas a España que vivimos de manera constante nos hubieran hecho sacar a la fiera que llevamos dentro pero es gato doméstico. Ofenden a España los negocios de una infanta mucho mas que cien pancartas; ofenden los banqueros que engañaron a los ancianitos con preferentes, y los sindicalistas que facturaban como cursos de formación unas mariscadas de bandejas repletas que eran un homenaje a la gula y a la lujuria. Ofenden quienes congelan el sueldo a sus trabajadores porque tocan vacas flacas pero no se lo subieron cuando todo fueron beneficios, y los que cobraron comisiones por la visita del Papa a Valencia, y los alcaldes que recalifican y caen en delito urbanístico. Ofenden a España los gobernantes que confunden lo público con su bolsillo, los eurodiputados en primera, los diputados que salen a la carrera del Congreso porque comienza un puente. Ofenden a España los empresarios que han llevado al cierre a marcas tradicionalmente españolas por su mala gestión, y los que siendo presidentes autonómicos pudieron construirse un palacio millonario en Palma de Mallorca. Ofenden los duques de Salsa que facturaban sus merengues pachangueros al erario público, y los políticos que buscan la confrontación lingüística.
Pero lejos de darnos por ofendidos lo que hacemos es guardar silencio. Somos buena gente la verdad, pudiendo montar un Motín de Esquilache cada semana lo que hacemos es quejarnos en el ascensor. Demasiado poco para lo que hay que aguantar.

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Aquella retirada

noviembre 24th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 24 de noviembre 2013)

Nuestra memoria nunca ha sido el punto mas fuerte que hemos tenido, con nuestra falta de recuerdos y el escaso apego a nuestro pasado reciente podemos construir un género literario. Hace treinta y ocho años España iniciaba la maniobra vergonzante de salida del Sahara dejando atrás a españoles con DNI en manos de las tropas marroquíes que entraban tras haber superado los límites de la “marcha verde”. Días antes de que se produjera el abandono el Príncipe Juan Carlos había dicho ante los oficiales reunidos en El Aaiún que España nunca abandonaría el territorio pero nos faltó tiempo para incumplir la palabra dada. El Príncipe ejercía de Jefe de Estado mientras Franco agonizaba en Madrid rodeado de unos pelotas que lo intentaban dejar todo “atado y bien atado”.
La retirada se prolongó hasta febrero de 1976 cuando oficialmente se arrió la última bandera pero aquello fue un acto para la nostalgia y los historiadores; en realidad España había entregado una parte de su territorio mucho antes a Marruecos. Fue una retirada parcial en cadena que se produjo de manera escalonada por las bases militares desplegadas en el territorio; el 30 de noviembre de 1975 se bajaba la bandera en Edchera, “Fuerte Chacal”, tal y como dejó escrito el teniente general Mariñas Romero. A medida que se marchaban los soldados españoles los saharauis quedaban a merced de los nuevos propietarios de su tierra: los marroquíes llegados en camiones con aires de nuevos colonos. Por supuesto no se respetaron derechos ni libertades y la población quedó a merced de un pacto con Marruecos y Mauritania tan solo cuestionado por la débil resistencia armada del Frente Polisario.
Ningún político de entonces, (español me refiero), dio cuentas de lo que había hecho. Nadie se hizo responsable de anular el DNI a otros españoles nacidos en el Sahara y con la nacionalidad obtenida desde la cuna. No hubo desde Madrid una sensibilidad especial para un pueblo que dejamos hablando nuestra lengua, con nuestras costumbres y con el que habíamos compartido un siglo de historia. Ni entonces hubo responsables ni ahora los van a encontrar porque si algo se nos da peor que la memoria es salir de un territorio de manera atropellada.
El llamado Sahara español continúa siendo una patata caliente. Esta semana Obama le ha pasado la mano por encima del hombro al rey Mohamed VI de Marruecos y aquí no ha pasado nada. Por supuesto que España no ha preguntado por los antiguos paisanos, compañeros, funcionarios y soldados. Ni una queja para quedar bien y que parezca que nos interesamos por ellos. Mala suerte hermanos.

