‘La voz es una enfermedad’

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«Los socios del Real Madrid tendrían que dar clase de voz para cantar su himno» / «La voz hay que controlarla como la próstata» / «Bisbal es un artista sincero con buena técnica de canto» / «Los de derechas tienen la voz más aguda» / «Siempre he dicho que lo más grande que ha aportado España son las cinco de la tarde y el jamón de jabugo»

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Desde la terraza de su casa aparece una ciudad insólita: el Madrid de los Austrias sin ruido. Es Robison Crusoe en la isla pero sin ganas de que vengan a salvarle. Después de recorrer medio mundo, ahora da clases de canto, prepara los Cursos de Verano en El Escorial y saca de paseo el recital De Monteverdi a los Beatles. Cosas del tiempo cambiante, el día de la entrevista estaba afónico.
Pregunta.- ¿Un cambio de aires?

Respuesta.- Estoy algo afectado por una juerga; en Canarias le llamamos tenderete.

P.- ¿Un tenor sin voz es un león sin uñas?

R.- Para mí una desgracia. Si digo buenos días y no se oye bien, me hundo.

P.- ¿Todo tenor es un poco chulo?

R.- Sí, pero no me interesa salir guapo en un escenario, me divierten más los personajes malvados. Ahora me dan papeles de carácter.Me gustaría acabar la carrera con el Herodes de Salomé.

P.- ¿Canta en todos los idiomas?

R.- En alemán, en francés y en inglés, (por supuesto en castellano).No en francés, porque tengo un francés del Camerún…

P.-¿Por qué De Monteverdi a los Beatles?

R.- Se lo copié a una amiga, Katy Berberian, que hacía De Beethoven a los Beatles. Me pareció simpático.

P.- ¿Canta en la ducha?

R.- No, ahí hago rebuznos porque me gusta el eco.

P.- ¿Se atreve con el himno del Madrid?

R.- Musicalmente no me gusta. Plácido Domingo lo canta como un aria de ópera y el resultado es espantoso.

P.- ¿No es para la gran masa?

R.- Tenía que haberlo cantado menos impostado, pensando en la voz de un ultrasur. Los socios del Madrid tendrían que dar clase de voz para cantar su himno.

P.- ¿Se puede aprender a cantar?

R.- Es una carrera de gran paciencia, de ser constante. Hay que tener contacto con un viejo maestro que te guíe. La voz hay que controlarla como la próstata.

P.- ¿Operación Triunfo le produce urticaria?

R.- Absolutamente, ¿cuántos de los que pasaron por allí son hoy alguien? Me da mucha pena.

P.- ¿Le gusta Bisbal?

R.- Él sí, es un artista muy sincero con buena técnica de canto.Pero no me gusta ese ligero pelín de hortera. Me molesta el canto horteril.

P.- ¿Canta en el contestador?

R.- No, pero tengo amigos cantantes que lo hacen, así que les dejo un mensaje diciendo que lo quiten y pongan otra cosa porque han cantado fragmentos mejores.

P.- ¿La voz es un don?

R.- La voz es una enfermedad. Si no fuese una enfermedad, cantaría todo el mundo desde Aznar (empezando por la A), hasta llegar a la Z de Zapatero. Los que cantan son los normales, el enfermo soy yo.

P.- ¿Hay voces de izquierdas y de derechas?

R.- La gente de derechas tiene la voz más aguda; Aznar sería un contratenor por su voz aguda. Algún día haré un estudio sobre las voces de los políticos.

P.- ¿La de Esperanza Aguirre?

R.- Un poco impostada; se escucha a sí misma, pero es de las mejorcitas en política.

P.- ¿Cruel con los alumnos?

R.- Los oriento bien. Decía Brecht que la verdad no se puede decir a todo el mundo, pero a algunos hay que decírsela.

P.- ¿Nunca se ha equivocado?

R.- A los que les dije que no valían no los he vuelto a ver jamás, y son treinta y cinco años dando clases.

P.- ¿Un buen padrino ayuda?

R.- Cuando empecé se decía que sólo hacían carrera los judíos y los gays, era una cochina mentira. Te mantiene el público.

P.- ¿Tiene la voz de una trompeta?

R.- Lo dijo un crítico del Sunday Times pero «like a trumpet» no es una trompeta sino una voz de delicado metal.

P.- ¿Un piropo así funciona?

R.- En cierta ocasión llevé esa crítica al director del Covent Garden y me respondieron: ¿se trajo la voz con usted? Me dejó tan impactado que casi no pude cantar.

P.- ¿Tiene manías de divo?

R.- Soy un simple cantante, no una estrella. Plácido Domingo, Carreras y Pavarotti son estrellas. Alfredo Kraus era un gran cantante.

P.- ¿Tanto le apasiona el jamón?

R.- Siempre he dicho que lo más grande que ha aportado España son las cinco de la tarde, para cualquier menester, y el jamón de jabugo.

P.- ¿Cómo para un taxi?

R.- Impostando la voz. Disfruto cuando estoy en el metro y hago un sonido metálico, un doing, una pequeña gamberrada. Lo hago con toda potencia.

P.- ¿Triunfa en los karaokes?

R.- Es divertido, me divierte cantar por Frank Sinatra y Tom Jones.

RETRATO
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Orígenes. Las Palmas allá por los años cuarenta.
Currículo. Abogado, después de acabar la carrera se marchó a Viena directamente sin pasar por Madrid. Debutó en Salzburgo con La flauta mágica. Más tarde trabajó con Antón Dermota y también con Alfredo Kraus en su última etapa. Ha sido un habitual del Festival de Viena, del Liceo de Barcelona y el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Ahora enseña a cantar al que no sabe.
Aficiones.Cantar tipo Broadway, de vez en cuando lo hago.
Debilidades. El jamón de jabugo.
Virtudes. Constante como un río y tenaz como el recuerdo (es de Séneca).
Defectos. Muchos y los reconozco.

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