«Yo quería ser el juez Garzón»

Por: RAFAEL MARTÍNEZ-SIMANCAS

«Me gustaría ser modelo de ser humano, por mis principios y fidelidad a lo que creo» / «¿Pasión por la Audiencia Nacional? Me interesaba ese tipo de delitos: terrorismo, tráfico de drogas, cohechos…» / «La modelo en sí no importa, (lo que piense, lo que tema). Mujeres sin alma» / «Pocas veces he sido de las sufridoras de la hora punta del Metro»

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RETRATO
Orígenes. Zaragoza, 1977. Currículo. Licenciada en Derecho, trabajó en un despacho de Derecho Mercantil, «algo que me apasionaba». En primero de carrera, encontró trabajo de modelo y se recorrió medio mundo. Desfiló en Cibeles, pero tuvo que optar por el despacho porque «trabajaba más horas que un chino». También ha presentado un programa cultural en La 2. En enero llegó a Madrid para trabajar de directiva en una constructora. Diosas de Papel es su primera novela. Aficiones. «Leer, viajar, nadar y montar a caballo». Debilidades. «Me empacho de chocolate a diario». Virtudes. «Inquieta, trabajadora y creo que muy alegre». Defectos. «Sensible en exceso. Los otros defectos que los descubran los demás».

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Pasó de desfilar en las pasarelas, y de quedar segunda en el concurso Elite, a un despacho de abogados, porque su vocación era el Derecho. Es la primera modelo que escribe sobre su sector: Diosas de papel. El mundo secreto de las modelos (Arco Press). Le han llamado de todos los programas rosas pero ella insiste en que no es un libro denuncia (no aparecen nombres reales) sino una obra literaria, «por eso no acudo a ese tipo de televisión».
Pregunta.- Si es «mundo secreto»: ¿por qué lo cuenta?

Respuesta.- Lo que he querido contar lo he hecho y lo que no para mí se queda. El objeto del libro es ser una novela, no una denuncia.

P.- ¿Tenemos idea de cómo es?

R.- ¡Hombre, se conoce! Pero se desvirtúa generalmente para mal. Muchas veces se mitifican como mujeres que o viven muy bien o se las machaca.

P.- ¿Un lujo con trampa?

R.- Sí, atrae, engancha, pero tiene un lado duro: cuando empiezas eres una niña que camina sola entre adultos.

P.- ¿Tuvo suerte?

R.- Entré en ese mundo no porque me gustara sino porque aproveché una oportunidad. Lo dejé porque ya había cumplido mis objetivos, (y porque no era número uno a nivel mundial, en ese caso aguantas).

P.- ¿Se fue sin rencor?

R.- Me marché al Derecho, guardando un buen recuerdo de la moda.

P.- ¿Modelo de qué?

R.- Me gustaría ser modelo de ser humano, por mis principios y la fidelidad a las cuatro cosas en las que creo.

P.- ¿Hacía espectáculo de la belleza?

R.- Por supuesto, la moda es un espectáculo en sí mismo, se vende la imagen.

P.- ¿No es lujo todo lo que brilla?

R.- Claro que no, también hay un lado oculto que uno puede rechazar o entrar en él. Pero quede claro que la moda no es una secta.

P.- ¿Nació siendo cisne?

R.- (Risas). Nunca lo he considerado así, eso que lo digan los demás. Tengo un hermano más pequeño; es mono.

P.- ¿De pequeña qué quería ser?

R.- Juez, sin duda, para llevar casos complicados (era súper repelente). Yo quería ser el juez Garzón, era mi mito infantil.

P.- ¿Pasión por la Audiencia Nacional?

R.- Me interesaba ese tipo de delitos: terrorismo, tráfico de drogas, cohechos… siempre he sido muy de principios.

P.- ¿Cuáles son?

R.- La lealtad a todo en lo que yo creo.

P.- ¿Se imagina con toga?

R.- ¡Jo no! Mi vida ha dado muchas vueltas, pero me apasiona el Derecho.

P.- ¿De Marlaska o de Garzón?

R.- Soy persona fiel: ¡de Garzón! (Risas). Hay que ser fiel aunque por el camino puedas cambiar de idea.

P.- ¿Su novela ofenderá?

R.- Nada porque no da nombres, es una creación. Sería estúpido por mi parte hablar mal de algo en lo que he trabajado.

P.- ¿Esclavitud bien remunerada?

R.- No… También te enseñan mundo, pagan bien, viajas. Eso sí, el sacrificio es rechazar a los tuyos.

P.- ¿Hay tramas ocultas?

R.- Como en todas partes, hay chicas que luchan por conseguir que les den una campaña. Algunas tiran de contactos; lo normal.

P.- ¿Conocer gente o mundo?

R.- Si conoces el mundo conoces a la gente, puedes hablar hasta con el portero del aeropuerto y saber cómo vive.

P.- ¿Tuvo grandes charlas con porteros de aeropuerto?

R.- Siempre que voy a cualquier sitio me gusta hablar con la gente de allí, me gusta saber cómo piensan.

P.- ¿Dice palabrotas?

R.- A veces. Hace poco me dieron un golpe en el coche y dije: «¡pero mire!».

P.- ¿La belleza es un arma?

R.- Que te puede hacer daño cuando quieres pasar desapercibida.

P.- ¿Mujeres sin rostro?

R.- Más bien sin alma, la modelo en sí no importa, (lo que piense, lo que tema).

P.- ¿Tan duro resulta?

R.- Puedes estar pasando el peor momento de tu vida pero en la foto creerán que vives en un mundo de belleza, fantasía y glamour.

P.- ¿Se habla ante el espejo?

R.- Me levanto como una locomotora, apenas tengo tiempo para verme.

P.- ¿Y si prueba a levantarse antes?

R.- ¡No! Hay que aprovechar y descansar.

P.- ¿En alguna pesadilla se ha visto fea?

R.- Todo el mundo tiene un día en el que está menos agraciado, ¡qué más da!

P.- ¿Puede pasar sin que le miren?

R.- Soy feliz siendo desapercibida, gracias a Dios no soy famosa y no me persiguen.

P.- ¿Qué está más lejos, la 42 o la Luna?

R.- Para mí la 42 no la veo lejana, muchas personas que me rodean la llevan.

P.- ¿Conoce la pasarela Metro, 8.30 am?

R.- No. Pocas veces he sido de las sufridoras de la hora punta del Metro.

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