De la poca cintura y del mucho enfado

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

Será el cambio climático la causa de que a los políticos les haya cambiado el sentido del humor, (en el caso de que lo hubieran tenido alguna vez). Uno no hace más que escuchar sandeces agrias por todas partes y contempla mucha hiel sembrada en trampas. Dicen que el invierno será de la Gripe A, y lo que el virus deje vivo ya se encargarán de envenenarlo los del PSOE y los del PP.
Saleva´a Fuauli, conocido en el mundo del sumo por “Konishiki”, dejó la competición para dedicarse a tocar el “oukalele” y ahora dice que es un hombre mucho más feliz que antes, incluso ha adelgazado ciento veintinueve kilos, (llegó a alcanzar los trescientos tres en una báscula descomunal). Pues en el PP están dispuestos a seguir el camino inverso de “Konishiki”, y después de llevar media legislatura tocando el “oukalele” se pasan al sumo. De ahí que sus dirigentes nacionales hayan engordado el discurso y reten al Gobierno a que demuestre que les espía cuando ellos son incapaces de aportar una sola prueba. El espectáculo del sumo es así.
En el otro lado tenemos a un PSOE que no encuentra el sitio, y sin hacer comparaciones físicas a Zapatero le pasa como a Cayetano Rivera que no sabe dónde ponerse en la plaza. Ahora una reflexión, luego un dato y así hasta llegar a múltiples rectificaciones sin sentido. El último en apuntarse al rigodón, (dos pasitos adelante y uno para atrás), es José Blanco que anuncia medidas fiscales contra los que más tienen. Aquí entramos en un concepto metafísico puesto que los ricos nunca declaran lo que realmente ganan; por lo tanto la subida fiscal será para los atados a sueldo fijo con dos pagas extras. Definir el concepto de “rico” le puede llevar a José Blanco toda una vida de pensamiento dedicada en exclusiva a ese objeto. En la Unión Soviética trataron de calificar al “proletariado” como una masa laboral pero en cuanto el proletario se compró un “Lada” a tomar por saco la idea. ¿Se atreverá José Blanco a poner un impuesto especial sobre los banqueros españoles?, ¿a que no hay?
Este ambiente turbio lo puede solucionar de un “plumazo”, (literal), el pavo. Sí, ese animal que camina como un catedrático emérito. Dicen los científicos que la Gripe A puede mutar a los pavos y entonces las consecuencias serán terribles, para pavos, catedráticos, políticos y españoles en general.
Se echa en falta aquellos tiempos de la transición dónde se podían decir las cosas sin temor a que nos cayera un cubo de aceite hirviendo por la espalda. Faltan amor y humor. Estos políticos tan fatuos son de un cansino que espanta, pero es lo que hay y de momento poco más. El padre de una buena amiga sostiene que todos los bobos son solemnes. Pues ahí los tienen: en su coche oficial pensando en nuestro bienestar.

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