Falta la campaña

Bien está que los candidatos hayan sido elegidos, y que el PP cuente también con el suyo que ha tardado, (lo suyo). Pero ya puestos debería comenzar la campaña y ni de lejos se ven las ideas. Rajoy se lo ha tomado como un todos a las urnas porque no podemos ceder ante causas minoritarias, ¿y el mensaje? En la otra acera Elena Valenciano lleva un rosario de despropósitos digno de mención, lo último es ir a Francia para arengar contra el “austericido” que Vals acababa de aprobar veinticuatro horas. Los enemigos de los recortes parecen sus aliados, un embrollo que a Valenciano le puede costar que no le tomen en serio. ¡Qué malos son los liberales cuando se disfrazan de socialistas!, debió pensar la candidata.
Mientras, UPyD, Ciudadanos y IU felices porque sin llegar al debate han conseguido romper con el bipartidismo reinante, verdadera preocupación de Rajoy pero menos de Rubalcaba porque corrige poco el rumbo de sus tropas cuando más le necesitan. Las europeas no marcan tendencia pero la foto del balcón de Génova le daría oxígeno a Rajoy durante una buena temporada.
Si estas europeas llegan a las urnas de semejante manera serán dignas de estudio pero no sociológico si no del humor. En España Marie Le Pen habría ganado sin pegar un cartel. Demos gracias a que El Chikilicuatre no ha querido irrumpir en campaña, o Joseba de Carglass prometiendo la luna, o la chica neumática de tiendas Aurgi, la siempre animosa Rebeca. Un cambio de pastillas de freno nos viene bien a casi todo el mundo. Y de tubo de escape ya ni te cuento. Más soso que una táctica de Mourinho aplicada a un torneo de futbolin.
La campaña de las ideas felices está en marcha, absténganse pensadores, sociólogos, políticos y gente acostumbrada a ser rigurosa en lo suyo.

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