Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS
Estimada presidenta… Aguirre: en la presentación del I Plan de Apoyo a la Familia no se le escuchó un reproche a la oposición, ni mijita. Ahora bien si los micrófonos recogieran el pensamiento (como a Zapatero le pillan los acuerdos de última hora), sin duda que le habríamos podido leer «¡toma nota Zp, así se hacen las cosas!». No tanto porque las medidas favorezcan a la familia tradicional sino porque su ideólogo y el de la pancarta en contra de los matrimonios gays han coincidido, una vez más. El lema de la presentación era «La familia cuenta», y en la pancarta de la calle se podía leer «La familia sí importa». En un top-manta de las ideologías se podría considerar como copia ilegal o no autorizada de un pensamiento anterior. Y desde la manifestación del 18 de junio hasta la fecha las posturas se han encanallado de manera notable, como si hubiera una forma de ver a la familia desde la derecha y otra desde la izquierda. Dos formas irreconciliables, y le recuerdo que usted caminó junto a los obispos en la última marcha sobre Madrid.
Nadie le dirá que no es buena idea la iniciativa de ayudar a las madres primerizas, una especie de tele-bebé, un sistema al que uno le pueda consultar los problemas más acuciantes de tener un nuevo miembro en casa. Lo de traer niños al mundo es de las cosas más antiguas que se practican en la Tierra, y hasta el momento ningún bebé ha venido con libro de instrucciones, esperemos que los japoneses mejoren el sistema de entrega. Así como excelente es la ayuda en libros, las desgravaciones a la familia numerosa y la protección administrativa para cuantos osan cometer la temeridad de llenar su vida de hijos. Usted que siempre ha negado que exista el gratis total sabe (y así lo expuso) que todo tiene un coste, y en este caso elevado.
Hubiera estado bien que el plan contara con la colaboración de la pérfida oposición. Si se quejan de que el Gobierno nacional no pacta la educación luego no practiquen el ninguneo con las fuerzas políticas regionales apoyándose sólo en organizaciones próximas al PP. Dicho sea para que no le puedan reprochar que gobierna por su cuenta y riesgo, para que los asuntos de familia sean de verdad de todos. El plan contempla 189 medidas, sin duda que también se podría haber buscado un solo punto de acuerdo con la oposición. Más que nada para que la discusión política no descienda a darse patadas en los traseros de las familias madrileñas.
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