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Nubes negras

noviembre 17th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 17 de noviembre 2013)

En el patio del colegio se aprendía una gran verdad: el día en el que los cabronazos vuelen se nublará el sol. Cada vez que veo salir a un beneficiado por la doctrina Parot se me nubla el día además de verme con un nudo en el estómago; me ocurre cada vez que el cielo se transforma en un baile de murciélagos sucios. Etarras, violadores, asesinos en serie y demás morralla humana festeja con impudicia su puesta de largo ante la sociedad civil, nos dicen en la cara que han vuelto por aquí y que no están dispuestos a pedir perdón por sus tropelías. Todavía los hay con cuajo suficiente como para reclamar una indemnización por el tiempo pasado en la cárcel.
Lo que no termino de entender es por qué las prisas de los jueces, a cuento de qué cada salida se convierte en una fiesta y tampoco comprendo la prudencia exquisita de los familiares de las víctimas. Puede darse por satisfecho al cabronazo de “Kubati” si solo tocaron levemente la chapa de su coche en una demostración de ira bastante comedida, a otros les han rajado las ruedas por mucho menos y les han colocado carteles en los cristales para que sepan quienes se crucen con ellos de qué tipo de gente se trata. Muchas de esas víctimas, pienso también en los violadores que han excarcelado, convivirán a partir de ahora con los monstruos que les destrozaron la vida. Se los van a encontrar en la panadería, en la acera, en la parada del autobús, tendrán que soportar su mirada desafiante y hasta tragarse el humo de sus cigarros. Como vecinos de estos detritus me gustaría ver a uno de los jueces de Estrasburgo sacando pecho por la sentencia.
Nubes negras cierran el paso al sol cada día en el que estas alimañas salen de las prisiones sin mostrar una gota de arrepentimiento por sus fechorías. Se tapan la cara con gorros y pañuelos para que no les veamos la sonrisa de satisfacción que se les desprende porque se descojonan de nosotros. Pisan la calle como si fueran cantantes de rock, encantados por su éxito; solo les falta firmar autógrafos.
El Gobierno no podía hacer mas, pero tampoco menos, y como si no les afectara el estupor ciudadano pasa página, mira a otro lado, se escuda en el cumplimiento de la sentencia pero son incapaces de ponerse de parte de las víctimas. De momento lo que toca es la economía, lo demás puede esperar. Mientras tanto el cielo se cubre con el vuelo de los indeseables que todo lo ocupan como si fuera suyo. El hedor que desprenden nos lo tenemos que tragar por cuotas de manera solidaria, de este asco no nos rescatan como hicieron con los bancos.

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Entre costuras

noviembre 10th, 2013 - la gaceta de salamanca - Sin comentarios

(“La Gaceta de Salamanca“, domingo 10 de noviembre 2013)

El éxito de la serie “El tiempo entre costuras” que emite Antena3Tv está basado en la calidad del libro de María Dueñas que recrea a la perfección cómo era el ambiente en la época del protectorado español en el norte de Marruecos dividido entonces en varios sultanatos. Narrar la vida cotidiana nunca fue tarea fácil por lo que tiene de rigor y documentación, pero llevarla al cine, o a formato televisión, es una tarea completa.
El protectorado duró desde 1912 a 1956 y de aquella época quedan numerosas construcciones civiles que son visibles, (el Barrio del Ensanche en Tetuán así como la Escuela de Artes y Oficios inaugurada en 1919 por el pintor Bertuchi, o el Teatro Cervantes que ahora se cae a trozos en Tánger). Luego queda la huella que no se aprecia pero existe y que por primera vez ha sido recogida en una obra en la que participan escritores, historiadores y juristas de las dos orillas. Un libro editado por Iberdrola con el título de “La Historia Trascendida” que esta semana presentó el Ministro de Exteriores en Madrid junto al presidente de la compañía, Ignacio Galán. Decía Margallo que España no tiene por costumbre celebrar sus victorias, (ni sus derrotas), y que ese pudor nos lleva a negar parte de lo que nos corresponde. El libro no es el relato de hazañas bélicas, aunque contenga referencias puntuales para situar los hechos, “La Historia Trascendida” es una manera viva de recoger lo que se hizo bien y mal, y cuenta con una página web que lo convierten en libro que se actualiza y pasa de ser obra común a proyecto de futuro. Las fotos que lo ilustran, algunas del archivo particular del escritor Juan Pando, son magníficas por lo que tienen de novedosas.
Margallo cuando se mete “entre costuras” hace bien porque supera complejos históricos que algunos quisieron resumir con la bravuconada de Perejil reeditando la peor huella que podía dejar España de aquellos tiempos en los que se dotó al norte de Marruecos de un cierto nivel de vida y de una paz que fue duradera. En la serie de televisión se observa cómo fue la vida cotidiana que tanto ha tardado en llegar a la península dónde prendió el miedo tras el Desastre de Annual, el episodio del Barranco del Lobo de 1909 se lo cantaban las madres a los hijos que iban de quintos para ser carne de cañón.
Hasta que llegó María Dueñas pocos se habían atrevido a narrar la vida civil con la lucidez de quién enhebra una aguja, (de coser tela cotidiana con ritmo de máquina de coser a pedales), y hasta que no se ha publicado “La Historia Trascendida” no hemos podido escuchar lo que en Marruecos se piensa de aquella etapa.

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