?Tenemos derecho a reír?

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

?El odio programa la vida de las víctimas, no es bueno?/ ?Las víctimas son utilizadas como cualquier otro colectivo?/ ?decimos que hay un sufrimiento adaptado a la realidad y otro añadido?/ ?Un atentado como el 11-M te cambia la vida en un momento?/ ?Me resulta difícil que los sicólogos puedan trabajar en Irak?

FICHA:
Orígenes: Vitoria, 1960.
Currículo: licenciado en sicología por la UNED, es teniente coronel de Caballería en situación de reserva. Su interés por la sicología surge tras estudiar esta asignatura en la Academia Militar. El 13 de abril de 1980 ETA mató a su padre cuando era el jefe de la Policía Municipal de Vitoria, y comandante de Infantería en la reserva, ?él ya estaba amenazado, era una época muy difícil en la que casi a diario asesinaban a alguien?. Eduardo quedó como hermano mayor e hijo de viuda, ?tardé muchos años en superar mi trauma?.
Aficiones: ?estudiar y hacer deporte. Y el ser humano?.
Debilidades: ?a veces soy demasiado estricto conmigo mismo?.
Virtudes: ?creo que soy sensible, sé escuchar y supero la dificultad?.
Defectos: ?soy un poco tímido, a veces brusco y demasiado confiado?.

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Eduardo Lázaro tenía 19 años cuando ETA asesinó a su padre. En ese momento sintió rabia e impotencia, la misma que experimentó el 11-M cuando conoció los atentados de Madrid. Eduardo antes de estudiar sicología pasó por la Academia de Caballería de Valladolid; es un hombre que conoce las armas pero que cura las almas. En compañía de Lucía Sutil ha escrito un libro pensado en el dolor de las víctimas del terrorismo: ?El dolor incomprendido? (Editorial Plataforma).
PREGUNTA.- ¿Se llega a olvidar la condición de víctima?
RESPUESTA.- Nunca, es imposible olvidar. Tampoco pasa el odio pero he conseguido centrarlo en cosas puntuales para que me deje vivir.
P.- ¿Eso cómo se consigue?
R.- Canalizándolo en las personas que cometieron el atentado contra mi padre.
P.- ¿Sin odio se camina más ligero?
R.- Sin duda. Es un peso que llevan las víctimas del terrorismo muy extendido a cualquier cuestión que les hace sufrir. El odio programa la vida de las víctimas, no es bueno.
P.- ¿La venganza es bíblica?
R.- La venganza no es conveniente porque no satisface el sufrimiento, y genera más odio.
P.- ¿Cómo combina ser sicólogo y víctima?
R.- Puedo caer en el error de implicarme profesionalmente con las víctimas, no siempre lo consigo. Pero tengo experiencia por haber pasado por la situación.
P.- ¿Dónde le cogió el 11-M?
R.- Estaba en Melilla, cuando lo supe lloré, me puse en la piel de esas personas que habían muerto y también en la de sus familias.
P.- ¿Cómo se metaboliza el dolor?
R.- Mal porque el dolor se tiene dentro y puede manifestarse de muchas formas.
P.- ¿Hay mayor soledad que la de la víctima?
R.- No lo sé. La soledad es sentimiento personal. Yo noto la soledad de que no esté mi padre.
P.- ¿Estuvo el sábado en la manifestación?
R.- No voy a ninguna. Mi forma de expresarlo es distinta, prefiero no tomar partido por una asociación de víctimas.
P.- ¿Se utiliza a las víctimas?
R.- Las víctimas son utilizadas como cualquier otro colectivo, hoy todo es utilizable.
P.- ¿El sufrimiento es opcional?
R.- Algo de razón tiene, nosotros decimos que hay un sufrimiento adaptado a la realidad y otro añadido, (ahí trabajamos los sicólogos).
P.- ¿Cómo cambió Madrid el 11-M?
R.- La sociedad reaccionó el 11-M pero luego las víctimas se fueron quedando más solas.
P.- ¿Hay efectos prolongados?
R.- Hay secuelas que son interminables y que nos acompañarán durante toda la vida. Eso no significa que no podamos vivir con ella.
P.- ¿Y dolores que no pasan nunca?
R.- Claro, pero no es lo mismo el momento del atentado que luego cuando convives con el dolor. Muchas víctimas del 11M han evolucionado muy bien.
P.- ¿Y pesadillas que no se van?
R.- Las imágenes del 11-M las tenemos todos grabadas, por eso víctimas somos todos los supervivientes.
P.- ¿Cómo se desahoga el sicólogo?
R.- Es normal que quienes tratan con víctimas luego tengan necesidad de contar y de ser comprendidos, (hasta dificultades para seguir trabajando).
P.- ¿Dónde habita el miedo?
R.- En muchos sitios. Un enemigo del hombre es el miedo a la muerte y al sufrimiento, pero también se puede temer estar solos, o abandonados.
P.- ¿Usted no es un cura laico?
R.- ¡No, no!, no estoy de acuerdo con los que dicen que los sicólogos somos los curas de este momento. No decimos a las personas lo que tienen que hacer.
P.- ¿Somos tan complejos?
R.- Es muy complicado saber cómo evolucionamos y saber lo que sentimos por dentro. El cerebro es un órgano influido por factores bioquímicos.
P.- ¿Existe el equilibrio emocional?
R.- Tan sólo de manera momentánea. No puede haber una persona que tenga un equilibrio emocional permanente.
P.- ¿Somos equilibristas sentimentales?
R.- Un atentado como el 11-M te cambia la vida en un momento. Pero aún cayendo tenemos que subir a la cuerda otra vez.
P.- ¿Qué sicólogos atienden en Irak?
R.- Me resulta difícil que los sicólogos puedan trabajar en Irak, sólo podrían escuchar sus desgracias, pero allí la vida es una lucha por la supervivencia.
P.- ¿Cómo militar en la reserva se arrepiente de haber usado armas?
R.- No, las armas se deben utilizar de manera adecuada al problema que se presente.
P.- ¿Algún día acabará el terrorismo?
R.- Creo que no, las formas de terrorismo seguirán existiendo. Hay muchos que no sabrían qué hacer de no ser terroristas.
P.- ¿Trataría a un preso ETARRA?
R.- Estaría implicado emocionalmente y no podría trabajar de manera profesional.
P.- ¿Una clave es aprender a reír?
R.- Por supuesto, aunque hayamos sufrido una desgracia tenemos derecho a reír.
P.- Tanto hablar del sufrimiento: ¿Es del Atlético?
R.- No? no soy aficionado a sufrir tanto?

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